• jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 21:37
 
 

CINE

La segunda película de la trilogía de Baztán llega al cine tras un “inusual” rodaje de 19 semanas

Los protagonistas admiten que el rodaje, que ha durado 6 meses en vez de las 9 semanas habituales, ha sido un reto "nada común".

El director Fernando González Molina, la actriz Marta Etura y la escritora Dolores Redondo presentan su trabajo en 'Legado en los huesos'. IÑIGO ALZUGARAY
El director Fernando González Molina, la actriz Marta Etura y la escritora Dolores Redondo presentan su trabajo en 'Legado en los huesos'. IÑIGO ALZUGARAY

'Legado en los huesos', la segunda entrega de la 'Trilogía del Baztán', se estrenará el próximo 5 de diciembre en cines, tras un rodaje “inusual” que ha llevado al equipo a trabajar de continuo durante diecinueve semanas.

Fernando González, Marta Etura y Dolores Redondo cuentan en entrevista con EFE los detalles de esta segunda entrega, que fue rodada junto a la tercera por cuestiones de producción, según el director del film.

Las películas, reconoce Fernando González, son “muy ambiciosas, muy caras y se necesitaba rentabilizar para hacerlas posibles”, por lo que han usado los actores, la localización y el equipo. Admite que es una producción “costosísima”, que ha contado con una importante inversión navarra.

Para el rodaje de esta película, y como ejemplo de su complejidad, González recuerda la inundación provocada en Elizondo, aspecto que, junto a otros, ha llevado a la decisión de agrupar las dos producciones en una.

Un reto “nada común” de seis meses de rodaje, puesto que en grandes producciones los rodajes duran como mucho “unas nueve semanas”, apunta el director.

Por ello, decidieron “sumergirse en la historia durante medio año para abandonarla finalmente”, un hecho que les ha facilitado “ser muy finos a la hora de la elección de las escenas” y el resultado final.

Una complejidad que se hereda del proceso de escritura del segundo libro de esta trilogía. Dolores Redondo admite que en esta segunda entrega la labor de documentación fue “muy intensa” porque “quería saber más, ir más allá”.

Además, el empuje inicial del primer libro le ha llevado a un proceso “estupendo” en el que la gente se ha dirigido a ella para otorgarle “un relato oral de lo que ocurría hace años, algo fantástico”, reconoce a EFE.

En esta segunda entrega, la inspectora Salazar vuelve a enfrentarse a su pasado, al mal, y a una madre que “no solo no la quiere, sino que quiere matarla”, puntualiza Etura. Una segunda película que, además, enfrenta a la protagonista a la dualidad entre inspectora y madre.

Esas diecinueve semanas de rodaje, reconocen tanto González como Etura, fueron “de dimensiones grandes” pero permitieron a la actriz conectar “de manera muy especial con el personaje”, ya que no solo fue una instrospección en el mismo durante esos seis meses, “sino toda la preparación intensa de las semanas previas”.

Etura cifra en “más de doscientas” las escenas que se han rodado en los seis meses y que verán la luz en las dos últimas películas de la saga. Una experiencia que resume en “maravillosa”, pero “muy intensa tanto física como mentalmente”.

Ese tiempo le ha permitido, afirma, “entenderla, amarla y defenderla”.

Admite Etura que es “lo más bonito de una profesión como la de actriz”, porque está íntimamente relacionada con uno de los aspectos que más apasiona de su trabajo.

González alaba también la actuación de Susi Sánchez, “una actriz que ganó el Goya el año pasado y que con pocas apariciones da la sensación de que sobrevuela todo el rato la escena”. Un personaje esencial, “porque marca la vida de Amaia y marca también la película”.

El director resalta la figura de Etura, y afirma que se necesitaba una actriz con “la fuerza y dureza de una mujer como es Amaia y por otro lado la fragilidad de un personaje que es una superviviente, además de la inteligencia”, valores que, indica, encarna Marta Etura.

Dolores Redondo, autora de la 'Trilogía del Baztán', reconoce que desde ahora “ya Amaia Salazar tiene el rostro de Marta Etura”. La protagonista, en esta entrega, tiene “una parte muy cuadriculada, de una inspectora que mide y pesa todo y otra muy frágil”.

Una Etura que encarna a Amaia Salazar “en una novela muy muy compleja, con capas todas interconectadas”, que desarrolla su trabajo en un mundo de hombres “muy hostil”. También destaca esa fragilidad del personaje principal, una herida que la convierte en “muy vulnerable”.

A la vez, admite, se trata de un personaje que sabe que “su trabajo es salvavidas”, pero que tiene que acudir “a la frialdad para no implicarse en su trabajo de manera personal”.

Redondo completa la descripción de Etura y admite que el personaje de Amaia “es un homenaje a mujeres de alrededor”, señala. Mujeres “que han sorprendido en momentos muy duros en la vida, cuando han salido hacia adelante, pero en otros momentos son muy niñas, teniendo esa frescura de inocencia”.

Son, en definitiva, “las mujeres de la vida, las mujeres que me gustan”, por lo que ha querido también ver a una Amaia atravesada por la maternidad “y en ocasiones sobrepasada por sus circunstancias personales”. 


  • Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
  • Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.
La segunda película de la trilogía de Baztán llega al cine tras un “inusual” rodaje de 19 semanas