• viernes, 29 de marzo de 2024
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POLÍTICA

La jornada de investidura en el Parlamento: así se ha vivido un debate político clave para Navarra

Ambiente tranquilo en las trastienda del hemiciclo del Parlamento de Navarra durante la primera sesión de investidura de la socialista María Chivite. 

La secretaria general del PSN-PSOE, María Chivite (c), durante su intervención ante los medios de comunicación este jueves en el Parlamento de Navarra en el primer acto de su investidura como presidenta del Gobierno Foral, un proceso que ha generado un duro cruce de críticas entre los partidos tanto a nivel regional como nacional debido a la necesaria abstención de Bildu. EFE/ Villar López
La secretaria general del PSN-PSOE, María Chivite (c), durante su intervención ante los medios de comunicación este jueves en el Parlamento de Navarra en el primer acto de su investidura como presidenta del Gobierno Foral. EFE/ Villar López

“Pasara usted a la historia, señora Chivite, como la persona que dinamitó los acuerdos de los constitucionalistas en Navarra”, ha dicho Esparza en su réplica a la candidata a presidir el Gobierno de Navarra 

Y esa frase resumía toda una primera jornada de investidura, en la que el Parlamento de Navarra estaba divido en dos bloques muy hostiles, sí, pero también cordiales. A un lado, Navarra Suma. Al otro, todos los demás.

Por la mañana, el ambiente era tranquilo, estival. Uxue Barkos llegaba de las primeras, sobre las once de la mañana, una hora antes de que comenzara el pleno y acto seguido desaparecía entre los pasillos del Parlamento. Poco después de ella, Mikel Buil, de Podemos Navarra. A esa hora, todavía no había casi nadie. Javier Esparza, que se ha presentado muy pronto, le comentaba a otro parlamentario: “Me voy a tomar un café hasta que empiece esto”.

Poco después, los parlamentarios de EH Bildu formaban un corrillo en el que estaban, entre otros, Bakartxo Ruiz, Maiorga Ramírez, Adolfo Araiz y Bel Pozueta, madre de uno de los condenados por la agresión de Alsasua y candidata sin éxito de EH Bildu al Congreso de los Diputados en las pasadas elecciones generales. Se mostraban alegres, dándose besos y abrazándose para saludarse.

Conforme se acercaba el mediodía, el patio del Parlamento de Navarra comenzaba a llenarse. Varios parlamentarios de Navarra Suma empezaban también a dejarse ver. Carlos Pérez-Nievas y Alberto Bonilla saludaban al presidente del Parlamento, Unai Hualde, que acababa de llegar. Pérez-Nievas le daba una palmadita en el hombro y seguía caminando. En ese momento, llegaban algunos socialistas. Idoia Mendía, secretaria general del Partido Socialista en el País Vasco, sería la primera en intervenir ante la prensa.

Al poco, llegaban Ruth Goñi, portavoz de Ciudadanos en el Senado, y Lorena Roldán, la recién nombrada portavoz de la Ejecutiva de Ciudadanos. Rivera busca promocionarla y emular lo que hizo con Arrimadas. Por eso, tiene que empezar a dejarse ver y la investidura de Navarra es el lugar ideal para debutar. El Partido Popular también mandaba a la artillería pesada: Ana Beltrán y Cayetana Álvarez de Toledo, que han llegado juntas, casi a la vez que Lorena Roldán.

Al llegar, Álvarez de Toledo y Beltrán eclipsan la atención de todos los allí presentes. El corrillo de EH Bildu no se disuelve, pero todos los focos se desplazan a ellas. Esparza y Pérez-Nievas las reciben con una sonrisa. Se arma un revuelo y se dirigen al atril de la prensa para comenzar a hablar.

