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SOCIEDAD

Del 'calvo de la lotería' a 'Atrapado en el tiempo': 15 años de historias en los anuncios de la lotería

En los últimos 15 anuncios se han vivido relatos emotivos, otros lacrimógenos y también algunos que pasaron sin pena ni gloria.

Rostros de los personajes de los anuncios de la lotería de Navidad
Rostros de los personajes de los anuncios de la lotería de Navidad.

En estas fechas en las que la Navidad comienza a anticiparse en las calles, con la colocación de las luces y los adornos, y en las que en la televisión y en las redes sociales se presenta y comparte el anuncio de la lotería, la ilusión y el optimismo se conjugan con los mensajes entrañables y emotivos con los que Loterías y Apuestas del Estado intenta mover a la población para que participe en el sorteo más importante del año.

Lejos queda ya el famoso calvo de la lotería, que todos los meses de noviembre se asomaba a los televisores para soplar las bolas que irían después en los bombos ubicados en el Teatro Real de Madrid, donde los niños de San Ildefonso cantan las lluvias de millones.

Entre los anuncios, ha habido de todos los tipos: algunos lacrimógenos, otros musicales y, sin quererlo, de tintes cómicos, otros de animación, otros con historias de personas comunes, otros con extraterrestres...

¿Se acuerda de todos o guarda recuerdos con especial cariño de alguno de ellos? Repase con nosotros los últimos 15 anuncios de la lotería de Navidad, un espejo de la sociedad de aquellos momentos, que se ilusionó con ellos al igual que ahora, pensando en que llegara el día 22 de diciembre y la suerte se posara en el décimo de cada uno.

2003: SEXTA APARICIÓN DEL CALVO DE LA LOTERÍA

El actor Clive Arrindell, nacido en el año 1950 en Trinidad y Tobago, se hizo famoso en España por interpretar al personaje que durante muchos años aparecía en los últimos meses del año para trasladarnos el espíritu de la Navidad. En el anuncio del 2003, caminaba por una ciudad nevada hasta encontrarse con una casa en la que los copos no se posaba. Hacía su famoso gesto soplando, el décimo se introducía por debajo de la puerta y la ilusión reinaba entonces ya en toda la ciudad.

 

2004: LA LLEGADA DEL COLOR

La misma música, la misma ciudad nevada, el mismo personaje recorriendo las calles... El cambio llegó con la irrupción del color en el anuncio, ya que cuando los personajes del vídeo se imbuían con la ilusión del sorteo, sus sueños o anhelos escapaban del blanco y negro, para hacerse realidad ante sus rostros.

 

2005: LA IMPORTANCIA DE COMPARTIR

El escenario y la música se repetían de nuevo, pero esta vez nuestro protagonista se encontraba con una ciudad en la que los ruidos del tráfico envolvían de estrés a los ciudadanos. Por primera vez, se deslizaba el hecho de compartir con personas en una situación más complicada un décimo de lotería que pudiera cambiar su destino. Y también se mencionaban los sueños compartidos entre las parejas, como el hecho de comprarse una vivienda en una coyuntura económica en la que la crisis todavía no había mostrado su sombra.

 

2006: LLEGA EL CAMBIO

Adiós al calvo de la lotería. Adiós a la música. Adiós a la ciudad nevada. En el año 2006 los telespectadores españoles nos encontramos con un soplo de aire fresco en el anuncio de la lotería. Arrindell se había ganado tanta fama que rivalizaba con el propio sorteo navideño, como así lo consideró Loterías y Apuestas del Estado. Se puso fin de este modo a ocho años de apariciones navideñas en la televisión. Aunque no a las cifras millonarias que cobraba el actor, que tenía contrato para cuatro años más, en los cuales siguió ingresando su minuta, pese a que ya no hacía trabajo alguno. Spain is different, no cabe duda.

En la renovada imagen del anuncio, se recordaba a la población lo que tocaba en estas fechas: pasar frío, reír, besar, reencontrarse, bailar, disfrutar de las ilusiones... Y, por supuesto, toca jugar a la lotería de Navidad, el eslogan escogido para dar carpetazo al archiconocido "cada Navidad, tus sueños juegan a la lotería".

