La coral 'Canta et Yanta' ha cumplido este 7 de julio un año más en su tradición de acompañar a San Fermín en su procesión por las calles de Pamplona. Son 29 años ininterrumpidos con la misma jota, dirigidos por su director Iosu Martínez Osés.
Es un grupo coral que desde el 7 de julio de 1994 canta a San Fermín cada año, en la procesión, la obra "Quieren todos cantar" justo en la esquina de la calle San Antón con la calle Taconera.
El pamplonés Iosu Martínez es el 'alma mater' de un acto que ya se ha convertido en un tradición. Tiene 55 años de edad "hasta octubre", asegura. Dirige la agrupación coral de Añorbe, la coral Emilio Arrieta de Puente la Reina, Barañaingo euskal canta y está de subdirector en la coral Barañáin.
Es un enamorado de la música: "Al final me lleva todo el tiempo. El primer año fue el 94 y el próximo haremos 30 años. Esta costumbre surgió a través de la boda de un amigo en la capilla de San Fermín. Decidimos cantarle en la ofrenda. No tenía partitura e hicimos una y la cantamos por primera vez".
Antes de crios estábamos en el coro de la parroquia de San Juan Bosco que dirigía yo. Luego lo dejamos y para la boda de mi amigo nos volvimos a juntar. Es un coro de coros. En la procesión llegamos a estar unos cien, unos vienen de Erreniega, de Larraga y otros coros.
Además de cantar en la procesión, el domingo 10 "cantaremos en la misa de la Capilla de San Fermín a las 12 horas. El miércoles 13 visitaremos la residencia Argaray para dar ambientico que es lo que cuenta en estos casos".
‘Canta et Yanta’ estuvo presente este año cantando y poniendo la música en el segundo peldaño de la escalera de San Fermín, el 2 de febrero de 2022, en la capilla de San Fermín. Ese día participaron también los vecinos de las calles por donde pasa la procesión del patrón.
Jesús Martínez Osés fue realizador en Canal 4 y Navarra televisión desde 1994 hasta su cierre en 2012: "allí estuve de realizador desde el principio hasta el final. Lo echo de menos. Aún hay días que ves la tele y te ves realizando".
Estos dos años sin procesión "han sido terribles. Estuvimos en cuatro mesas dieciseis personas cantando porque solo podíamos estar cuatro por mesa", señala Iosu Martínez.
