• viernes, 19 de abril de 2024
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TELEVISIÓN

El bote de Los Lobos en Boom evitó una tragedia mayor en Tafalla por la riada: "Se quedaron en casa para vernos ganar"

El tafallés Manu Zapata relata junto a sus padres cómo han sido estos más de dos años en el concurso y cómo vivieron todos la emisión del último programa, que coincidió con la riada.

Manu Zapata, de _Los Lobos_ de _Boom_, junto a sus padres en Tafalla. PABLO LASAOSA
Manu Zapata relata su paso por el programa emitido en Antena 3 en compañía de su madre, Ana María. PABLO LASAOSA

Desde la ventana del salón de la casa de los padres de Manu Zapata se ve el cauce del río Cidacos. La noche del 8 de julio, allí se habían reunido los hermanos y los padres para celebrar todos juntos la victoria final del miembro navarro de Los Lobos, tras más de dos años compitiendo cinco días a la semana por llevarse el bote de ¡Boom!

Antena 3 había programado una emisión especial para homenajear, entre las 20 y las 21 horas, al equipo que había hecho líder de audiencia en esa franja horaria al concurso producido por Gestmusic, y que había acompañado durante más de 500 programas a millones de familias, colándose en su sala de estar todas las tardes. Más adelante se emitiría el momento en el que los cuatro amigos resolvían correctamente las 15 preguntas de la bomba dorada.

En un día normal, toda Tafalla habría estado pegada al televisor para acompañar a su paisano en la consecución del objetivo que había estado buscando desde mayo del 2017, cuando junto a Erundino Alonso, Valentín Ferrero y José Pinto (sustituido después de abandonar el equipo por Alberto Sanfrutos), comenzó su andadura en este concurso. Pero la tarde-noche de ese 8 de julio no estaba siendo normal. En realidad, los tafallases veían en esos momentos cómo la fuerza del agua se llevaba por delante decenas de coches, mientras inundaba las calles más próximas al río y anegabas bajeras y portales.

La celebración en casa de Manu Zapata y en su ciudad era agridulce, puesto que había que dividir la mirada entre la alegría que reflejaba el monitor del salón y el drama que se vivía al otro lado de la ventana, con un panorama que se iba poniendo peor y que hacía prever que las consecuencias serían dantescas cuando el agua dejara al descubierto los cuantiosos desperfectos que había causado por toda la zona, afectando también a localidades cercanas como Olite o Pueyo.

Sin embargo, el verdadero alborozo de ¡Boom! se había vivido dos semanas y media antes, el 20 de junio. Ese jueves, durante la grabación del tercer programa de los cuatro que diariamente realizaban Los Lobos, el instante soñado había llegado por fin. Sentados en el salón de su casa dos semanas después de haberse emitido por televisión, Manu Zapata y sus padres Ángel y Ana María recuerdan cómo ocurrió todo.

Ana María: "Yo recibí la noticia en Málaga, en un taxi, con un par de amigas. Habíamos llegado al mediodía, dejamos las maletas en el hotel y nos fuimos a comer para después visitar dos museos".

Ángel: "A mí me habían dejado solo en casa, porque las mujeres se habían ido a pasar varios días a Málaga, así que no lo pudimos celebrar todos juntos".

A.M.: "Estoy en el taxi, me llaman al teléfono y veo que es un número muy largo. Lo cojo y me preguntan que si soy Ana, la madre de Manu. 'La llamamos del programa ¡Boom!', me indican. Y yo me digo 'ya ha pasado algo'. Porque, además, Manuel había tenido unos días antes un esguince y había estado en urgencias. Pero me dicen que no, que es para darle a él una sorpresa en directo, que estuviese tranquila. Así que me bajo del coche y, en plena calle, entro en directo y me lo sueltan. Lo primero que me vino a la cabeza es que estaba Ángel solo en casa. Mis amigas empezaron a gritar '¡que ha ganado, que ha ganado! Y Manuel me decía 'mamá, ya sabes que no puedes contar nada'. Me costó un triunfo no decir nada, porque aquí en Tafalla todo el mundo me lo preguntaba".

Ambos progenitores tenían muy claro que en el concurso podía pasar cualquier cosa, que Manu podía acabar su participación sin hacerse con el bote que, en el momento de su victoria, ascendía a 4.130.000 euros. "Yo le decía que si no había bote, pues ya está, no hay bote y no pasa nada", relata su madre.

