• jueves, 18 de abril de 2024
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SAN FERMÍN

Sin feligreses, pero con pasión por San Fermín: la misa de la escalera se acuerda de los fallecidos por el Covid-19

El cuarto peldaño ha visto cómo la imagen del santo vestía un manto de color morado, en lugar del rojo tradicional.

Celebración del cuarto peldaño de la “escalera” de San Fermín en la capilla, a puerta cerrada, por la crisis del coronavirus. PABLO LASAOSA
Celebración del cuarto peldaño de la “escalera” de San Fermín en la capilla, a puerta cerrada, por la crisis del coronavirus. PABLO LASAOSA

Los pamploneses celebran cada año una tradición muy arraigada y poco conocida fuera de Navarra, que es conmemorar, al hilo de la famosa canción del "1 de enero, 2 de febrero, 3 de marzo...", la llamada "escalera de San Fermín", con una misa en la capilla del santo y comidas o cenas entre familiares y amigos.

Pero este año, el coronavirus, que está arransando con todo, impide la celebración tanto de las misas en la capilla de San Fermín, ubicada en la iglesia de San Lorenzo, como de las comidas populares, salvo las que tengan lugar en el propio domicilio, debido al confinamiento obligatorio por el Covid-19.

Este sábado, 4 de abril, es día de la escalera, en concreto, el cuarto peldaño, y la misa, cómo no, se ha visto afectada por la situación excepcional que vive el país. Así, la celebración religiosa se ha oficiado sin público -salvo las personas imprescindibles para la liturgia-, prácticamente en silencio y ha estado dedicada a los enfermos y fallecidos por el coronavirus.

La primera misa, la del 1 de enero, estuvo dedicada a Osasuna, por su centenario; la segunda, el 2 de febrero, a todos los que llevan el nombre de Fermín o Fermina; y la tercera, el 3 de marzo, fue un homenaje a los Auroros de Pamplona.

En esta ocasión, ha sido una eucaristía con seis asistentes: los que han ofrecido al santo el cirio en recuerdo de todos los fallecidos; los que han ofrecido el pañuelo rojo en nombre de los enfermos; y los que han entregado las cuatro rosas por el cuarto peldaño de la escalera, "con la esperanza de que San Fermín, tarde o temprano, se pueda celebrar", ha comentado el párroco de San Lorenzo, Javier Leoz.

"Nos parecía un contrasentido vivir un poco al margen de las circunstancias, e incluso yo planteé la posibilidad de suspender la misa de la escalera, pero desde diferentes ámbitos de Pamplona me dijeron que no, que necesitamos un rayo de luz, un poco de esperanza, y por eso se decidió mantenerla", ha afirmado Leoz.

VESTIDO DE MORADO

En esta misa, San Fermín no ha vestido de rojo, sino de un color poco habitual: el morado. El párroco ha explicado que, en febrero, para la Cuaresma, San Fermín lució un capote morado del siglo XVIII, uno de los que están en su ajuar del museo, que siempre se sacaba en momentos de rogativa, por ejemplo, por una sequía, o de pestes.

La última vez que lo había lucido fue en el año 1885, con motivo de una epidemia de cólera en Pamplona. Esta epidemia fue el origen de la peregrinación conocida como las Javieradas, que todos los años congrega a miles de personas en Javier, localidad natal del copatrono de Navarra, San Francisco Javier, que comparte este título con San Fermín.

En la bajada de Javier, de Pamplona, una placa todavía recuerda el punto del que salieron los primeros peregrinos en dirección a Javier en 1886. Este año, debido al coronavirus, la segunda Javierada tuvo que ser suspendida.

Celebración del cuarto peldaño de la escalera de San Fermín en la iglesia de San Lorenzo de Pamplona. PABLO LASAOSA

Como el capote estaba muy estropeado, dos personas de Pamplona se encargaron de restaurarlo, sin pensar que, "mira por dónde, San Fermín iba a vestir de morado en otra peste", ha declarado el párroco.

INSCRIPCIÓN EN EL MANTO

Este sábado, el manto se ha bendecido y se ha dedicado a todas las víctimas del coronavirus en Navarra. Y además, ha asegurado Leoz, "cuando pase esto, que ojalá pase pronto, una bordadora ya se ha ofrecido para hacer una inscripción dentro del manto en memoria de todas las víctimas del coronavirus en este 2020".

La parroquia había hecho asimismo un llamamiento a los pamploneses a colocar este sábado pañuelos rojos de fiestas en ventanas y balcones, ha dicho Leoz, "como un grito a San Fermín en medio del llanto y del dolor".


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