El PPN critica que el Ejecutivo esté preparando un decreto "para regular el euskera en los nombres de las poblaciones, con el agravante de que quiere promover el vascuence sobre el castellano".
El Gobierno de Uxue Barkos continúa con su obsesión de euskaldunizar Navarra y da nuevos pasos para lograrlo. En este caso, esta impulsando la denominación en bilingüe (castellano y euskera) en todos los municipios de la Comunidad foral, incluso los de la zona no vascófona.
En este sentido, el PPN, ha solicitado la comparecencia de la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo, para explicar el proyecto de Decreto Foral que está preparando el Ejecutivo "por el que se establecen los criterios de uso y de expresión gráfica de las denominaciones oficiales bilingües de la población de Navarra".
Para la presidenta 'popular', Ana Beltrán, “este Decreto es una vuelta de tuerca más en la imposición del euskera que hace el Gobierno de Navarra”. Así, lamenta que "una vez más, para regular cualquier tema relacionado con el euskera el Gobierno de Navarra elabora un Decreto Foral para obviar cualquier debate en el Parlamento”. En este sentido critica la mala praxis del Gobierno, a quienes acusa de obrar "con nocturnidad y alevosía, nuevamente, pues en ningún momento ha hecho público que estaba elaborando este decreto, ni que estuviera ya en fase de alegaciones públicas”.
NOMBRES NO OFICIALES
La presidenta del PPN ha denunciado que “el Gobierno prepara un decreto para regular el euskera en los nombres de las poblaciones, con el agravante de que quiere promover el vascuence sobre el castellano e incluso quiere que se utilicen nombres que no son oficiales con el único afán de ‘normalizar’ un uso que no es normal ni habitual”.
En esta línea, subraya que "el Gobierno, en su hoja de ruta nacionalista vasca, pretende dar una vuelta de tuerca más en su imposición del euskera, esta vez en municipios de la zona no vascófona donde ni se habla vascuence ni tienen ni han tenido jamás denominación en esta lengua. Ahora va a rotular con nombres que, nos da la sensación, en muchas ocasiones serán hasta inventados, pues no tienen tradición histórica ni consideración oficial”.
A su juicio, "lo natural es que allá donde se habla el euskera, que es la zona vascófona, los nombres se usen en euskera y en castellano, pero allá donde el euskera no se habla ni se conoce, poner el nombre del municipio en un nombre diferente aparecido de repente no aporta nada a los ciudadanos de dicho municipio, ni tampoco siquiera a cualquier persona que quiera acudir al mismo, y resultaría casi ridículo si no supiéramos con certeza que detrás de esta decisión hay una intencionalidad mucho más profunda”.