A.M.: "Algunos días venía enfadado; otros, contento. Cuando llamaba, decía 'hoy lo hemos pasado mal', u 'hoy hemos competido bien', y ya está, hasta la semana siguiente".

La madre del concursante tafallés tuvo que cancelar el resto de su viaje en Málaga y volver a su ciudad, ya que el programa tenía previsto grabar el recibimiento de Manu cuando llegara desde Barcelona, provincia en la que se realiza el concurso.

A.M.: "Todo el mundo recibió la noticia entusiasmado. Me hacían llorar todos los días, porque me daban la enhorabuena y lo celebraban, a pesar de todo lo que habían pasado en la riada".

Manu: "La gente no pudo ver el programa, porque todo el mundo ha sufrido problemas. El río Cidacos cruza Tafalla de un lado a otro y, además, hace meandros. Así que a todos se les ha llevado algún coche o les ha pasado algo".

A.M.: "Es una sensación rara, porque me dicen 'ay, qué alegría lo de Manu', pero a ellos la riada se les llevó coches, bajeras y hasta casas a algunos. Y así todo el mundo. Todos tienen tragedias".

GUARDAR EL SECRETO

Para la madre de Manu, lo más complicado fue guardar el secreto desde que se enteró de la noticia hasta que Antena 3 emitió el programa número 505 de su hijo, en el que Los Lobos se hacían con el bote millonario.

A.M.: "Esos 15 días fueron horrorosos, porque yo no hacía más que hacerme la tonta. Y me decían 'pero si ha salido en prensa', y yo les contestaba 'ya, pero Antena 3 no lo ha confirmado todavía'. 'Pues seguro que se lo han llevado', decían. Pero yo les respondía que no sabía nada y seguía insistiendo en que Antena 3 no se había pronunciado".

Habían pasado más de dos años desde que su hijo se embarcara en esta nueva aventura televisiva, la quinta después de su paso por El rompecabezotasEl juego del euromillón, ¿Quién quiere ser millonario?Saber y ganar, el concurso del que salieron todos los integrantes de Los Lobos, incluso también el sustituto de José Pinto, Alberto Sanfrutos. ¿Cuánto duraría en esta ocasión?

Á.: "Lo primero que pensé cuando comenzó en ¡Boom! fue que tenía que poner el vídeo para grabarlo. Pero cuando ya llevaba un mes grabando todos los días los programas, me decía a mí mismo 'pero quién se va a poner a ver todo esto...'. Aun así, seguí grabándolos. Pero si llego a saber que iban a ser más de 500... Cuando estuvo compitiendo en el programa de Paula Vázquez, hace ya 19 años, también lo grabé en cintas. No sé si las hemos visto alguna vez. Pero las tengo todas guardadas".

A.M.: "Yo me puse muy contenta, porque pensé que era una oportunidad muy buena. 'A ver si por lo menos dura una semana', pedía. Estaba en casa nerviosa perdida mientras él grababa".

Á.: "Si nos dicen que en seis meses se hubieran llevado el bote, hubiéramos firmado encantados de la vida. Y sin embargo, fíjate ahora; ojalá no lo hubiesen ganado y estuvieran grabando todavía. Más dinero que tendrían".

M.: "Pero corríamos el riesgo de irnos a casa en cualquier momento".

A.M.: "Eso es verdad, pasabais mucho estrés. El que sufríamos nosotros en casa no era el mismo que el que sentíais vosotros. Bueno, el mío casi sí. Cuando los veía en televisión, estaba tranquila, porque sabía de antemano que no los habían eliminado. Pero cuando estaban grabando, me ponía muy nerviosa".

M.: "Tampoco les daba muchos datos, porque grabábamos cuatro programas cada día. Les solía enviar un mensaje al final de la jornada y les decía 'hoy ha estado bien el día', o, en cambio, 'hoy las hemos pasado canutas'. Ellos sabían que habíamos pasado, pero poco más. Así podían disfrutar más de los programas.

Á.: "¡Claro! Así que llegaba un día en el que se quedaban a una pregunta de ganar el bote, y no nos había contado nada antes".

