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TERCERA CORRIDA 2019

El regreso de Castaño a Pamplona tras sufrir una aparatosa cornada hace un año: "Me ha devuelto la confianza"

El matador de León, que compartía cartel con Fernando Robleño y Pepe Moral, ha sido el único de la terna que ha podido cortar una oreja.

Fernando Robleño, Javier Castaño y Pepe Moral lidian los toros de José Escolar en la tercera corrida de Sanfermines MAITE H MATEO (4)
El torero Javier Castaño muestra la oreja lograda durante la tercera corrida de la Feria del Toro, con reses de la ganadería José Escolar, en la que comparte cartel con los diestros Fernando Robleño y Pepe Moral, esta tarde en la plaza de toros de Pamplona. MAITE H. MATEO

No ha habido fortuna para los tres diestros que se han enfrentado este martes a los toros de Escolar en la arena de Pamplona.

Solo Javier Castaño, que hace un año dejaba la plaza en ambulancia tras sufrir una aparatosa cogida, ha conseguido una oreja. Fernando Robleño y Pepe Moral se van de vacío a pesar de su entrega.

"Hay toros que devuelven la confianza y éste es uno de ellos", así se ha referido Javier Castaño al primer morlaco que ha lidiado este martes en la Plaza de Toros de Pamplona, donde regresaba después de sufrir una aparatosa cornada de 20 centímetros en la pasada feria.

Esta vez su vuelta a la arena ha sido totalmente diferente. Ha comenzado la faena brinando el toro al exciclista navarro Miguel Induráin, que seguía la corrida atentamente de uno de los tendidos de sombra.

Y ha terminado la misma faena paseando una oreja y enarbolando una bandera de Osasuna que le han lanzado desde la grada. Sin atisbo alguno de los fantasmas de la cornada sufrida hace un año.

"El toro ha sido muy noble. El único defecto es que salía con la cara para arriba, pero he estado muy agusto", ha declarado el torero de León ante los micrófonos del canal Toros de Movistar.

Castaño no ha podido pasear una segunda oreja en su última faena. Un toro "muy complicado", como ha asegurado el leonés: "He intentado andar con él pero para torearlo era imposible. Afortunadamente lo he matado rápido porque era de los que se pone complicado".

La segunda faena no ha acabado de cuajar y la puerta grande del encierro se ha mantenido cerrada para Castaño, a pesar de su entrega.

AGRIDULCE REGRESO A PAMPLONA, 7 AÑOS DESPUÉS

El torero madrileño Fernando Robleño ha regresado a la plaza pamplonesa siete años después de su última actuación, en 2012. "Tengo que agradecer a la Casa de Misericordia que se hayan acordado de mí y vamos a ver si puedo disfrutar la corrida", ha declarado el matador, que no ha tenido fortuna con su lote.

"Es una ganadería que conozco bien y con la que me he enfrentado a todo tipo de animales, salen buenos malos... A ver si hoy nos quieren ayudar". De esta manera, el diestro ha confiado en tener suerte con los Escolar, a los que ya conoce bien tras lidiar un buen número de sus morlacos.

En su primer astado no ha tenido suerte con el astado, que no le ha permitido cuajar una gran faena. "Ha sido complicado. No lo veía metido nunca", ha señalado Robleño.

"Al principio con el capote obedecía bien. Lo dejé menos picado aposta, pero no he visto por dónde meterle mano". El diestro ha reconocido que no ha podido disfrutar ante el primero de su lote: "He sufrido delante del toro. No se entregaba, estaba muy pendiente de mí".

Y el segundo no le ha deparado mejor fortuna. "No he tenido mucha oportunidades para el lucimiento. Y eso es así; es difícil", se ha expresado tras finalizar su paso por la arena de Pamplona.

"Han sido dos toros duros. Éste último se estaba poniendo complicado para matarlo y he tenido suerte de matarlo rápido, porque se hubiera puesto difícil...", ha valorado sobre su segunda actuación.

Tras siete años de ausencia, el diestro madrileño se ha marchado con un sabor agridulce, demostrando veteranía y profesionalidad pero sin ser suficiente para el lucimiento: "He solventado con profesionalidad y oficio, pero no es lo que quería para hoy… Esta tarde me hacía mucha ilusión".

PEPE MORAL RECUPERA SENSACIONES

En otro momento se encontraba Pepe Moral, que este martes ha cumplido seis años consecutivos participando en la Feria del Toro.

El matador sevillano tampoco ha logrado cortar oreja en su primer toro, en el que el hierro le ha privado de acariciar triunfo. "Por un momento he sentido la embestida y he disfrutado", ha comenzado a explicar sobre su faena inicial, "una pena que haya pinchado porque llevo una racha con la mano mal".

"La espada es lo más importante que hay y en esta plaza sobre todo", ha reconocido el diestro. "Si lo hubiera matado bien yo creo que me hubiera llevado la oreja porque he visto a la plaza metida", ha lamentado Moral.

Algo parecido ha ocurrido en el sexto de la tarde, en el que Pepe Moral se ha empleado pero no ha logrado levantar la faena como para abrir la puerta del encierro.

El diestro sevillano ha reconocido que, a pesar de la falta de orejas, ha vuelto a reencontrarse consigo mismo tras unas intervenciones no muy afinadas en las últimas semanas.

"Físicamente no lo estaba haciendo bien. La mano la tenia partida y no he querido parar en todo este tiempo. Y en Pamplona, mi segunda casa, me he podido reencontrar", ha valorado Moral.

"Me voy con buenas sensaciones dentro de mí y he podido sacar lo que llevaba dentro, que últimamente no había podido hacerlo", ha sentenciado el matador.


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