Justo cuando van a hacerlo, llega la candidata, María Chivite, acompañada por todo su séquito de socialistas navarros: Santos Cerdán, el hombre fuerte de Pedro Sáchez y diputado del Congreso por Navarra, Ramón Alzórriz, secretario de Organización del PSN, Javier Remírez, futuro consejero de Interior del nuevo gobierno, Fabricio Potestad, presidente del PSN, Adriana Maldonado, parlamentaria europea socialista y José Luis Arasti, delegado del Gobierno. Les reciben Idoia Mendía e Inma Jurío, parlamentaria foral del PSN.

Mientras Cayetana Álvarez de Toledo y Ana Beltrán hablan, los parlamentarios de Navarra Suma, además de Ruth Goñi, Sergio Sayas, Carlos García Adanero y Lorena Roldán, se agrupan en pequeños corros para charlar antes de que comience el pleno.

Santos Cerdán y José Luis Arasti, por su parte, charlan Ainhoa Aznarez y con Adolfo Araiz, parlamentario de EH Bildu. Después, Cerdán se desplaza a otro, para charlar con Unai Hualde y Manu Ayerdi (Geroa Bai). Mientras tanto, los parlamentarios de Navarra Suma esperan en un rincón a que terminen de hablar Cayetana Álvarez de Toledo y Ana Beltrán.

Al mismo tiempo, Carlos Mena, presidente de las Juventudes del PSN y parlamentario foral, charla con Josean Beloqui, candidato a la alcaldía de Huarte por Geroa Bai. Mantienen una conversación cordial, teniendo en cuenta que el PSN acaba de impedir, con una única concejala y apoyado por Navarra Suma y GIH, que EH Bildu se haga con la alcadía de Huarte con el apoyo de Geroa Bai. Más tarde lo hará con Koldo Martínez, portavoz de Geroa Bai en el parlamento. Mientras tanto, Uxue Barkos, Idoia Mendía y Ramón Alzórriz comparten impresiones sobre lo que va a ocurrir.

Carlos Mena disuelve su círculo para saludar con un abrazo a Maiorga Ramírez, parlamentario de EH Bildu. En ese momento, las cámaras graban una breve conversación entre Uxue Barkos y María Chivite.

ALUSIONES A BILDU

Una vez en el hemiciclo, Chivite se sube a la tribuna para exponer su programa y menciona dos veces a las víctimas de ETA: una para hablar de memoria histórica y de estar en contra de homenajes a etarras, y otra para hablar de Derechos Humanos. Adolfo Araiz y Bakartxo Ruiz no levantan la cabeza y no hacen ningún gesto. Cuando acaba, tras una hora hablando, el grupo socialista le aplaude. Y también lo hace Patricia Perales, parlamentaria de EH Bildu, sin darse cuenta, hasta que una compañera del grupo, Miren Aranoa, le llama la atención. Perales sonríe y deja de aplaudir al instante.

Comienza el receso para comer.

Y la guerra entre grupos comienza por la tarde. No se pierde la cortesía en la tribuna, no, pero entre unos y otros se acusan de faltarse el respeto. Si Esparza ha sido muy duro en sus réplicas contra Chivite, tampoco se ha quedado corta Bakartxo Ruiz que, lejos del compadreo que se veía esta mañana entre unos y otros en los pasillos del parlamento, por la tarde ha sido muy dura. “No repita la palabra humildad y la palabra confianza. Gánesela, señora Chivite. Con el partido socialista lo único importante son los hechos”, ha sentenciado. “Hemos asistido a veinte años de sometimiento a la derecha en Navarra. Nos pesa el chabacano ‘agur, Asirón”.

Una de las mayores discusiones del día entre EH Bildu y el PSN la tienen a raíz de la constitución de los ayuntamientos. Chivite le reprocha a Bakartxo Ruiz: “Si no querían a Navarra Suma, haber apoyado al PSN”. Y la portavoz de Bildu le responde desde la tribuna: “Hay que tener jeta de cemento, señora Chivite. Nos van a tener en la oposición más contundente”. Esparza sonríe. “Vamos a compartir oposición, señor Esparza”.


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