La relación de los cuatro amigos de Los Lobos es muy intensa, debido a que juntos han compartido momentos de mucha emoción como, precisamente, esas veces que se quedaban a una sola pregunta de acertar las 15. Y sus padres también tuvieron varias ocasiones para conocer más de cerca a los compañeros de Manu.

Á.: "Cuando Los Lobos estuvieron en Tafalla la primera vez, la mujer de Valentín dijo que estaba convencida de que al final se llevarían el bote. Hace de eso más de un año ya. Y lo acertó".

A.M.: "Con José se quedaban todos embobados. Hasta llorar. Lo que ha llorado la gente con ese hombre... Era el que más carisma tenía de los cuatro".

Tanto Ángel como Ana María se quedan con ese cariño que Los Lobos han despertado en los espectadores, y que se reflejaba cuando tantísimas personas los paraban por la calle para saludarlos o pedirles fotografías.

A.M.: "Les dicen 'es que os he tenido dos años todas las tardes en mi cocina'".

Á.: Y los turistas que venían a Tafalla, se lo cruzaban y le decían 'llegar hasta este pueblo y encima encontrarnos contigo, lo que menos pensábamos. ¿Nos podemos hacer una foto contigo?'".

A.M.: "Y los niños, ¡cómo se agarraban a las piernas de Manuel!".

M.: "La alegría más grande es esa. La cantidad de chavales que veían el programa y que se engancharon a algo así, en lugar de a otro tipo de programas".

EL TRIUNFO EN MEDIO DEL DRAMA

Eso es con lo que más se queda Manu después de su paso de más de dos años por ¡Boom! Con el cariño de la gente y con lo que ha supuesto el paso de Los Lobos por el programa, que consiguió que millones de personas estuvieran pegadas a la televisión todos los días. También en Tafalla. También el día 8 de julio.

"El pueblo está ahora a lo que está -relata Manu-, a levantarse después de todo lo que ha pasado. Dos o tres personas ya me lo han comentado: 'Ha sido una catástrofe para Tafalla, con muchísimos daños materiales. Pero igual puede ser que los momentos más peligrosos de la riada sucedieran durante la emisión del programa, entre las 20 y las 21 horas'. Y algún paisano me ha llegado a decir: 'Me parece que tú también has salvado vidas, porque, como os seguía tanta gente en Tafalla, todos estaban en casa viendo el programa y no había nadie en la calle'. Quizá gracias a que no había gente en la calle en ese momento, se haya podido evitar una tragedia mayor".

La madre de Manu Zapata enseña un marco con varias fotos de ella cuando visitó el plató de Gestmusic para asistir a la grabación de un programa de '¡Boom!'. PABLO LASAOSA

Una vez finalizado su paso por ¡Boom!, sus padres esperan que se tome un tiempo de descanso para centrarse posteriormente en alguna cosa. Quién sabe si en un nuevo programa de televisión, dada su extensa trayectoria en los concursos.

Á.: "Fue muy bueno su paso por El juego del euromillón, con Paula Vázquez. Allí estuvo el máximo tiempo que se podía estar y ganó más dinero que en Saber y ganar".

M.: "Ahí gané 10.000 euros y un coche, un Fiat Seicento. Mi primer coche. Y también me llevé un equipo de música. Participé durante diez días y gané en cuatro de ellos. Antes, competí en El rompecabezotas, un concurso presentado por Juanma López Iturriaga en ETB2. Ahí gané dinero para pagar la matrícula de la escuela de cine, que la empecé en 1998. Recuerdo que pedí una beca al Gobierno de Navarra, pero no me la dieron a mí, sino a otro estudiante que tenía mejores notas, y ese chico ahora dirige películas, así que estuvo bien dada. Y yo me busqué mi beca en El rompecabezotas".

Aunque fue ese su primer contacto con el mundo de los concursos de la televisión, su afición por este formato ya le venía desde pequeño. "Cuando era niño y había algún concurso en la radio, siempre llamaba, y a veces acertaba cosas", cuenta.

M.: "También participé en ¿Quién quiere ser millonario?, con Carlos Sobera, un concurso en el que también gané algo de dinero después de que me eliminaran en la séptima pregunta. Pero el programa no lo llegaron a emitir. Incluso, me grabaron un vídeo en la sala de proyecciones de la filmoteca, para pasarlo después de las presentaciones, pero dejaron de emitir el concurso antes de que llegara mi participación".

