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TECNOLOGÍA

La inteligencia artificial en el ajedrez y en el póker

De momento, lo único que parece claro es que la inteligencia artificial ya ha superado a la mente humana en algunos campos.

Inteligencia artificial. ARCHIVO
Inteligencia artificial. ARCHIVO

El pasado 10 de febrero se cumplieron 25 años de la primera victoria de una computadora sobre el campeón mundial de ajedrez. En 1996, el campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov perdió la primera partida de un encuentro pactado a seis juegos contra Deep Blue, un superordenador desarrollado por IBM con el propósito específico de jugar al ajedrez. Sin embargo, el hombre finalmente ganó a la máquina, ya que el ajedrecista ruso, considerado uno de los mejores jugadores de la historia del ajedrez, superó a Deep Blue, que era capaz de evaluar 200 millones de movimientos por segundo, dejando el marcador final en cuatro a dos a su favor. A pesar de la victoria del ajedrecista ruso en el Centro de Convenciones de Filadelfia, la superioridad humana en un tablero de ajedrez se vio seriamente amenazada por primera vez en la historia.

El duelo celebrado en febrero de 1996 fue significativo porque representó la primera vez que un humano y una computadora se enfrentaron en un encuentro reglamentario a seis partidas, en el que cada jugador tenía dos horas para realizar 40 movimientos, dos horas para terminar los siguientes 20 movimientos y luego otros 60 minutos para terminar el juego. Kasparov aceptó el desafió con el objetivo de demostrar que la mente humana jamás podría ser derrotada por un simple ordenador. Una mentalidad acorde a la época, ya que en 1996 los ordenadores personales eran seres informáticos bastante primitivos y se estaban convirtiendo en un producto más asequible para la población. "Ninguna máquina será capaz de ganarme en el próximo milenio", proclamó el ajedrecista ruso. Sin embargo, la inteligencia artificial estaba a punto de despegar.

En mayo de 1997, Kasparov y Deep Blue se volvieron a ver las caras frente a numerosas cámaras de televisión y una gran multitud en la ciudad de Nueva York. Sin embargo, los expertos de IBM habían mejorado el superordenador, duplicando su capacidad de procesamiento para buscar entre 200 millones de posiciones por segundo para encontrar el movimiento más fuerte. El nuevo modelo, Deeper Blue, derrotó al ajedrecista ruso por 3,5 a 2,5 puntos. En el sexto y último juego de la partida, Kasparov abandonó después de 19 movimientos, otorgándole la victoria a la IA. La victoria para el superordenador de IBM marcó un hito en el progreso de la inteligencia artificial. Además, Joaquín Sevilla, director de la Cátedra Laboral Kutxa de Divulgación del Conocimiento y Cultura Científica de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) señala que “la inteligencia artificial nos enseñó que la inteligencia natural tampoco era para tanto”.

El último desafío de la inteligencia artificial: el póker

25 años después, el poder de Deep Blue es muy inferior al de los ordenadores modernos, incluso cualquier smartphone es más potente que aquel superordenador de IBM, y el algoritmo en sí se ha vuelto menos impresionante. A pesar de ello, Deep Blue despertó un gran interés en el campo de la inteligencia artificial. De hecho, su influencia perdura a lo largo de la historia del desarrollo de la IA.  Tras vencer a los humanos en juegos como el ajedrez y el go (juegos que siguen unas reglas predefinidas y no son aleatorios), las máquinas han vuelto a subir las apuestas en los últimos años desafiando al póker, un juego que requiere estrategia, intuición y razonamiento basado en información oculta. Hoy en día, el póker se ha convertido en un juego global, gracias a plataformas como 888poker, que han hecho el juego de cartas más accesible a todas las personas.

En 2017, un grupo de investigadores de la República Checa y Canadá, concretamente de la Universidad de Alberta en Edmonton, combinó el aprendizaje profundo y los algoritmos para crear DeepStack, una IA capaz de ganar al Texas hold’em, la modalidad de póker más popular en el mundo. Como hemos comentado anteriormente, el póker es un juego más complejo de dominar para la inteligencia artificial que otros por su naturaleza aleatoria, cartas ocultas y faroles de los jugadores. Sin embargo, DeepStack utilizó un razonamiento recursivo de la técnica Counterfactual regret minimization (CFR), así como un mecanismo similar a la intuición humana. En total, esta IA derrotó a 30 jugadores de póker profesionales procedentes de 17 países distintos en un torneo celebrado en diciembre de 2017,

Ese mismo año apareció Libratus, una inteligencia artificial capaz de jugar al Texas Hold’em creada en las salas de la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh por Tuomas Sandholm, profesor del departamento de informática, y Noam Brown, un estudiante de doctorado de la universidad. El Casino Rivers de Pittsburgh, en Estados Unidos, fue el escenario de una competición que enfrentó a la IA contra cuatro jugadores profesionales de póker. Tras 20 días de competición, con sesiones de 11 horas diarias, y 120.000 manos de póker, Libratus había ganado un total de 1,7 millones de fichas de los dos millones que había en juego.

Un experto aplicando la IA al juego online. MUYCOMPUTER

Un experto aplicando la IA al juego online. MUYCOMPUTER

DeepStack y Libratus allanaron el camino para Pluribus, una inteligencia artificial que logró vencer a algunos de los mejores jugadores de póker del mundo en una partida de Texas Hold’em. Pluribus, desarrollada por Noam Brown y Tuomas Sandholm de la Universidad de Carnegie Mellon junto con Facebook, se convirtió en la primera IA que compitió en un juego contra más de una persona y donde no podía depender simplemente de la estrategia para ganar. Tras más de 10.000 manos jugadas durante una sesión de 12 días, Pluribus batió a un total de 15 jugadores humanos de primer nivel.

Los juegos como el ajedrez, el go o el póker han demostrado ser una excelente manera de medir el progreso en el mundo de la inteligencia artificial. El propio Noam Brown, desarrollador de Libratus y Pluribus, señala que “el póker es el último desafío que quedaba para la IA”. Sin embargo, otros expertos consideran que todavía hay mucho territorio inexplorado para los investigadores y los juegos de IA. Por ejemplo, pocos sistemas de inteligencia artificial han dominado más de un juego, lo que requiere una habilidad general en lugar de una habilidad de nicho. De momento, lo único que parece claro es que la inteligencia artificial ya ha superado a la mente humana en algunos campos.


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