El diestro peruano fue el gran triunfador de la tarde, en la que se enfrentó a los toros de Núñez del Cuvillo junto a Sebastián Castella y Miguel Ángel Perera.
Sebastián Castella, Miguel Ángel Perera y Andrés Roca Rey han ofrecido una auténtica demostración de poderío y entrega en la arena en esta séptima corrida de la Feria del Toro de estos Sanfermines. Con los astados gaditanos de Núñez del Cuvillo, el coso pamplonés ha sido testigo de emocionantes faenas, sustos y cogidas de esas que ponen el corazón en un puño.
ROCA REY, HURACÁN IMPARABLE
En esta tarde de altas expectativas, los ojos no podían despegarse de Andrés Roca Rey, el jovencísimo torero peruano que ya salió a hombros en su primera corrida de la Feria del Toro pamplonesa y que ha vuelto a repetir hazaña. Tras su primer toro y lograr dos orejas, ha señalado a Canal Plus Toros estar "contento" y ha dedicado el triunfo a Víctor Barrio, el torero fallecido en Teruel el pasado sábado tras sufrir una brutal cornada en el pecho.
"A partir de este toro, se lo voy a brindar a Víctor Barrio, que nos ha dado una lección de vida y muerte. Su muerte nos ha dolido a todos los toreros, pero nos queda tirar para adelante".
Sobre su segundo ha apuntado que estaba "descompuesto" y que ha tratado de "torearlo por el derecho pero sacaba mucho la cara", faena no exenta de dificultad. "No he podido torearlo como he querido". En cualquier caso, broche de oro: "Me quedo con buenas sensaciones de la Feria, contento".
CASTELLA, UN TORERO 'ENCAJADO'
Ha abierto la tarde Castella que, antes de enfrentarse a su primer toro, ha asegurado que el tiempo en la plaza es "el momento más importante y el más bonito. Los toreros somos afortunados de vivirlo".
Sobre Pamplona, ha subrayado la importancia crucial que tiene esta plaza porque "a nivel mediático es conocido en todo el globo terrestre. Es importante triunfar aquí". Antes del paseíllo también ha trasladado su ganas de "disfrutar" durante la faena.
Tras su primer toro, el matador francés ha lamentado que el morlaco "venía con mucha brutalidad, sin clase ninguna", lo que no le ha permitido el esperado lucimiento en su hacer pese a sus constantes intentos.
Con su segundo, según ha reconocido tras la faena el propio diestro, se ha sentido más cómodo: "He toreado muy a gusto, muy encajado y despacio". Además, ha trasladado sus impresiones sobre el toro, del que ha señalado que "hay que abrirle por abajo. Si no, te derrota y se descompone todo". Para cerrar la tarde, ha recordado: "Hay que arrimarse todos los días". Ha recibido una merecida oreja.
PERERA, TREMENDA VOLTERETA
Por su parte, Miguel Ángel Perera llegaba a la plaza de toros de Pamplona reconociendo "el peso de la responsabilidad y el compromiso" y con el recuerdo muy presente de Víctor Barrios. "Es inevitable no tenerlo en mente, pero tenemos que mirar hacia el futuro y tener ilusión".
El diestro ha sido recibido por varios niños, que querían conocerle personalmente. Para él, estas imágenes "desmienten tópicos falsos" y demuestran el interés de los más pequeños por la tauromaquia, ha dicho.
El primer toro no ha sido sencillo para el matador extremeño. Una fuerte embestida le ha hecho protagonizar una espeluznante voltereta que, pese a lo aparatoso, no le ha impedido terminar la faena. No ha estado atinado en su primer intento con la espada, perdiendo así la opción del triunfo.
Tras su segundo ha mostrado su agradecimiento y ha reconocido que ha supuesto "una faena importante" en su carrera: "Me he sentido muy a gusto con el toro. No sabía si iba a aguantar, pero ha sacado buen fondo".
