• jueves, 28 de marzo de 2024
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SAN FERMÍN

Insultos, pitidos e intentos de agresión contra los ediles de UPN por una multitud abertzale en la calle Curia

Cientos de jóvenes esperaban en la calle que da acceso a la catedral desde más de una hora antes para crispar el ambiente de las fiestas.

Todo estaba preparado desde más de una hora antes. Cientos de jóvenes ataviados con el uniforme oficial, esperaban a que la corporación municipal regresara a la catedral de Pamplona a través de la calle Curia.

En el inicio de la cuesta ya se veían multitud de pañuelos con ikurriñas, mapas de Euskal Herria y símbolos similares; camisetas con mensajes de apoyo a los asesinos presos de ETA y a los agresores de Alsasua; y zapatillas de marcas de montaña. El uniforme oficial.

Antes de que llegaran las 14 horas de este domingo, la emoción se respiraba en el ambiente en la calle Curia. Emoción de personas que creían que estaban esperando para hacer algo grande, algo importante.

En el pasillo que se había formada por el centro de la calle, los primeros en subir la cuesta han sido los integrantes de la comparsa. Cabezudos y gigantes que han tratado de divertir a los allí presentes con sus bailes. Pero todos los que esperaban allí aguardaban otro momento.

Para encender aún más los ánimos de la multitud abertzale que se amontonaba en toda Curia, desde el centro de la calle se ha comenzado a entonar la letra de Ikusi mendizaleak, para regocijo de los jóvenes que ya no podían aguantar más sus ganas de crispar.

Acto después, cuando pasaba por entre ellos el cabildo, los nervios ya estaban a flor de piel, porque en el fondo de Mercaderes ya se vislumbraba a quienes de verdad esperaba esta comitiva sanferminera.

INMENSO PITIDO

Los miembros de la corporación municipal, en cuerpo de ciudad, han llegado al inicio de la calle Curia con un inmenso pitido y una retahíla de insultos lanzados a voz en grito por los que defienden a quienes emplean la violencia para conseguir sus objetivos.

Después de la pitada ensordecedora, se ha dado paso a la consigna que todos traían aprendida de casa y que era la frase previsible que se iba a escuchar en ese lugar y en ese momento: "UPN, kanpora" (UPN, fuera). De nuevo, los jóvenes abertzales demostraban estar cortados por el mismo patrón. El de la intransigencia y el espíritu violento.

Los insultos como "fascista" solo han cesado cuando ha hecho su aparición su adalid, Joseba Asirón, apellido que han coreado mientras el portavoz de EH Bildu, desalojado de la alcaldía por la fuerza de las urnas y la decisión de la ciudadanía de Pamplona, sonreía a sus muchachos.

Tras él, cuando caminaban entre ellos los ediles de Navarra Suma, los pitidos y los insultos han regresado a la calle Curia, sobre todo lanzados contra los miembros de UPN del Ayuntamiento de la capital navarra.

INCREPAR

A medida que se avanzaba en la cuesta hacia la catedral, los asistentes a este acto tradicional en su calendario de afrentas sanfermineras iban aumentando de edad, pero su afición por increpar seguía el mismo camino que sus compañeros más jóvenes.

La corporación municipal ha tenido que ser protegida por un cordón de agentes de la Policía Municipal de Pamplona, uno de los cuales portaba una cámara con la que iba grabando a quienes insultaban y se acercaban a los concejales.

La tensión ha reventado a mitad de la cuesta, cuando en la parte izquierda, un grupo de jóvenes ha roto la barrera y se han acercado demasiado a los ediles pamploneses mientras les gritaban, insultaban y escupían, por lo que los policías han tenido que acudir para separarlos y empujarlos hacia la pared.

Su actuación ha sido respondida con más pitidos e insultos por parte de los abertzales que habían estado aguardando durante más de una hora justo para que llegara ese instante: para que la violencia se desatara y colmar así sus ansias de crispación.


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Insultos, pitidos e intentos de agresión contra los ediles de UPN por una multitud abertzale en la calle Curia