Desde Ikea han querido ser originales en su anuncio navideño, realizando una crítica al uso de las redes sociales .
Como si de un concurso televisivo se tratara, el anuncio de Ikea presenta a cuatro familias distintas que simulan una clásica cena de Navidad. Las familias Andrés Lorenzo, Fernández Gómez o Carral son algunas de las protagonistas.
Si uno de los familiares no sabe responder, o falla alguna de las preguntas que lanza el presentador, tendrá que abandonar la cena navideña. Las primeras cuestiones no ponen en aprietos a los concursantes, se tratan de aquellas basas en las redes sociales y su lenguaje.
Conforme avanza el concurso, arrancan las preguntas más personales y es ahí cuando comienzan los errores. ¿Cuál es el puesto de trabajo de tú padre? ¿Qué carreras estudió tú abuela? o ¿Cuál es el grupo favorito de tú hijo?, son algunas de las preguntas.
Los familiares no saben responder a ninguna de estas cuestiones personales, dejando en evidencia lo poco que conocen a la gente de la que se rodean en el día a día.
Las mesas se van vaciando hasta que apenas queda nadie. Los protagonistas del anuncio quedan retratados y la medida utilizada para hablar entre sí es la de guardar los teléfonos móviles en una caja para así hablar entre las personas.
Como objetivo para conocer mejor a los familiares, desde Ikea anuncian que eliminarán toda su actividad en las redes sociales entre el 24 de diciembre y el 1 de enero.
