La diputada en el Congreso ha mantenido un encuentro con el consejero Mendoza para abordar la Educación en Navarra.
Marta Martín, de Ciudadanos, es una de las mujeres fuertes en la formación naranja junto a, por ejemplo, Inés Arrimadas. Actualmente, esta alicantina, diputada en el Congreso, se encuentra también al frente de la sección de Educación del partido que lidera Albert Rivera y este viernes ha regresado de nuevo a Pamplona para encontrarse con su pasado y anticiparse al futuro.
Estudiante y profesora de la Universidad de Navarra durante un tiempo, Marta Martín ha podido ver cómo ha cambiado en la Comunidad foral la Educación, reto que ahora le ocupa y llena profesionalmente. En la mañana de este viernes, la portavoz de Educación de Ciudadanos ha podido mantener un breve encuentro con el consejero Mendoza y ha participado en una mesa redonda en la que también han estado presentes diversas asociaciones navarras como CEAPA-Herrikoa (Confederación Estatal de Asociaciones de Padres), CECE (Confederación Española de Centros de Enseñanza), ADIPNA (Asociación de directores de centros públicos de Infantil y Primaria) y Concapa (Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos)
Este viernes ha mantenido una reunión con el consejero de Educación José Luis Mendoza, ¿cómo ha sido ese encuentro entre Ciudadanos y el Gobierno de Navarra?
Ha sido una reunión casi de cortesía. Vamos a empezar a hablar con los consejeros en esta materia para proponer nuestro Plan de Cooperación Interterritorial que aborde el abandono escolar temprano. Les hemos instado a que se sumen a él porque este plan tiene una parte de financiación que procede de las Autonomías y es su decisión.
No hemos tocado temas conflictivos para Navarra, que podría haberlos. Hemos preferido hablar de este pacto que tiene que salir centrándonos en cuestiones importantes.
Usted estudió Periodismo en la Universidad de Navarra y después formó parte del equipo del centro como docente, ¿qué recuerdos guarda de ambas épocas?
Tengo muy buen recuerdo de mi trayectoria por la Universidad de Navarra. No sólo en los estudios que cursé durante la licenciatura, también obtuve una beca con la que desarrollé mi doctorado aquí. Durante ese tiempo pude dar clases y aún mantengo relaciones académicas y personales con muchos de mis profesores y, ahora, compañeros.
El recuerdo siempre es bueno cuando vengo a Pamplona. No sólo me gusta mucho la universidad, también toda la ciudad. Es fantástica y, a veces, la añoro.
Supongo que, fruto de esas relaciones de amistad con los profesores de la Universidad de Navarra, está al tanto de los problemas que se han dado con la nueva convocatoria de becas. ¿Qué le han comentado?
He mantenido este viernes una reunión con el rector de la Universidad de Navarra y me ha trasladado cuestiones que me parecen importantes y urgentes. El tema de la supresión de las becas a algunos alumnos me parece muy grave. Ahora mismo son estudiante en condiciones económicas muy desfavorecidas y que están ya enrolados en determinados grados.
Este cambio les deja en una situación de indefensión y de inseguridad jurídica importante. Espero que mis compañeros de aquí ayuden a que esos alumnos de las familias perjudicadas consigan terminar sus estudios en las condiciones en las que los empezaron.
¿Cree que el Gobierno de Navarra busca la dicotomía entre lo público y lo privado con acciones como estas?
Hay debates que tienen que ver con la esfera de lo puramente político y otros con la Educación de verdad. El conflicto que se intenta construir entre lo público y lo concertado es falaz. Siempre se tienen que respetar las reglas del juego: garantizar el derecho a la Educación y garantizar la libertad de elección de las familias.
Creo que los tres sistemas (público, concertado y privado) son compatibles y es una cuestión que se ha convertido en conflicto porque ha querido generarse esa polémica. No tiene por qué suponer ningún problema.
En Navarra, además de este supuesto conflicto también nos encontramos con el tema de los idiomas. Parece que el anterior gobierno fomentó más el inglés y este prefiere apostar por el euskera. ¿Qué le parecen estos cambios?
Hacer ingeniería social con la Educación me parece una irresponsabilidad. También, me parece un error enfrentar a las poblaciones y tratar de adoctrinar a partir de una herramienta que sirve para comunicarse y no para dividir.
Creo que nos tenemos que preocupar de que nuestros niños tengan un dominio de los idiomas, especialmente del castellano y el inglés y, en el caso de las zonas con lenguas propias, su propio idioma. Vulnerar derechos constitucionales como el acceso a la Educación por una cuestión lingüística es una absoluta irresponsabilidad y que, al final, el tiempo y la sociedad pasarán factura.
