Ningún punto de la Ley foral de Memoria Histórica hace mención a la exhumación de los sublevados.
El Parlamento de Navarra, con los votos de todas las formaciones excepto UPN y PP, se han sumado a la iniciativa del Ayuntamiento de Pamplona de exhumar los restos de los generales Mola y Sanjurjo, junto con otros seis requetés, del Monumento a los Caídos. El acuerdo se basa en la ley foral 33/2013 de Memoria Histórica que en ningún momento hace mención a los cementerios ni a las exhumaciones.
Concretamente, el artículo 11 de la citada ley a la que el alcalde de Pamplona hizo referencia como justificación de la exhumación, asegura que “El Gobierno de Navarra, en el ejercicio de sus competencias, tomará las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas”.
En ningún momento dice que hay que hacer respecto a los cementerios o lugares de consideración sagrada, como es el caso de la cripta del Monumento a los Caídos, donde reposan los restos de sublevados. El único artículo de la ley de Memoria Histórica que se refiere a las exhumaciones, el artículo 7, hace referencia únicamente a las exhumaciones de las personas desaparecidas.
A esta ausencia de referencias en la ley se ha agarrado el Partido Popular para rechazar la declaración institucional presentada por el cuatripartito. La portavoz popular, Ana Beltrán, ha asegurado que “no queremos que nadie esté en una cuneta y que todos tengan una digna sepultura”.
El portavoz de UPN, Carlos García Adanero, además, ha asegurado que “hasta ahora había grupos que estaban haciendo bien su trabajo respecto a la Memoria Histórica y ahora Bildu, que no había hecho nada al respecto, pretende quitarles esa bandera”.