 

2007: NADIE SE ESCAPA A LA ILUSIÓN

A través de la misma música y similar composición de imágenes y secuencias de momentos felices, con el anuncio de ese año se hizo hincapié en que nadie es ajeno a la ilusión que reparte la lotería de la Navidad. Los décimos pueden alegrar la vida de los pequeños, de los mayores, de los que están aquí, de los que vienen de lejos... Sin olvidar citar también la relevancia de las buenas acciones, para ser generosos y compartir con los más necesitados.

 

2008: EL TIEMPO DE LOS EFECTOS ESPECIALES

Nuevo cambio de estilo en los anuncios del sorteo. Se suprimió la onírica canción que aumentaba los sentimientos de emoción y afectividad, y se apostó por una que no contaba con tanto peso. El leitmotiv lo asumió la animación de figuras inertes, como esculturas, soportes publicitarios, muñecos... Cobraban vida para reflejar que la suerte humanizaba. Eso rezaba al menos el eslogan de aquel año, "el toque humano de la suerte".

 

2009: NUEVOS POLOS OPUESTOS

En el 2009 se recuperó una melodía más sentimental para volver al mensaje que cualquier tipo de Navidad cabe en el sorteo de la lotería. Da igual si eres viajero, si eres soñador, si eres rico o pobre, si eres familiar, si eres moderno, si te vas de vacaciones a la playa... Una voz en off locutaba las diferencias para subrayar la conclusión de que, fuera cual fuera tu Navidad, la lotería era "la nuestra".

 

2010: EL MUNDO DE LOS CUENTOS SE HACE REALIDAD

La calidad de los anuncios de la lotería subió un escalón en el año 2010 con una producción mucho más espectacular y una puesta en escena llamativa, en las que el mundo de los cuentos, como Peter Pan, como Alicia en el país de las maravillas, como Cenicienta o como El gato con botas, podía introducirse en nuestra realidad. Así como también era posible,a pesar de las escasas posibilidades, que la fortuna nos sonriera. Solo hacía falta jugar, te animaba el anuncio.

 

2011: LA PRIMERA HISTORIA

El anuncio del 2011 fue el primero en el que se incluyó una trama que evolucionaba hasta presentar un desenlace, y que también alargó hasta los dos minutos la duración del vídeo. En este caso, un grupo de niños magos, al estilo de Harry Potter, recorría el mundo capturando en sus cámaras de fotos los sueños de todos los habitantes. De vuelta en su colegio, esos anhelos se transformaban en las bolas que llenan el bombo de la lotería. "Si sueñas, loterías", un eslogan que también se haría famoso.

 

2012: GUIÑO A HOLLYWOOD

La fábrica de sueños continuó su andadura, pero esta vez se fijó en Los juegos del hambre, película que se había estrenado en España en abril de ese mismo año 2012. Un grupo de jóvenes liderado por una heroína con un arco, al igual que en el filme, salía a explorar el mundo en busca de los sueños de las personas, tal y como el anuncio del año anterior. Una vez capturados todos y convertidos en bola, se llenaba el bombo que hacía posible la lotería. Un vídeo sin voces en off y con atractivos paisajes que, pese a su espectacularidad visual, carecía de la emotividad de los anuncios de años pasados.

 

2013: EL HUMOR INESPERADO

Uno de los anuncios de la lotería de Navidad más recordado, aunque no sea por su buena factura, por resultar especialmente sensitivo o por transmitir de forma notable los valores asociados al sorteo. Se trata del vídeo en el que Marta Sánchez, David Bustamante, Niña Pastori, Rapahel y Montserrat Caballé comenzaban a cantar a capela a una plaza llena de personas con velas encendidas. Después, ya con la música acompañándolos, entonaban una letra que anunciaba la llegada de la Navidad y animaba a "poner tus sueños a jugar". Los gestos faciales poco afortunados de la soprano fallecida este 2018 y, sobre todo, el desde entonces parodiado hasta la saciedad "la, la, la, la, la, la", con el movimiento de la mano, de Raphael convirtieron este anuncio en uno de los más conocidos y emulados de todos los de la lotería, más centrado en remarcar su involuntario sentido del humor que en subrayar sus buenas cualidades.

