Las familias y cuadrillas de amigos se juntan en las calles y bares de Pamplona para disfrutar juntos de la llegada de los Sanfermines.
Las calles del Casco Viejo de Pamplona se han llenado de mesas,manteles y servilletas de color rojo y blanco, que las cuadrillas han llenado con las provisiones para coger fuerzas antes del Chupinazo.
En una de estas mesas se encontraba Mª Carmen Catalán y su marido Roberto Pérez, que se juntaban a almorzar con dos amigos aprovechando el local de su tienda "Casa Garatea" en la Calle San Gregorio. Un hueco de la mesa estaba reservado para la plancha, con la que cocinan mientras van almorzando. Un almuerzo que se esperaba con ansias, pues tenían cigalas, gambas, tortillas caseras y también algo de jamón.
Con un presupuesto algo menor contaban Nora Elizalde y su amiga Ana, que recorrían la Calle Mayor buscando el sitio que sus amigas habían elegido para almorzar. Tienen un amuerzo "autogestionado", dicen, pues cada una trae lo suyo y lo comparten entre la cuadrilla. Una vez ya almorzadas irán a la calle Nueva, ya que verán desde allí el Chupinazo.
Pimientos rellenos, 'paticas de ministro', callos, menudicos, ajoarriero, carrilleras; "no te estoy mintiendo", dice entre risas Jose Luis San Antón, "es que somos 34 personas". Lo prepara todo junto a sus amigos de la Peña de la Chantrea, pues la preparación lleva varios días. Rebeca Pérez y Gala Velázquez almuerzan con su cuadrilla, se llegan a juntar hasta 20 personas donde también cada una prepara lo suyo. Explican que esto dura todo el día, que no se descansa y que estarán hoy de fiesta "hasta que aguantemos".
Algunos como Patricia Zaro o Rebeca Munárriz no preparan mesa ni menú especial, ya que el jardín del Paseo Sarasate ha sido la opción que han elegido para almorzar con sus amigos. Han traído tortillas, empanadas, patatas fritas, aunque dicen, entre risas, que la bebida también es una parte importante del almuerzo.
Javier y Andrea, marido y mujer, de Bilbao y Pamplona, son el claro ejemplo de que cuando estás bien rodeado no te importa lo que pase a tu alrededor, pues se juntan 12 amigos de la cuadrilla y del Chupinazo "casi ni se enteran". Aunque aún tienen la mesa a medio poner, esperan a que lleguen sus amigos, que cada uno trae un plato "sorpresa" para almorzar, además aprovechan para pasar el día juntos.
En la Calle de la Merced, muy cerca de la Plaza de Toros, almuerzan juntas una cuadrilla que son amigas de la infancia, quieren que sus hijos vivan el Chupinazo en el Casco Viejo y para ello preparan un exquisito y elaborado menú con jamón, tomate, huevos, chistorra y granizado de limón. Después de almorzar esperan con ganas ver pasar a los txistus, dice Raquel Escalada que "se le ponen los pelos de punta" cuando los escucha, y que es un momento muy especial para ella. Mientras, Idoya, Elena y Sivia preparan la mesa para empezar a degustar.
Cientos de familias y cuadrillas de Pamplona se juntan durante la mañana para coger fuerzas antes del Chupinazo.
