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CULTURA

Augusto Bruyel: "Con Sancho III El Mayor comenzó la internacionalización de los reinos españoles"

El catedrático aragonés relata en "Desde Pamplona, Rex Ibericus" la asombrosa vida de uno de los monarcas navarros más destacados.

El escritor aragonés Augusto Bruyel, autor de Desde Pamplona, Rex Ibericus
El escritor Augusto Bruyel, autor de "Desde Pamplona, Rex Ibericus".

Sancho III El Mayor es uno de los reyes navarros más importantes por el papel destacado que jugó en su época, así como por los retos a los que se enfrentó y la cierta controversia que despierta la división de su legado. El escritor aragonés Augusto Bruyel, doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación, ha abordado la biografía del monarca en Desde Pamplona, Rex Ibericus.

La obra, publicada por la Editorial Manuscritos, es una suerte de historia novelada que permite no solo conocer la vida de este personaje histórico clave en la historia de Navarra sino también la realidad convulsa que se vivía en la Península Ibérica entre finales del siglo X y comienzos del XI. La obra cuenta con un prólogo del doctor en Historia Pascual Tamburri, fallecido este año, a quien el autor dedica un texto 'in memoriam'.

Primero escribió una obra sobre Alfonso VIII. ¿Qué le ha llevado hasta Sancho III el Mayor?

Escribir sobre Alfonso VIII surgió de manera natural, pues llevaba mucho tiempo relacionado con momentos importantes de su vida: por ejemplo, todos los años he pasado temporadas importantes en Gascueña, de donde es mi mujer; y este nombre es la traducción exacta en castellano del francés Gascogne, ducado que doña Leonor había traído como dote al matrimonio con Alfonso VIII. 

¿Y con Sancho III?

Me pasaba algo parecido. Así, un servidor es aragonés,aunque llevo media vida en Santiago de Compostela, y no acababa de entender muy bien cómo el primer rey de Aragón (Ramiro I) podía haber sido un hijo de Sancho III el Mayor, el monarca de Pamplona que gozó de mayor poder. Había más cosas que me ligaban a Navarra, como haberme casado allí o tener mi abuela materna un apellido claramente vasco, cuando resulta que lo vascón proviene de Navarra (norte). Lógicamente, aparte de esas contigüidades por motivos personales, hay que tener, además, en cuenta que se trataba de dos reyes medievales muy notorios. 

Señala, desde el título, el sobrenombre de "Rex ibericus", y también "Rex hispaniarum". ¿De dónde procede el apelativo?

Recordemos que, mientras los musulmanes estuvieron aquí, su territorio era conocido, allende los Pirineos, como al-Ándalus; y el cristiano, como España. Pues bien, era tanto el poder que el rey de Pamplona, Sancho III el Mayor, tenía de una manera u otra sobre todos los territorios cristianos españoles, que fue considerado, tanto dentro como fuera de la Península Ibérica, el auténtico rey ibérico. Así se lo reconocen, por ejemplo, el abad de Ripoll, Oliba, o el también catalán obispo de Palencia, Bernardo. Y así es visto también por las generaciones posteriores.

¿Por qué lo resalta?

Me interesaba mucho resaltar esa faceta unitaria que se deduce de los elogiosos epítetos dedicados al rey navarro, ya que la importancia de permanecer unidos es en buena medida el leitmotiv de mi libro. Por eso destaco el hundimiento del Califato de Córdoba, o anoto la desaparición del reino de Pamplona, aunque éste hubiera sucedido muerto ya Sancho III.

Como monarca del Reino de Pamplona, es uno de los reyes más destacados de la Historia de Navarra. ¿Cree que ha trascendido una imagen acertada de lo que supuso su figura?

 Aunque algunos investigadores, como Pérez de Urbel o Menéndez Pidal, son muy críticos con Sancho III, la mayoría de historiadores alaban su figura y rechazan los planteamientos de fray Justo y de don Ramón. Por ejemplo, se le ha criticado a Sancho por haber dividido el Reino de Pamplona entre sus hijos, de donde habría salido el reino de Aragón. Pero eso no es cierto: él lo que hizo fue repartir el gobierno de los distintos territorios, pero siempre supeditado al rey de Pamplona, al que todos debían vasallaje; exactamente igual a lo que ya sucedía en vida del propio Sancho el Mayor.

¿Y su influencia?

Creo que sí ha trascendido la importancia de su figura. Tanto, que quizás ahora se esté llegando a exagerar, o trastocar, asignándole un papel panvasquista que no tuvo. Lo vascón estaba situado en los valles pirenaicos; y Navarra era mucho más que eso. Piénsese, por ejemplo, que la corte del reino de Pamplona estuvo mucho tiempo en Nájera, como García el de Nájera se conoce al hijo de Sancho III que heredó el trono, y esta ciudad pertenece a La Rioja.