 

2014: EL ANUNCIO, EN MAYÚSCULAS

El año 2014 se cerró con los dos minutos y medio más emotivos que ha dado la historia de la televisión y que quizá nunca vuelva a conseguir tocar cotas tan alta de empatía. Es la historia de Manuel y Antonio. El primero, cliente habitual de un bar que siempre compraba lotería de Navidad, menos justo el año en el que toca el Gordo. A un Manuel con las lágrimas a punto de brotar de los ojos le toca bajar al bar para felicitar a su amigo, mientras el resto de la clientela festeja con gritos y risas la llegada del premio. Se toma un café por el que Antonio pretende cobrarle 21 euros. Pero ese no era el precio de la bebida. Era lo que costaba el café y el décimo premiado, guardado en un sobre para su amigo. "El mayor premio es compartirlo". Pocos momentos televisivos habrán generado tantas lágrimas de emoción como este anuncio, con el que se batieron todos los récords. Fue el tema de conversación de todos los encuentros durante varias semanas. Un punto imposible de igualar.

 

2015: LA ANIMACIÓN QUE ESCONDE HUMANIDAD

El año siguiente al de Manuel y Antonio se escogió una historia similar, con la que tratar de alcanzar un nivel de emotividad tan alto como el que había conseguido su antecesor. Para ello, se produjo un cortometraje de animación, en el que durante tres minutos y medio se relataba la vida de un vigilante de seguridad de una fábrica de maniquíes. Cansado de estar siempre solo por las noches, el protagonista jugaba con los muñecos y los colocaba en posiciones especiales para alegrar la vida a los compañeros que habitaban la planta durante el día, a los que nunca veía. Así hasta que en el sorteo de Navidad, a los trabajadores les toca el Gordo. Excepto a él, que se olvidó de comprar un décimo. El final es el mismo que el del año anterior, logrando a su vez una empatía altísima y generando una emoción que latía a flor de piel. De nuevo, el mayor premio era compartirlo.

 

2016: LA CONFABULACIÓN DE TODO UN PUEBLO

Hasta los cinco minutos se alargó la duración del anuncio para seguir los pasos de Carmina y su nieto en un pequeño pueblo costero del norte de España. La mujer, confundida, se cree que ha ganado el sorteo pese a ser 21 de diciembre. Y sus familiares, viendo la ilusión con la que vive el momento, deciden convencer a todos los vecinos para irse juntos hasta el faro para celebrar el acontecimiento. La emotividad que iba creciendo tiene un empujón final, cuando Carmina le regala el décimo premiado a su hijo. "A una madre hay que hacerle caso siempre", le dice. Nueva dosis de llantos para comulgar con otro relato disparado a bocajarro contra los sentimientos más humanos y para cerrar una trilogía de anuncios emotivos hasta cotas insospechadas.

 

2017: LA INDIFERENCIA DE AMENÁBAR

Viniendo de los tres anuncios que precedieron a este, el envite de Loterías y Apuestas del Estado dejó a más de uno con cara de asombro. Se contrató a Alejandro Amenábar, que dirigió un cortometraje de 20 minutos sobre un alienígena que aterrizaba en la Tierra adoptando una forma femenina y que era acogido en su piso por un joven madrileño. Juntos, compartían secuencias oníricas que generaban más extrañeza que emoción. Después de perderse por la ciudad, su enamorado la encuentra después de comprobar que ambos han ganado el Gordo de Navidad. El reencuentro finaliza con un beso, que pone también fin a un anuncio que, pese a la fama de su director y a los recursos invertido, no encandiló a la audiencia.

 

2018: EL RETORNO AL HUMOR

Lejos queda ya el blanco y negro asociado al calvo de la lotería, su música y sus paseos por ciudades nevadas. Pero el anuncio de este año sí que ha echado la vista atrás para fijarse en los aciertos que reunió en años pasados. Se ha vuelto a fijar en Hollywood y ha recordado cómo las historias entrañables le supusieron grandes ovaciones. Así, emulando a la película Atrapado en el tiempo, vemos al actor Luis Bermejo interpretando a un hombre hastiado de ganar el premio Gordo un día sí y otro también. Bajo el título de 22, otra vez, su director, Javier Ruiz Caldera (conocido por filmes como Anacleto: Agente secreto), el anuncio retorna al mensaje de que lo más importante es compartir el premio. En un vídeo que combina humor con emotividad, se enfoca otra vez el objetivo de transmitir emotividad para conseguir que el premio de la lotería, más que dinero, lo que reporte sea felicidad.


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