La charla ha sido a cargo de Concepción Naval y Elena Arbués, miembros del Grupo de Investigación, Educación y Ciudadanía.
“Las universidades no solo tienen misiones cívicas, sino que son auténticas misiones cívicas, y su influjo debería llegar hasta el último rincón del último barrio”. Así lo ha afirmado hoy la profesora de la Universidad de Navarra Concepción Naval durante la inauguración de las actividades de Parlamento Cívico, una iniciativa que puso en marcha en 2010 el Parlamento de Navarra y el centro académico.
Ante un centenar de asistentes al acto, entre profesores y alumnos, la decana de la Facultad de Educación y Psicología, investigadora principal del proyecto, ha pronunciado una conferencia sobre “Aprendizaje-Servicio e Innovación en la Universidad”. La intervención ha estado centrada en cómo el Aprendizaje-Servicio, una metodología de enseñanza-aprendizaje, puede ayudar a todos los que forman la comunidad universitaria -profesores, alumnos y personal de administración y servicios- a aprender a participar en la sociedad.
Partiendo de indicadores que muestran evidencias sociológicas sobre cuál es la percepción de los alumnos acerca de las cuestiones cívicas, la profesora Naval ha querido señalar los beneficios de esta metodología “para mejorar la competencia cívica de los alumnos y, en un futuro, la innovación y la empleabilidad”. Según la decana, “las universidades deben ser espacios de educación ético-cívica, donde, además de aprender a ser buenos profesionales, los alumnos tengan oportunidad de aprender a ser buenos ciudadanos y lograr un cambio social”.
EJEMPLOS DE APRENDIZAJE-SERVICIO
También ha querido señalar la diferencia existente entre el aprendizaje-servicio, el voluntariado y las prácticas curriculares, donde se conjugan los mismos ingredientes de aprendizaje y servicio pero con distinto predominio de alguno de ellos. En el primero existe un equilibrio entre los dos componentes, según ha explicado la experta.
Asimismo, este tipo de aprendizaje implica el protagonismo del alumno, la atención a una necesidad social concreta, una conexión con objetivos curriculares, la ejecución de un proyecto y la reflexión posterior del trabajo llevado a cabo. Además, la implementación del aprendizaje-servicio “supone tres elementos entrelazados: una filosofía (un modo de entender la misión social que la universidad tiene), una metodología y una organización”.
Tras la exposición de la decana de la Facultad de Educación y Psicología, la profesora Elena Arbués ha mostrado ejemplos de aprendizaje-servicio que se están llevando a cabo en la Universidad de Navarra en las Facultades de Comunicación, Ciencias, Educación y Psicología, Derecho y en la Escuela de Arquitectura.