El trabajo de algunos grupos nacionalistas con las políticas lingüísticas, tratándolas de hacer exclusivas en lugar de inclusivas, no es la vía para fomentar y preservar algunas lenguas como en el caso del euskera. Además, limitar el acceso a programas de inglés es un error brutal cuando la tendencia, a nivel europeo, es precisamente fomentar el conocimiento integral de este idioma.
Por eso, creo que hay que plantar cara a la política lingüística, pero no hay que hacerlo desde la desacreditación de las lenguas propias. Hay que hacerlo desde el fomento y la valoración del castellano, que es la lengua que compartimos todos los españoles.
¿Qué es lo que propone Ciudadanos en ese Pacto por la Educación?
En el Pacto político e institucional por la Educación planteamos que hay que abordar cuestiones esenciales como la convivencia escolar, la cuestión docente o la inestabilidad e interinidad que hay en casi todas la Comunidades Autónomas.
En primer lugar, no podemos encontrarnos noticias cada día de Bullying. Pero la convivencia no solo es eso. Tenemos que optar a mejorar el clima en los centros tanto en los estudiantes como en profesores para conseguir entornos de mejor aprendizaje.
Por ejemplo, estamos pidiendo reiteradamente un año registro de agresiones en los centros escolares a nivel nacional para que tengamos datos de la incidencia y la prevalencia de agresiones tanto a alumnos como a maestros o personal de los centros.
Además, en esa reforma educativa planteamos un MIR para profesores que garantice una formación especializada porque un maestro no sólo tiene que tener unas capacidades cognitivas, que se cuentan con la nota, tiene que tener unas habilidades sociales y unas capacidades de empatía con los alumnos.
Respecto a la interinidad, es importante que se potencie la oferta pública de empleo para poder saber de forma más fácil cuántos interinos reales hay y cuántos están trabajando.
Junto a estos temas, la enseñanza de la docencia del inglés, la estructura curricular, la enseñanza 0-3 años o la Formación Profesional también son cuestiones que se abordan en esta propuesta.
Llevamos tiempo escuchando hablar de pactos por la Educación, pero parece que no llegan. ¿Es este otro planteamiento utópico para la política en España?
Soy optimista y nosotros creemos en todo esto. No es una actitud de boquilla. Si no conseguimos dar un vuelvo a la educación, creo que la ciudadanía nos lo va a echar en cara. Es importante contarle a la gente qué coste tiene el no llegar a un pacto en esta cuestión, ya que puede tener consecuencias en cohesión territorial, en calidad democrática o, desde el punto económico, puede dificultar la entrada de nuestros jóvenes en el mercado de trabajo. Los ciudadanos esperan de nosotros que seamos capaces de abordar esta cuestión en la que hay una crisis.
NAVARRA COMO COMUNIDAD AUTÓNOMA DIFERENCIADA
Volviendo a Navarra, Ciudadanos es un partido que no logró representación en las pasadas elecciones. ¿Cuál es el reto que tiene la formación para la Comunidad foral?
Queremos estar presentes en las instituciones. Creemos que eso es bueno para Navarra porque viene a dar respuesta o a completar algunos nichos importantes que no satisfacen algunas formaciones que ya están presentes como PSN, PPN y UPN. Por supuesto que con todo el sector nacionalista no compartimos en absoluto la mayoría de sus planteamientos porque nosotros creemos en un país grande donde se sume y no se divida.
¿Creéis que vuestra posición sobre los fueros es un inconveniente para obtener esa representación aquí en Navarra?
No. Es una herramienta política que nuestros enemigos han utilizado precisamente porque tenían miedo de que ‘les comiéramos la tostada’. Con el tema de los fueros no hay ningún problema.
En ninguno de los dos acuerdos que hemos hecho con el PP y el PSOE está incluido. Esto no nos hace renunciar a nuestra posición de que queremos un país transparente. Cuando se habla de Navarra siempre pensamos en una situación de “privilegio, pero a lo mejor si se sacan los datos transparentemente, se puede ver que los navarros están pagando unos impuestos muy por encima de la media de lo que pagan el resto de españoles. No se puede tener miedo a ser transparentes.
¿Veremos a Albert Rivera pronto pasear por Navarra?
Yo creo que sí. Es Albert Rivera ‘El deseado’ (ríe). Queremos que vaya a todas partes de España. Yo le voy a trasladar la necesidad de estar más si cabe en las comunidades donde no hay representación institucional porque el que no estemos, no significa que no estemos preocupados por los problemas de la gente.
