Este 2020 no hay fiestas de San Fermín y, por lo tanto, tampoco habrá toros por las calles de Pamplona.
Sin embargo, todo lo que conlleva este acto ha hecho que, a las ocho de la mañana, los corredores más veteranos del encierro hayan rendido homenaje al santo ante la hornacina que le guarda durante todo el año en la cuesta de Santo Domingo.
Todos ellos han entonado al unísono el cántico a San Fermín habitual antes del comienzo de la carrera. Tras el acto, hemos hablado con ellos para saber cómo se sentían en ese momento.
Tomás Ruiz es de Sevilla, lleva 18 años corriendo y define el encierro como un sentimiento: "Es un apoyo a la fiesta. Como digo siempre, el mundo es Pamplona el 6 y el 7 de julio", dice.
Este apasionado de los toros recalca que los Sanfermines, "a parte de una gran fiesta, son un movimiento taurino. Hoy comeré con amigos, echaré unas cañas y poco más, no soy de fiesta por la noche, me gusta el mundo taurino, lo que mueve en sí la fiesta y disfrutar del día".
Hasta el jueves seguirá recorriendo Pamplona, disfrutando de estos días sin la masificación habitual que conllevan las fiestas y sintiendo mucha "pena por San Fermín, por lo que genera y mueve y por la ruina económica también que trae el coronavirus, yo creo que esto amainará y seguiremos adelante pero con prudencia y tranquilidad", subraya.
José Joaquín Catalán celebraría este año su 25 aniversario como corredor del encierro, "pero será el que viene".
Es natural de Huarte y para él, el encierro lo es todo: "Estás esperando 365 días, este año se ha dado esta circunstancia y es una pena muy grande", manifiesta.
La emoción y la pena se han acentuado en él esta mañana en la que correría el primer encierro de los Sanfermines, a pesar de llevar desde marzo asimilándolo: "El primer impacto cuando anunciaron la suspensión de las fiestas fue una combinacion de sentimientos entre pena y enfado, pero después te das cuenta de que el enfado no lleva a nada, que es la situación que es y que tiene que ser así", afirma.
Xabier Ollo lleva corriendo más de 40 años, desde los 16: "Es algo que vengo haciendo desde que era crío, creo que me viene de familia, es la tradición, el estar. Lo que siento es algo muy difícil de explicar, me lo han preguntado muchas veces y nunca sé decir por qué vengo, sin más, vengo y ya", asegura.
"Me siento normal, el encierro no se ha podido hacer pero más que eso me preocupan otras cosas de la fiesta, que hayan suspendido toda esa cantidad de actos, con el problema que conlleva", declara.
Ollo dice que la fiesta son elementos de cohesión social, con los grupos más próximos pero también con los mas difusos: "Te sientes más unido a gente de Pamplona con la que te ves poco, y eso fortalece unos lazos de ciudad y de identidad que luego se traducen en el día a día", expone.
El corredor cree que las fiestas no deberían haberse suspendido: "Unos Sanfermines sin encierro son unos Sanfermines muy distintos, pero se podían haber hecho sin determinados actos para hacer unas fiestas más de ciudad, más de gente de Pamplona, más de día, menos de noche, más de sentimiento", sostiene.
"Yo estoy en San Fermín, exactamente igual que otros años, hasta el 14", dice orgulloso.
