• jueves, 18 de abril de 2024
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REVISTA

'That Dragon, Cancer', el desgarrador videojuego de una familia con un niño terminal

Para poder explicar el cáncer, una familia recurrió a un cuento: el pequeño de la casa estaba luchando contra un dragón.

El cáncer. ¿Cómo explicarlo? Si a los adultos les cuesta aceptar que un familiar cercano está sufriendo esa maldita enfermedad que es el cáncer, ¿cómo hacer que lo entiendan los niños? ¿Cómo hacer que lo entiendan si el que está sufriendo es su hermano pequeño? Para explicar esta dolorosísima situación, una familia recurrió a un cuento: el pequeño de la casa estaba luchando contra un dragón.

El pequeño Joel habría cumplido siete años en enero de 2016, pero su dragón venció la batalla: no consiguió sobrevivir al cáncer. Ahora, gracias al trabajo de su padre y un pequeño estudio, vive para siempre en su propio videojuego: 'That Dragon, Cancer', donde el jugador se pone en la piel de Ryan y Amy Green, los padres de Joel, y vive con ellos cómo la familia se enfrenta al cáncer del pequeño.

LA LUCHA CONTRA EL DRAGÓN

El título del videojuego viene de la metáfora que utilizó el padre de Joel para explicar a los hermanos qué le pasaba al pequeño: tal y como él mismo cuenta al diario online The Huffington Post, la enfermedad de Joel obligó a Ryan y Amy a explicar a sus hijos qué era la muerte, para lo que utilizaron el ejemplo de un dragón contra el que estaba batallando Joel.

De hecho, esta metáfora es uno de los pasajes del videojuego: aquel en el que se puede ver al pequeño Joel vestido con una armadura y tratando de batallar contra un gran dragón, tan grande como ese cáncer contra el que luchaba. Los médicos diagnosticaron la enfermedad cuando tan sólo contaba doce meses. Contra todos los diagnósticos pesimistas de los doctores, que siempre alertaban de una muerte inminente, este niño luchó y sobrevivió durante cuatro años, superó una cirugía y numerosas sesiones de radioterapia y quimioterapia. Pero no fue suficiente.

EN LA VIDA DE UNA FAMILIA

El videojuego sigue una estructura lineal pero lo que más destaca de él es que el jugador no verá armas, ni enemigos, ni puzles que resolver. Probablemente nunca haya jugado a algo similar, tal y como reseñan en The Guardian. Además, tiene un aspecto propio: está elaborado utilizando polígonos que difuminan los rostros de Ryan y Amy para dejar que todo jugador se pueda poner en su piel. Tampoco hay ningún rasgo reconocible del pequeño Joel, aunque sus llantos y risas están presentes durante todo el juego.

Uno de los programadores del juego, Josh Larsson, cuenta en una entrevista a Kotaku cómo crearon el juego y cómo la idea fue ido variando, especialmente cuando murió el pequeño. "Queríamos llevar a los jugadores de la mano para decirles: 'Mira por todo lo que hemos pasado y todavía estamos aquí'", comenta, al tiempo que matiza que, después del fallecimiento del crío, "esa idea no era tan convincente". Por ello, el objetivo del juego cambió: "Queríamos mostrar lo que era vivir junto a Joel".

EXPERIENCIAS DURAS EN EL VIDEOJUEGO

Una de las duras escenas del videojuego la protagoniza Amy: "Esto es una tragedia". Es su reacción al conocer que la enfermedad de Joel ha entrado en una fase terminal y que, por lo tanto, no pueden hacer nada más que tratar de mitigar el dolor y las molestias que padezca el niño.

No todos los momentos son tan difíciles de pasar. A las largas y dolorosas jornadas en el hospital también se unen otras de la vida diaria del pequeño Joel, como aquel en el que está en un estanque y lanza trozos de pan a un pato. También el usuario puede jugar con el pequeño en el parque como si fuera su padre: le puede columpiar, empujar por el tobogán, etcétera.

Si hay una escena sobrecogedora en el juego, que dura sólo 100 minutos, es una basada en un suceso real: una noche, el pequeño se estaba deshidratando pero, por culpa de su enfermedad, no podía beber. El jugador sufre tal y como lo hizo el padre, que no sabe qué hacer mientras su hijo llora. "Fue una de las noches más oscuras que viví junto a Joel. Eres su padre pero no estás en un lugar en el que no tienes ningún control ni ningún poder sobre la situación y sólo tienes desesperación", rememora el progenitor a la revista Forbes.

UN CANTO A LA ESPERANZA

Joel se fue, pero nunca se irá del todo. Así será gracias al videojuego, pero especialmente porque siempre estará con sus padres y su familia. Precisamente por eso, coincidiendo con el lanzamiento del videojuego, la madre del pequeño escribió en diciembre de 2015 pidiendo a todo el mundo comer tortitas por su cumpleaños. "Ver a gente de todo el mundo comiendo tortitas será un gran regalo para su familia, que todavía le echa de menos. A él y a su cara pringada de sirope. Nosotros comeremos tortitas. A Joel le habría gustado". 


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