Tras ese concurso, vino su paso por Saber y ganar, en el que se convirtió en supermagnífico y que a la postre serviría como puerta de entrada para incluir su nombre en el equipo de Los Lobos de ¡Boom!, el programa que los hizo famosos a todos. Manu explica que antes de llegar ese momento se encontraba preparando en Madrid las oposiciones para Correos, unos exámenes en los que había una parte de cultura general.

M.: "Esa parte de cultura general me sirvió para refrescar cosas y para aprender otras nuevas. Tenía la cabeza más activa de lo normal, y mi madre me decía que me apuntara al programa de Jordi Hurtado, porque a veces me veía en casa respondiendo a las preguntas. Así que empecé a escribir cartas. Una al mes. A la cuarta, me contestaron. Pero antes de que comenzara, para seguir preparándome, le bajé un diccionario a mi padre y él me sacaba definiciones. Así me entrenaba para la prueba del reto".

A.M.: "Han sido tantos concursos. Y nunca me esperaba que acabara así en ¡Boom! No sé si ahora se apuntaría a algún otro, la verdad".

Á.: "Es mejor una retirada a tiempo. Porque si después vas para abajo...".

M.: "Después de Saber y ganar, además, yo estaba un poco ya de vuelta y no me había planteado inscribirme en ningún otro concurso. Para ir a Pasapalabra, por ejemplo, tienes que estudiar como para sacar una oposición. Y vete tú a saber si te va a salir o no, porque acuden participantes muy preparados. Y bastante tenía yo con prepararme las oposiciones de Correos, como para meterme en algo así. Sin embargo, ¡Boom! me pareció mejor, porque competía junto a otras tres personas. A mí me gustan los concursos de antes, en los que se iba con lo que se tenía. Y en este caso, era algo parecido, porque nosotros íbamos al principio con lo que teníamos, nada más. Después, pasamos dos o tres programas y decíamos 'habrá que intentar repescar algún conocimiento o mirar cosas más de actualidad'. Pero realmente, vas con lo que tienes. Me gusta más ese tipo de concursos, no tanto el de los concursantes profesionales, en los que gana el que hace mejor oposición".

EL TIEMPO DE DISFRUTAR

Después de sus más de dos años grabando el programa junto a sus compañeros y el presentador Juanra Bonet, Manu rememora los buenos ratos y la sensación de disfrute que experimentó. Una sensación, no obstante, que tardó en aparecer.

M.: "Hubo un momento clave, cuando llevábamos unos 90 programas grabados. Es el instante en el que comencé a pasármelo bien, porque, hasta entonces, había sido incapaz de separar la parte de las anécdotas y del show, de la parte del concurso. Estaba siempre con la cabeza en pensar lo que tenía que decir. Por aquel entonces, no se jugaba la bomba estratégica y teníamos que contar cosas personales los cuatro. Y estabas ahí pensando en que no se te olvidara lo que ibas a decir y en contarlo bien. Ese estar atento a las dos cosas es lo que me hizo no disfrutar durante los primeros programas. Pero llegó un momento en el que conseguí hacer click y separar esas dos partes. Y a partir de ahí, empecé a pasármelo en grande. Llevábamos tal número de programas que caí en la cuenta de que en algún momento nos íbamos a tener que ir, así que pensé que tenía que disfrutarlo".

Manu relata que ese punto de inflexión le sirvió para cambiar su actitud en el concurso. "A partir de entonces, me dediqué a disfrutar. A disfrutar con los compañeros, a disfrutar con el público, a disfrutar con Juanra, a disfrutar con el equipo del programa, a disfrutar contando cosas y con las que contaban los demás. Que nos poníamos a bailar, pues a bailar; que nos poníamos a desfilar, pues a desfilar. Quería pasarlo bien. Además de que ya me lo pasaba bien contestando preguntas junto a mis compañeros, porque eso era muy entretenido y bonito. Había bombas en las que no no sabíamos la respuesta, pero sí que sabíamos que la podíamos sacar. Si quitamos esta porque tenemos un dato, si quitamos la otra porque nos suena esto... Y entonces, la satisfacción de obtener la respuesta acertada entre los cuatro era sensacional", expone.