¿Qué simboliza en la Península Ibérica en su época?

Aparte de ser entonces el señor cristiano más poderoso de la Península, fue su aglutinador, ya que debió intervenir en el gobierno del otro reino español, el de León, y en el del poderoso condado de Castilla, mientras mantenía unas relaciones excelentes con el conde de Barcelona (eran cuñados) y con otros condados de lo que hoy es Cataluña.

¿Qué destacaría entre sus logros?

Supuso el comienzo de la internacionalización de los reinos españoles: fue el primer rey que, desde la invasión musulmana del 711, viajó más allá de los Pirineos; estuvo muy atento a la reforma cluniacense proveniente de Francia, y mantuvo relaciones fluidas con Roma.

¿Cuál fue el mayor desafío al que se enfrentó durante su mandato?

Desde su nacimiento y hasta los primeros años de su reinado, Sancho III conoció los embates terribles de Almanzor y de su hijo. Como el califato de Córdoba acabó autodestruyéndose por culpa de sus tremendas divisiones internas, creo que el mayor desafío al que debió enfrentarse el rey Sancho Garcés fue el de mantener el orden en el muy extenso reino vecino, donde los nobles estuvieron levantiscos tras la muerte imprevista de Alfonso V de León, que dejaba como aspirante al trono a un niño de once años, Vermudo III, y a una reina viuda…, que era hermana del rey navarro.

¿Qué lo diferenció de otros monarcas de su tiempo?

Entonces (primer tercio del siglo XI) sólo había dos reinos en España (la parte cristiana): el de Pamplona y el de León; al-Ándalus estaba regida por el califato de Córdoba. Pasada la primera década del siglo XI, el califato pierde todo su poder por culpa de las luchas internas que terminan destruyéndolo. Ninguno de los reinos de taifas resultantes tuvo fuerza suficiente para enfrentarse en solitario a Pamplona.

Define su trabajo como una historia novelada en lugar de una novela histórica. ¿Por qué?

La novela histórica, de tanta tradición y que tantos buenos momentos nos ha hecho pasar, puede ser toda ella ficción excepto unos pocos elementos históricos que sirvan para situar la acción desarrollada. En cambio, si lo que predomina son datos reales, históricos, sólo que contados de una manera más literaria, entonces entiendo que es más apropiado definir a ese escrito como una historia novelada.

¿Qué le ha permitido este tratamiento de los hechos históricos?

Sobre todo, intentar enganchar más al lector. Aunque un libro tipo ensayo no tiene por qué ser, en absoluto, aburrido, me parecía que plantearlo de forma novelada estimularía más al lector a seguir leyéndolo. 

Por otra parte, dada la fuerza que tiene el arte, en este caso el literario, para penetrar en nosotros, confiaba en que también acabaran permaneciendo con mayor facilidad en la memoria del lector los hechos que se cuentan.

¿Cuáles han sido las principales fuentes para documentar la obra?

El que no haya querido presentar un libro de corte académico no quiere decir que no esté asentado en argumentos de peso. He debido consultar a historiadores reconocidos como José María Lacarra y de Miguel, Antonio Ubieto Arteta o Gonzalo Martínez Díaz, además de otros investigadores que participan en libros de Historia patrocinados por el propio Gobierno de Navarra.

No he querido eludir en el libro las críticas severas que le hacen a Sancho III historiadores de la talla de Ramón Menéndez Pidal y Justo Pérez de Urbel; pero, como entiendo que los demás no están de acuerdo con ellas, las cuales son refutadas con fundamento, he presentado de manera positiva la figura del gran rey navarro.

¿Ha encontrado algún episodio que le haya sorprendido especialmente?

Sin duda, el asesinato del infant García, el joven conde de Castilla, cuando se encontraba en León preparando sus esponsales con la hermana del rey leonés. Se hace, a traición, en el trascurso de un torneo; por lo que se cumple, una vez más, ese carácter novelesco de lo estrictamente real que tanto impresiona al estupendo escritor Muñoz Molina.

Me sorprendió mucho también la fulminante desintegración del hasta entonces poderosísimo califato cordobés. Aunque ahí no se dio un solo episodio, sino una concatenación de ellos. 

FICHA DEL LIBRO: Desde Pamplona, Rex Ibericus. Gozó de autoridad en toda la península. Autor: Augusto Bruyel. Editoral Manuscritos. Páginas: 255. Precio: 15 euros.


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