La alianza de los socialistas con los radicales es ya un hecho: los concejales del PSN en Burlada votan para que los abertzales estén en la Mancomunidad.
El PSN tiene muy clara en Navarra su alianza con los proetarras de Bildu en Navarra. Si este mismo viernes por la mañana confirmó su preacuerdo de Gobierno con el PNV para proseguir con la euskaldunización de Navarra, por la tarde los socialistas dieron un paso más en su acuerdo con los abertzales.
La dirección del partido obligó a los concejales socialistas de Burlada a romper su acuerdo con Navarra Suma sobre los representantes en la Mancomunidad que acudirían en nombre de la localidad.
Navarra Suma y PSN habían pactado que de los tres miembros en el órgano dos de ellos fueran de Na+ y otro del PSN. Sin embargo, la dirección del partido dio orden de romper de forma inmediata ese acuerdo para favorecer a sus socios abertzales de Bildu, que se abstendrán en la investidura de Chivite.
De esta forma, el concejal socialista Sergio Barasoáin tuvo que romper su acuerdo verbal pactado con la alcaldesa Ana Góngora y con el edil regionalista Ander Carrascón para acatar la "orden de arriba". Fuentes de Navarra Suma apuntan a Ramón Alzórriz, exconcejal en Burlada y ahora mano derecha de María Chivite en sus acuerdos con el nacionalismo vasco, como la persona que dirigió la operación.
Ya en el pleno, los ediles del PSN votaron junto con Bildu una enmienda firmada conjuntamente para que los representantes del partido proetarra que ha tenido amenazados a los socialistas durante años fueran beneficiados y tengan un puesto en la Mancomunidad. Los socialistas quieren devolver el pago a la abstención de Bildu con todos los cargos posibles para los radicales, entre ellos posiblemente la presidencia de la Mancomunidad.
De esta forma, gracias al PSN, un representante de Bildu se ha colado en la Mancomunidad y Burlada contará con un representante de Na+ (Ana Góngora), otro de PSN (Sergio Barasoáin) y otro de Bildu (Berta Arizkun), en lugar de tres representantes constitucionalistas apalabrados entre Navarra Suma y PSN.
En el turno de intervenciones, el anterior alcalde, Txema Noval, de Cambiando Burlada, llegó a decir que se trataba de que la elección fuera representantiva de las tres fuerzas con más votos en Burlada. Sin embargo, cuando el fue alcalde se negó a que eso fuera así y su partido y Bildu coparon los puestos e impidieron que UPN tuviera un representante.
La alcaldesa de Burlada, Ana Góngora, preguntó a los concejales del PSN si hay más pagos previstos a Bildu durante la legislatura para saber bien a qué atenerse. Los concejales socialistas ni siquiera intervinieron para explicar por qué han colocado a un representante del partido que no condena el asesinato selectivo de personas en la Mancomunidad.
En Burlada, Navarra Suma gobierna como lista más votada, aunque vista la situación no se puede descartar una moción de censura comandada conjuntamente entre Bildu y el PSN, socios en el Gobierno en Navarra.
Los socialistas caminan ya así directos a integrarse dentro del nacionalismo vasco en Navarra y dejan sólo a Navarra Suma como partido constitucionalista y el único que defiende a Navarra como comunidad diferenciada alejada de la anexión de Navarra al País Vasco que ahora peleará el PSN con sus socios, mientras imponen el euskera, suben los impuestos a las empresas y hacen guiños permanentes a los terroristas.
En la misma sesión del pleno de Burlada el PSN desbarató junto a Bildu los sueldos pactados con Navarra Suma para la alcaldesa y la corporación.
El PSN ha renunciado a prácticamente todos los postulados que defendió durante los cuatro años negros del Gobierno cuatripartito de Uxue Barkos, en los que desde la oposición criticó vehemente el viraje del Ejecutivo navarro hacia el nacionalismo vasco.
