• viernes, 29 de marzo de 2024
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MÚSICA

Sánchez Riveros, nuevo presidente del Orfeón Pamplonés: "Son malos tiempos para la cultura"

El Presidente del Orfeón Pamplonés afirma que "el Orfeón ahora está en un momento plácido" pero "la crisis está latente también en la cultura".

Daniel Sánchez Riveros, nuevo presidente del Orfeón Pamplonés, durante la entrevista concedida a Efe en la que en la que repasa sus retos más importantes como presidente de esta entidad fundada el 19 de marzo de 1865, en la que llegó a cantar Julián Gayarre y en la que Pablo Sarasate fue presidente honorífico. EFE/Iván Aguinaga
Daniel Sánchez Riveros, nuevo presidente del Orfeón Pamplonés. EFEIván Aguinaga

Desde la cuerda de bajos, Daniel Sánchez Riveros llega con "responsabilidad plena, mucho compromiso, dedicación e ilusión" a la Presidencia del Orfeón Pamplonés, en un momento de crisis generalizada que ha traído "malos tiempos para todos" y también para el mundo de la cultura, en el que el 21 % de IVA "ha hecho mucho daño".

"Todo el mundo tiene que tener derecho a acceder a la cultura", afirma Sánchez en una entrevista con Efe en la que repasa sus retos más importantes como presidente de esta entidad fundada el 19 de marzo de 1865, en la que llegó a cantar Julián Gayarre y en la que Pablo Sarasate llegó a ser presidente honorífico.

El año pasado la entidad celebró su 150 aniversario tras lograr, entre otros hitos, ser el primer coro español en actuar en el Carnegie Hall neoyorquino (2010) o participar en el prestigioso festival BBC Proms de Londres (2015) y recoger distinciones como la Medalla de Oro de Navarra, la Medalla al Mérito en las Bellas Artes del Ministerio de Cultura o el Premio Príncipe de Viana.

"El Orfeón ahora está en un momento plácido", reconoce Daniel Sánchez tras precisar no obstante que "el mundo de la cultura está como está, evidentemente". "La crisis es latente en todos los ámbitos sociales y en la cultura no es menos, cuesta programar y encontrar programadores", reflexiona.

Por ello defiende "por supuesto" una continuidad para el Orfeón, entidad en la que entró el 1 de septiembre de 2011, aunque también apuesta por encontrar una estabilidad en lo referente, por ejemplo, al mercado francés, además de repetir salidas al extranjero "tipo Nueva York, Londres o París".

Una preocupación del nuevo presidente, que sustituye a Joaquín Jabat, es también la falta de espacio y de un local adecuado para albergar a los 330 coralistas, entre adultos y jóvenes, de una entidad que, para Sánchez, tiene una idiosincrasia especial: "Somos un coro amateur dando el juego de un coro profesional".

Un coro que, por ejemplo en la temporada 2013/2014, protagonizó 58 conciertos en 43 recintos, con 50.566 espectadores.

El pasado año la audiencia fue también "muy alta", según Sánchez, quien piensa que en eso son "afortunados" porque no han notado que con la crisis acuda menos gente a sus conciertos, aunque si cree "generalizada", por otras razones, la carencia de incorporaciones a todo tipo de coros. "No hay un relevo generacional", sostiene.

Sánchez, vinculado profesionalmente al mundo de la empresa con una asesoría, casado y con dos hijos (su mujer y su hijo cantan también en el Orfeón aunque han llegado a hacerlo los cuatro), valora la unión entre Orfeón y sociedad navarra.

"Pienso que tenemos un reconocimiento social, pero a mí me gustaría que fuera un reconocimiento pleno", confiesa el presidente del Orfeón tras mostrarse convencido de que "la sociedad tiene que tener ese retorno de los recursos que pone a nuestra disposición".

Y es que una parte "importante" de los ingresos de la entidad proceden de los fondos públicos, un capital en relación con al cual, ha dicho, "hay una transparencia". "De hecho, el equipo anterior, si que nadie le conminara a realizarlo, ha creado un manual práctico de transparencia y de buenas maneras", apostilla.

Al ser preguntado sobre si las cuentes del Orfeón están totalmente claras, responde: "Entiendo que sí".

Se muestra prudente cuando se le interpela sobre lo sucedido en la Orquesta Sinfónica de Navarra, donde se detectaron unas diferencias contables de más de 325.000 euros, "por carecer de datos y de información precisa".

Aunque reconoce que unas hipotéticas malas prácticas les pueden afectar a ellos "en cuanto a que la opinión pública generalice" quiere dejar claro la desvinculación del Orfeón.

"Somos una institución privada, absolutamente autónoma de la Orquesta Sinfónica de Navarra e incluso de cualquier otro grupo. Cada uno tiene su independencia y cada uno sabrá y sabe cómo manejar sus recursos y sus fondos públicos y privados", afirma tras mostrarse partidario de sumar financiación pública y privada a los recursos propios.EFE


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