Se trata de un acto, dice el Ejecutivo, amparado en la 'Ley de víctimas de extrema derecha' y que está en parte suspendida por el Gobierno central.
El Gobierno de Navarra sigue sin especificar a quién va a homenajear en ese acto organizado a "víctimas de violencia de motivación política". Se trata de un homenaje que celebrará el Gobierno foral el próximo sábado 18 de febrero en el claustro isabelino del Departamento de Cultura y el que se pretende igualar a los policías con los asesinos de ETA.
En ese sentido, la portavoz del Ejecutivo foral, María Solana, ha afirmado que se trata de "un acto de reconocimiento institucional para dar cumplimiento a la ley de víctimas de extrema derecha, suspendida en parte por el Gobierno central".
Sin embargo, Solana ha señalado que el punto en el que se recoge la posibilidad de realizar ese homenaje no se encuentra recurrido y, por tanto, "puede hacerse". "El Tribunal Constitucional entendió que este acto era perfectamente constitucional", ha apostillado la portavoz del Gobierno de Barkos.
Asimismo, ha desvelado algunos de los detalles más genéricos de este acto que para el Partido Popular en Navarra puede suponer un evento en contra de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado al no especificar tampoco a quiénes se hace referencia cuando se habla de "víctimas de funcionarios públicos".
"Se trata de un acto de reparación genérico y simbólico para aquellas personas que aún no han sido reparadas", ha destacado Solana. Preguntada sobre qué tipo de víctimas van a estar, la portavoz ha añadido que no hay un "listado de víctimas" y que cada acto de ese tipo se celebra dentro de "un concepto victimológico".
Además, ha criticado el recurso interpuesto por el Gobierno central contra esa ley porque "no se puede constituir la comisión" que definiría a las personas que pueden ser homenajeadas.
Algunos colectivos de víctimas de terrorismo ya han manifestado su disconformidad con este acto y, por ejemplo, desde Sociedad Civil Navarra han compartido a través de su cuenta en Twitter la imagen de la invitación para interpelar a la presidenta Barkos si el homenaje es una "broma".
