El rodaje de varias escenas ambientadas en San Fermín estuvo sembrado de 'infortunios' y se realizó en Puente la Reina y Pamplona.
El primer encierro de los Sanfermines del año 2019 se adelanta seis meses y llega este mismo viernes 15 de febrero.
La película 'Perdiendo el este', que en parte se rodó en Pamplona y en Puente la Reina, se estrena este fin de semana en los cines de toda España para prolongar el éxito de su predecesora, 'Perdiendo el norte'.
La comedia, dirigida por Paco Caballero y protagonizada por Julián López, Carmen Machi y Miki Esparbé, grabó sus secuencias en Navarra el pasado mes de enero de 2018 a pesar de varios infortunios durante el rodaje.
La grabación estaba prevista entre el 26 y el 31 de enero con la participación de 250 extras, entre ellos varios corredores profesionales de encierros para dar veracidad a las escenas ambientadas en el popular acto sanferminero.
La previsión de lluvias obligó a posponer el rodaje varios días ante la imposibilidad de grabar. Una vez que se escuchó el 'luces, cámaras... ¡acción!', los problemas siguieron con la lesión de uno de los extras que participaba en la recreación del encierro.
El herido fue un pamplonés de 47 años, que tropezó con otro mozo caído y cayó al suelo. No revistió gravedad, aunque terminó su trabajo de cine con una luxación en el codo. A pesar de la caída, el extra se mostró muy agradecido por la implicación del equipo técnico para
En el rodaje de las secuencias del encierro, que se repartieron entre la parte vieja de Puente la Reina y la plaza del Ayuntamiento de Pamplona, no se emplearon toros de verdad. De hecho, la productora ya grabó en los Sanfermines de 2017 escenas reales de los encierros que ahora se verán combinadas con la recreación.
Al margen de la recreación del encierro, se grabaron otras escenas exteriores en Pamplona. Así, el aeropuerto de Noáin se convirtió por arte y magia del equipo de decoración y atrezzo en el aeropuerto de Hong Kong.
La comedia 'Perdiendo el este' llegará a los cines este fin de semana siguiendo las aventuras de Braulio (Julián López), que consiguió al final de la primera película una beca de investigación en China.
La nueva historia sigue sus andanzas un año después en el país asiático como un retrato divertido de la generación perdida, que en su búsqueda de fortuna por el Lejano Oriente se va a encontrar más perdida que nunca.
