Cayetano Rivera, ovacionado en todo momento por las miles de personas que han abarrotado la plaza, ha recibido cuatro orejas.
Las corridas que cada tarde se viven en la Plaza de Toros de Pamplona siempre protagonizan momentos únicos y especiales, y la de este viernes ha sido irrepetible con la comunión entre los miles de aficionados y Cayetano Rivera.
El torero, que en su gran tarde en Sanfermines ha salido a hombros tras cortar cuatro orejas, ha sido ovacionado en todo momento. Pese a que Cayetano ha comenzado de manera intimista, refugiándose en la capilla y en la enfermería, en cuanto ha pisado la arena se ha ganado al público brindándoles el primer toro montando una auténtica fiesta.
Desde las gradas, la llegada a Pamplona era muy esperada y muchos espectadores han mostrado todo su 'amor' de una forma bastante especial al torero. En una pancarta, sujetada por varias personas de la Peña Los de Bronce que ocupaban las gradas de sol, se podía leer: "Cayetano, yo pongo las orejas y tú pones le rabo". De igual manera, en otra se leía un clásico "Cayetano I Love You".
Con su primer toro, Rivera ha recibido las dos orejas, así como el pañuelico rojo por parte del Alcalde de sol. Además, el torero ha mostrado su agradecimiento hondeando la bandera del Club Atlético Osasuna que le han tirado desde la andanada.
SEGUNDO TORO Y DOS OREJAS
Antes de comenzar a torear su segundo toro, Cayetano ha brindado la corrida al exciclista Miguel Induráin por " la gran admiración que siento" así como " por lo la figura que has sido y por la que eres".
Ante la ovación general del público y los cantícos de "Tú si que vales", Cayetano se ha venido arriba y ha ofrecido otro gran espectáculo para coronar su tarde y su idilio con Pamplona.
La grada quería hasta el rabo para Cayetano, pero la presidenta de la corrida, Silvia Rosa Velasquez, por orden del asesor artístico Josetxo Gimeno, ha decidido no concedérselo y dejar el premio en cuatro orejas.
Antes de salir por la puerta grande, Rivera ha vivido una fiesta con la grada. Entre una ovación ensordecedora ha recibido otro pañuelico y ha vuelto a ondear la bandera de Osasuna, llegando besarla.
El gran triunfador de la tarde y, por ahora, de la Feria, ha culminado yendo hasta el centro del coso pamplonés para recoger un puñado de arena, besarlo y brindársela al público de la plaza.
Así, a pesar de que esta corrida había estado salpicada por la repentina baja de Roca Rey, Cayetano ha acabado levantando al público con cuatro orejas y saliendo por la puerta grande de la Monumental de Pamplona.
