• martes, 23 de abril de 2024
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CRIPTOMONEDAS

El radicalismo de los Maximalistas del Bitcoin

Radicales los hay en todos los ámbitos y sectores, aunque en el mundo de las criptomonedas se hacen llamar maximalistas, y así son.

Una representación de la moneda de Bitcoin. André François McKenzie
Una representación de la moneda de Bitcoin. André François McKenzie

Algunas personas sólo consideran el Bitcoin como una inversión financiera. Otros lo ven como la mayor declaración de libertad jamás vista.

Los autodenominados "maximalistas" del Bitcoin han convertido en el trabajo de su vida el predicar sobre los beneficios que promete la madre de todas las criptodivisas: una sociedad libre de desempleo e inflación, de bancos y de la supervisión gubernamental de los movimientos monetarios. La consigna de estos evangelistas, que no necesitan predicar en una iglesia, es "Bitcoin cura esto". Para ellos basta con Twitter.

"Bitcoin is hope” (Bitcoin es esperanza), es el lema del criptoempresario Michael Saylor, que altera continuamente para sus 2,6 millones de seguidores en Twitter. Saylor es uno de los partidarios más abiertos de Bitcoin.

Además, no es un sollozo en el desierto. Por ejemplo, Robert Breedlove, un consultor de California, informa a sus seguidores de que "Bitcoin representa la libertad y la justicia para todos".

Todos tienen el mismo enemigo: la inflación, los gobiernos y los bancos centrales, que creen que imprimen dinero para mantener la deuda nacional.

Los empresarios Cory Klippsten y Jeff Booth, así como el economista Saifedean Ammous, también son maximalistas. En sus fotos de perfil, los maximalistas tienen ojos de láser, lo que indica que quieren enseñar a los demás tanto como a sí mismos.

Desconfianza en el “Sistema”

Maximalistas creen que la cantidad restringida de Bitcoin contiene la clave para resolver el problema de la inflación. Como sólo se generarán 21 millones de Bitcoins, el valor de la moneda subirá en lugar de bajar con el tiempo, cuanto más se usan los bots de trading de criptomonedas.

Por supuesto, para que esto ocurra, debe haber una demanda continua o creciente de Bitcoin, que los maximalistas esperan. A pesar de la crisis actual, el precio sigue siendo casi el doble de lo que era hace unos dos años. Esto protege a los que llevan tiempo en el mercado.

Según los maximalistas, el diseño descentralizado de Bitcoin asegura que ningún gobierno, banco central o banco interfiera en el valor o la distribución del dinero, ni mantenga un seguimiento de las transacciones.

"Con Bitcoin, ahora tenemos la capacidad de ofrecer a miles de millones de personas pobres y trabajadoras propiedad, estabilidad económica e independencia de la represión financiera del Estado y las instituciones", dice Michael Saylor.

Las monedas fiduciarias, como el dólar o el euro, que tienen valor únicamente porque la gente cree en ellas, son un símbolo para los maximalistas del fallido -en su opinión- monopolio estatal del dinero.

Los bancos centrales tienen oro en vez de criptomonedas, monedas extranjeras y bonos como reservas. No están autorizados a cambiar euros por oro en ningún momento.

Los movimientos libertarios y neoliberales se caracterizan desde hace tiempo, no sólo en Estados Unidos, por una desconfianza fundamental hacia el Estado, que sirve de piedra angular de la visión maximalista del mundo.

El peso de la libertad

Lo que los maxis no reconocen es que Bitcoin es una moneda fiduciaria. Bitcoin se creó de la nada. Es una construcción social. No tendrá ningún valor a menos que otros lo acepten como verdadero. Y eso no es tan malo.

Al fin y al cabo, los economistas consideran que las monedas que no están respaldadas por activos, como el oro, son las más eficaces.

Sin embargo, la libertad extrema que defienden los maximalistas tiene un inconveniente. "La complejidad del planeta no disminuirá. En consecuencia, seguirá siendo necesario contar con intermediarios, como consultores o bancos".

Sin embargo, la gente ya no está obligada a utilizar un intermediario. Esto supondrá un cambio sustancial en el equilibrio de poder. Pues para que la red Bitcoin despegue realmente como medio de pago a gran escala, hay que superar muchos obstáculos difíciles.

Por ejemplo, en este momento, sólo puede haber unas siete transacciones de Bitcoin por segundo. En todo el mundo.

Aunque los maximalistas claman sobre cómo Bitcoin está democratizando el dinero, su compromiso no es desinteresado. Por ejemplo, la empresa de software Microstrategy, de Michael Saylor, tiene actualmente poco menos de 130.000 Bitcoins con un valor de mercado de más de 2.600 millones de euros.

Washington se está empezando a despertar

Y los defensores del Bitcoin, que es crítico para el Estado, tienen desde hace tiempo defensores en poderosos círculos políticos. A principios de junio, la senadora republicana de Wyoming, Cynthia Lummis, presentó una ley para impulsar la industria de las criptomonedas del país.

Lummis fue una de las últimas republicanas en abrazar la afirmación de Trump de que las elecciones estaban amañadas tras el asalto al Capitolio del 6 de enero.

La Iniciativa de Defensa de Blockchain, Compass Mining, Multicoin Capital, Blockchain Capital y el Fondo Delta Blockchain son algunas de las empresas y organizaciones que han contribuido a su iniciativa "Lummis para Wyoming".

En una audiencia en el Senado en octubre de 2021, Lummis declaró: "Demos gracias a Dios por el Bitcoin y otras monedas no fiduciarias que trascienden la irresponsabilidad del gobierno". Michael Saylor fue uno de los primeros en dar la buena noticia. En Twitter, por supuesto.


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