Eder Sanz Díaz ya no ve más allá del 14 de julio. Ese día espera cumplir un sueño: entregar a Antonio Ferrera un capote de paseo elaborado con sus propias manos. Sanz es un gran aficionado del mundo taurino y corredor de los encierros de San Fermín. A sus 42 años, ha montado en su piso de Sarriguren un taller de bordado. Espera abrirse hueco y vivir de la confección de capotes, muletas y capotes de paseo.
Fontanero de profesión, en 2013 se quedó en paro. "Si no fuera por eso, hoy no estaría aquí". Lo dice mientras roza con los dedos un retal de tela, color rojo grana. La misma con la que tiene previsto confeccionar el capote de paseo que ofrecerá al maestro el 14 de julio.
El bordador reconoce que vivir de elaborar capotes de paseo en Navarra es complicado. "Hay muy pocas corridas de toros", lamenta. Por eso, cuando se enteró de Antonio Ferrara lidiará seis toros de Miura en solitario el próximo 14 de julio, le pareció que podía ser la oportunidad perfecta para darse a conocer y demostrar qué es capaz de hacer.
¿Su plan? Tener el capote preparado el último día de las fiestas de San Fermín y enseñárselo al torero en el patio de caballos. "Para venderte tienes que echarle un poco de morro", comenta jocoso. A su modo de ver, si intentase llegar al torero antes correría el peligro de recibir un no incluso sin que Ferrera haya visto el capote terminado.
En estos momentos, ultima el diseño de su obra. Adelanta que será rojo grana y verde, en honor a los colores de la ganadería que se lidiará ese día. A la espalda, llevará bordado un San Fermín, que será el protagonista del capote de paseo. Falta decidir el resto de motivos que acompañarán al santo en esta pieza.
Precisamente, Sanz tiene previsto iniciar el próximo 1 de junio el proceso de bordado. Aunque en esos primeros días el grueso de trabajo serán los preparativos. De hecho, espera realizar la mayor parte del trabajo en plenas fiestas de San Fermín: "Me gustaría bordar el capote entre los días 6 y 14 de julio", indica con un tono de ilusión en su voz. Una cosa tiene clara, el San Fermín lo bordará el día 7 de julio, a modo de homenaje.
Y, para ser más exactos, le gustaría trabajar esa jornada dentro de la Plaza de Toros de Pamplona. Hace unos días, en la presentación del libro de Koldo Larrea intercambió unas palabras con el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y le solicitó que mediara para hacerlo posible.
El capote de paseo que ya prepara para Antonio Ferrera será el primero elaborado íntegramente por este pamplonés. Sanz ya confeccionó uno para el torero 'Joselillo'. Este estaba protagonizado por San Miguel de Aralar: "Lo bordaron en Bordados de Ayer y Hoy. Pero yo lo cosí y confeccioné el capote de paseo con un negro y oro de galones", puntualiza.
Ese mismo día, el diestro le brindó un toro. Era un 15 de agosto de 2018. Sanz recuerda esta fecha con emoción, incluso tiene una fotografía del momento colgada en su taller. "Terminé de confeccionarlo a las 6:30 horas y quince minutos después estaba cogiendo el coche para ir al encierro en Tafalla y pasar el día allí", rememora.
No es la única imagen que engalana esta habitación tan especial del piso de Sarriguren. Otra, le recuerda la primera vez que toreó. Fue el 23 de septiembre de 1990, en la ganadería navarra de César Moreno, en Ostiz, en una capea organizada por la peña taurina 'Paquiro'.
Dicen que no hay que dejar puntada sin hilo y Sanz, como buen bordador, se aplica más si cabe este dicho. El próximo 7 de julio de 2022 no solo es el centenario de la Plaza de Toros de Pamplona, también se celebra el 30 aniversario de la alternativa de 'Paquiro'. El bordador de Sarriguren recuerda esta efeméride porque confeccionar un capote de paseo primero ha tenido que aprender a bordar con excelencia.
Para lograrlo, hace unos años comenzó a practicar con pañuelos de San Fermín. Además de atender encargos particulares, ha bordado a todos los toreros navarros. "Siempre intento mejorar las caras dando diferentes matices", señala mientras acaricia un pañuelo entre sus manos. Su mujer, peluquera y antitaurina, le ayuda con los tonos de los cabellos.
En estos momentos, termina una serie de pañuelos bordados con la cara de 'Paquiro'. "Son un encargo de un sobrino suyo", comenta. Se trata del último diestro en sumarse a su catálogo de bordados.
Sobre la mesa de trabajo del bordador descansan varias imágenes del santo 'morenico'. Una fotografía, un azulejo o una ilustración. De todas ellas ha ido sacando la inspiración para el capote de Ferrera.
Confiesa que preparar este capote de paseo es la ilusión de su vida. Pero ya piensa en el siguiente sueño por cumplir: "Me gustaría hacer la hornacina con todos los pañuelos de las peñas y que se deje, por lo menos, un día expuesta".
Al ser preguntado por qué pasará el día 15 de julio baraja dos opciones: haber triunfado o fracasado. No obstante, recalca que no presentará el capote si considera que no es de una calidad "óptima". Para valorarlo, cuenta con el asesoramiento de los toreros Francisco Marco y Francisco Expósito. "Pero la única persona que verá el capote acabado antes de que se lo muestre a Ferrera será Sergio Sánchez", recalca el bordador. Y cuenta que este último tomó la alternativa el 15 de julio, por lo que es un gesto de homenaje.
