La muestra recoge a través de diversos objetos y obras audiovisuales la historia que rodea la icónica obra maestra.
Desde este martes, y hasta el próximo 3 de noviembre, Pamplona acogerá ‘Picasso. El viaje del Guernica’, una exposición itinerante instalada en el paseo de Sarasate, coproducida por Obra Social “la Caixa” y el Museo Centro de Arte Reina Sofía, en colaboración con Fundación Caja Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona.
La muestra recoge a través de diversos objetos y obras audiovisuales la historia que rodea la icónica obra maestra de Picasso y servirá a quienes se acerquen para poner en contexto la enorme significación internacional de ese ‘cuadro viajero’ por el espacio, el tiempo y la memoria colectiva.
‘Guernica’ cumple ahora 80 años y mantiene su céntrico papel en la denuncia de los horrores de la guerra dentro de la pintura del siglo XX. La exposición, dividida en cinco ejes temáticos, recorre desde la gestación del cuadro, en 1937, para la Exposición Internacional de París, hasta su uso como sistema de recaudación de fondos para combatientes y exiliados de la Guerra Civil española, pasando por su consagración internacional como icono-protesta. Así, la muestra recoge distintos aspectos tanto sobre el valor del cuadro como denuncia/alegoría universal sobre la guerra, del papel del arte en propaganda política y del propio valor artístico del lienzo.
Esta mañana el alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, la concejala de Cultura y Educación Maider Beloki, la directora territorial de CaixaBank en Navarra, Ana Díez Fontana; y Javier Miranda, como presidente de Fundación Caja Navarra; acompañados por el comisario de la exposición, Carlos Martín, han podido visitar la muestra y, en ese recorrido, algunos de los acontencimientos y las tendencias más importantes del siglo XX y de la contemporaneidad.
El espacio expositivo de 200 m2 está articulado gracias a dos estructuras distintas: por un lado la conversión del trailer de un camión, con tramos elevados y, por otro, la colocación a partir de este de un ‘avance’ o unidad desplagable. El horario de apertura para la ciudadanía durante estos 26 días será amplio: de lunes a domingo, tanto por la mañana como por la tarde. El acceso es gratuito.
Esta previsto, además, que de durante toda la semana se realicen visitas guiadas al contenido de la muestra a las 19 horas, y sábados, domingos y festivos también a las 12 del mediodía. Los ciudadanos interesados deberán acercarse al espacio minutos antes del recorrido, que tienen un máximo de 30 plazas por grupo. También son gratuitas. Asimismo se organizarán visitas concertadas con centros escolares a demanda de estos en el teléfono 900 801 137.
EL HORROR DE LA GUERRA Y EL TOTALITARISMO
‘Guernica’ refleja un momento histórico crucial, el bombardeo sistematico de la ciudad vasca Gernika-Lumo por la Legión Cóndor alemana, el aniquilamiento de su poblacion civil y la destrucción deliberada sus infraestructuras. Fue en la guerra española, pero se ha convertido en símbolo del horror de todas las guerras. El malagueño Pablo Ruiz Picasso lo pintó en 1937 por encargo del Gobierno de la República de España, en plena Guerra Civil.
La idea del ejecutivo era llevar su simbolismo antifascista hasta la Exposición Internacional de París y, sin embargo, ese sólo fue el principio de un largo viaje físico que le llevó de continente en continente durante décadas hasta que recalar en su actual emplazamiento en el Museo Reina Sofía, ya en 1992. Concluido es viaje en el espacio queda, muy lejos de terminar, al viaje simbólico ya que hoy sigue el cuadro siendo una alegoría universal sobre la guerra, la libertad, el totalitarismo y la solidaridad.
La muestra está dividida en cinco partes. La primera recoge el momento de gestación del cuadro, sus bocetos previos, la rápida realización y los testimonios de quienes pudieron verlo mientras Picasso lo pintaba. Nació entonces por el impacto del periodismo gráfico en el creador malagueño y por encargo de un gobierno democrático asediado. Su mensaje final estaba destinado a un público internacional en plena tensión prebélica por el ascenso del totalitarismo en las democracias europeas.
UN CUADRO PROPAGANDÍSTICO Y VIAJERO
La segunda parte de la muestra da fe del periplo del cuadro por diversos países europeos desde 1938 cómo testimonio y forma de recaudación de fondos dentro de las campañas de ayuda, tanto a los combatientes republicanos, como los refugiados españoles.
El lienzo estaba, de hecho, fuera de España cuando en 1939 Franco obtuvo la victoria militar en la Guerra Civil. En ese momento se exponía en Nueva York y estaba prevista su gira por Los Ángeles, San Francisco y Chicago.
Esa circunstancia hizo (tercera parte de la muestra) que ‘Guernica’ se quedara en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) durante los 40 años de dictadura y hasta el año 81, una decisión apoyada por Pablo Picasso, en espera de la recuperación de las libertades por parte del pueblo español.
En esos años siguieron los desplazamientos de la obra de gran formato (Milán, Sao Paulo, París, Bruselas...). También las exposiciones espaciales e incluso congresos monográficos sobre la obra, ya convertida en un símbolo de la paz y de la idea de la nueva Europa. Todo el material que lo refleja forma parte de la muestra ‘Picasso. El viaje del Guernica’ que hoy se ha inaugurado.
EL ÚLTIMO EXILIADO
La cuarta sección de la muestra refleja los inicios de las negociaciones para la vuelta del cuadro a España. Las conversaciones comenzaron en los años 60 aunque las gestiones oficiales se producen tras la muerte de Franco. La llegada de la obra, como símbolo de recuperación las libertadas perdidas fue un tema prioritario para el primer presidente del Gobierno en la Transición, Adolfo Suárez. El cuadro llegó a Madrid el 10 de septiembre de 1981 y fue a parar a su primer emplazamiento, El Casón del Buen Retiro’. La exposición ‘Guernica. Legado Picasso’ recibió miles de visitantes. En este tramo expositivo la muestra da cuenta también de cómo se volvió a mover el lienzo y sus dibujos preparatorios, esta vez hasta el nuevo Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (1992), donde ahora se halla.
UN GRITO (AMPLIFICADO) DE PROTESTA UNIVERSAL
El Guernica como símbolo de protesta está desde hace décadas instaurado en la calle. Siempre reaparecen sus imágenes cuando la violencia asuela a poblaciones civiles en cualquier parte del mundo; es un icono de paz en el imaginario colectivo, más allá de instituciones artísticas. El cuadro más que viajar por la memoria está presente y reaparece en los conflictos. Desde Vietnam hasta Irak o Siria.
El cuadro interpela a colectivos muy variados: es la obra más reproducida en las cárceles españolas, donde evoca la libertad perdida; también advierte del horror de la guerra en la propaganda antimilitarista, y llama a la solidaridad en la publicidad de los grupos de izquierda. Este quinto apartado de la muestra conecta distintos escenarios en los que la imagen del Guernica ha sido recuperada como protesta contra la injusticia y a favor de la paz, de forma que el cuadro se actualiza constantemente e incrementa su fuerza crítica de forma exponencial.
