Antes de entrar en la Academia, la cantante pamplonesa ya tenía muchos tatuajes en su cuerpo.
La pamplonesa Natalia Lacunza, conocida por ser la tercera clasificada en la última edición de Operación Triunfo, es ya todo un referente de personalidad y estilo. Todo lo que lleva Natalia se convierte en tendencia, siguiendo los pasos de la mismísima Amaia Romero pero con un aire más rompedor y rockero.
Una de las pasiones de la de Pamplona son los tatuajes. Antes de entrar en la Academia, Natalia ya tenía muchos tatuajes en su cuerpo, entre ellos una rosa en el brazo, otra rosa con una espada clavada en el antebrazo, una X en la muñeca, el nombre de 'Artemis' en las costillas, además de su típico séptum.
Desde que ha salido de la Academia, Natalia ha tenido unos días más o menos tranquilos en los que ha podido disfrutar tanto de su familia como de sus antiguos compañeros, de los que no se ha separado ni un momento. La de Pamplona ha estado muy pegada a Alba Reche pero también a María Villar y a su novio, Pablo Amores, que está siendo el encargado de realizar tatuajes a los excompañeros de su chica.
Comenzó tatuando a África, el gran apoyo de María en la academia, y ahora ha sido el turno de Natalia Lacunza, que lleva un ritmo frénetico de Tatuajes. El pasado jueves la jóven compartió en la red social Instagram un tatuaje de unas flores en la mano y este viernes a la mañana, la palabra 'Corashe' en el antebrazo, ambos tatuajes realizados por Pablo Amores.
Hace unas semanas pocos sabían de la existencia de Pablo Amores. Apenas unos minutos después no se hablaba de otra cosa que no fuera él: de su estilismo, de sus tatuajes, y sí, de “culo” y “follar”. El artista multimedia (director de videoclips, fotógrafo y tatuador) revolucionó el plató de Operación Triunfo con unos comentarios que le convirtieron en el centro de la polémica durante varios días.
Ahora Natalia se enfrenta a María Villar, la novia de Pablo Amores, en la elección de la canción que representará a España en el próximo festival de Eurovisión.
