El Gobierno foral, con competencias fiscales propias, propone seguir la estela de la decisión nacional para cargar el pago a las entidades bancarias.
El Gobierno de Navarra ha aprobado en su sesión de este miércoles un proyecto de Ley Foral que modifica parte del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (AJD), el conocido como impuesto hipotecario.
El objetivo del Ejecutivo es poner fin a la “situación de enorme desasosiego y perplejidad ocasionada por los acelerados cambios jurisdiccionales y normativos” al que ha sido sometido este impuesto a nivel nacional, ya que es el Gobierno foral quien tiene competencia para legislarlo en Navarra.
El cambio propuesto por el Ejecutivo foral modifica en ciertos supuestos el sujeto pasivo, es decir, quién tiene obligación de abonar el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados. Según la nueva regulación, esta obligación recae en las entidades financieras “cuando se trate de escrituras de constitución de préstamo con garantía”. La nueva redacción afecta a todas las entidades financieras por igual, aunque mantiene que los préstamos a cierto tipo de contribuyentes continúen exentos.
Además, el proyecto de Ley Foral añade una disposición para que las entidades financieras no puedan deducir esta nueva obligación de abonar el impuesto de AJD en su declaración del Impuesto de Sociedades por los ejercicios futuros, comenzando por 2019.
Por último, el Gobierno de Navarra considera que esta modificación “cumple con los requisitos del artículo 158 del reglamento del Parlamento de Navarra, que regula la tramitación directa y en lectura única de los proyectos”.
De este modo, se garantiza la máxima seguridad jurídica de la norma a la vez que se acelera su tramitación en la Cámara foral para que, una vez aprobado el proyecto de Ley foral, entre en vigor al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial de Navarra.
FECHA PARA QUE ENTRE EN VIGOR
Ahora el Parlamento foral deberá aprobar esta modificación, aunque esta semana todos los grupos políticos ya se han mostrado partidarios a cambiar el impuesto aunque no haya unanimidad total en la forma en la que se debe aplicar.
El consejero de Hacienda y Política Financiera del Gobierno foral, Mikel Aranburu, ha señalado que probablemente se aprobará en el pleno del próximo jueves día 22 de noviembre, y entrará en vigor el día después de su publicación en el BON.
Ha explicado Aranburu que, para llegar a este proyecto de ley, "hemos estudiado todas las posibilidades". "En mi opinión, una vez que se ha decidido que el sujeto pasivo del impuesto es el prestamista, establecer una exención a la vivienda habitual complicaría la gestión de la propia entidad financiera, sobre la que recaería una responsabilidad de decidir cuál es primera vivienda o vivienda habitual que no le corresponde; eso lo puede hacer Hacienda, pero no la entidad financiera", ha comentado.
Ha añadido que "mantenemos el esquema de tributación vigente, con el único cambio del sujeto pasivo". Aranburu ha precisado que "hablamos de unos 4 millones de euros anuales que recaudamos en Hacienda por este concepto, y esos 4 millones en vez de pagarlos los ciudadanos los van a pagar los bancos".
EL TSJN AFEA EL CAMBIO DE CRITERIO DEL SUPREMO
Por su parte, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), Joaquín Galve, ha afirmado este miércoles que la imagen de la Justicia "no es evidentemente bonita" tras el cambio de criterio del Tribunal Supremo respecto al pago del impuesto de las hipotecas.
"La imagen que se dio cambiando de criterio no es evidentemente bonita, porque se puede discrepar, pero da la sensación de falta de coordinación, hay un presidente en la sala que en último caso tendría que haber organizado o coordinado la respuesta y así debería haber sido tal y como ha dicho el presidente del Supremo", ha señalado Galve, durante una comparecencia en el Parlamento de Navarra para presentar la memoria judicial de 2017.
Por otro lado, respecto a una afirmación que ha hecho Izquierda-Ezkerra en el sentido de que "la banca siempre gana", Joaquín Galve ha señalado que "yo no sé si gana o no, el que gana es Hacienda, que es el que recibe el impuesto, y si el banco tiene que pagar el impuesto, todos somos conscientes de quién lo va a terminar pagando".
"Un banco es una empresa que tiene accionistas y le piden resultados. No es cuestión de demonizar ni a Hacienda ni al banco", ha señalado.