M.: "Me quedo también con eso. Más que con el resultado final, me quedo con el camino. Vamos a disfrutar del camino, porque esto se puede acabar en cualquier momento. Nunca sabías si se iba a terminar, para bien o para mal, porque en el programa siguiente te podías llevar el bote o irte para casa. Tras esos primeros 90 programas, llegué a la conclusión de que tenía que disfrutar, porque pensé que muchos más no nos podían quedar. Y luego resultó que sí que quedaban. ¡Hasta los 505! Por eso, he tenido mucho tiempo para pasármelo bien y para disfrutar del camino".

A.M.: "Cuando te ibas a grabar, ¿qué es lo que te decía tu madre todos los días?".

M.: "Que me lo pasara bien. Que disfrutara. Pero era complicado, porque todos teníamos una responsabilidad, ya que si fallaba uno, fallaba el equipo entero. No fallabas tú solo, sino que repercutía en más personas. Menos mal que tuve programas suficientes para darme cuenta de que no podía seguir así".

El salón de la casa de los padres de Manu Zapata está poblado por multitud de imágenes del paso de su hijo por el programa emitido en Antena 3. PABLO LASAOSA

A.M.: "Creo que también le empezó a dar confianza el hecho de que la gente se le acercara por la calle y le hablara con agrado y cariño. Eso también influyó".

M.: "Las dos últimas semanas en Madrid, la gente ha estado muy cariñosa. Te dicen '¡Ey, lobo, enhorabuena! Hay algunas personas que simplemente te saludan, y otras que te piden fotos. Pero, sobre todo, nos dan la enhorabuena y nos dicen que nos lo merecíamos. Ves el cariño del público, que además te dicen que se ha hecho justicia, que nos lo merecíamos. Y también nos resaltaban que no nos damos cuenta de lo que hemos hecho. Nos decían que hemos cambiado la forma que tenía la gente de ver la televisión. Incluso las mismas personas que hacen los programas se han dado cuenta de que un concurso cultural puede conseguir una buena audiencia en prime time o a las ocho de la tarde".

A.M.: "No hubiera sido justo que os hubierais ido sin llevaros el bote".

M.: "Probablemente, no. Pero en esta vida, la justicia brilla muchas veces por su ausencia. Al menos, en nuestro caso, dependíamos de nosotros y de nuestro talento y nuestra sabiduría. Siempre tiene que haber algo de suerte, pero en este caso, igual la suerte era un 20% y el 80% restante, lo que pudiéramos aportar nosotros, que, de alguna manera, podíamos cambiar nuestra suerte. Ha sido un final que nos lo hemos tenido que ganar".

LO QUE VENGA, BIENVENIDO

De cara al futuro, Manu revela que se apuntó de nuevo a las clases para las oposiciones a Correos, ya que en el 2020 se realizarán exámenes de nuevo. "Sigo en ello y no quiero dejarlo. Pero sí que tengo claro que debo seguir con los pies en el suelo. Si después el futuro me depara otras cosas que sean mejores que lo que tengo ahora o que me atraigan más, veremos entonces. Si gracias al concurso se abren otras puertas o ventanas, bienvenidas serán. Pero con los pies en el suelo", incide.

Por el momento, es tiempo de descansar, desconectar y pensar en esos viajes que los cuatro integrantes de Los Lobos tenían ya en mente para cuando terminara su participación en ¡Boom!

M.: "Cuando empezamos el concurso, hablamos de hacer un viaje a la Patagonia. Y ese, lo seguimos manteniendo. Y después hay otro obligado, que es el del golfo de Botnia, la respuesta que nos dio el bote. Lo que nos queda es buscar los mejores períodos del año para ir allí, las mejores fechas para visitarlos".

Hasta que ese momento llegue, Manu Zapata sigue compartiendo su vida entre Madrid y Tafalla. Ya no habrá más tensión, más bombas resueltas, más explosiones en el plató, más emoción al pasar de fase, más alegría al acertar preguntas, o más rabia al fallarlas. Ya no habrá más grabaciones de ¡Boom! Queda el recuerdo de los buenos ratos, del contacto con el equipo, de la tremenda amistad con los compañeros y del cariño de la gente. Son Lobos. Y eso no termina.


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