Los partidarios del dictador empapelaron el pasado verano multitud de calles de varias localidades madrileñas para tratar de evitar la exhumación.
Ni coherentes, ni originales. El eslogan "Navarra no se toca" utilizado por la formación de la presidenta de Navarra, Uxue Barkos, es una copia de uno empleado hace meses por grupos falangistas.
La polémica con el nuevo lema de Geroa Bai parece no tener fin. El pasado fin de semana, la marca blanca del PNV en la Comunidad foral presentaba el que va a ser su eslogan de cara a los próximos comicios: "Navarra no se toca", una oda a la incoherencia, habida cuenta de que el partido liderado por Uxue Barkos está supeditado de manera férrea a los designios y mandatos de los nacionalistas vascos ubicados en Bilbao.
Sin embargo, este lema no ha salido de las mentes pensantes del PNV ni de sus subordinados en Navarra, sino que es una copia del empleado el pasado verano por los partidarios del dictador Francisco Franco.
A través de multitud de carteles y pegatinas colocados en diversos municipios de la Comunidad de Madrid, rechazaban la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos. De hecho, no solo apareció ese eslogan en los carteles, sino que se empleó también en el hastag que circuló por las redes sociales.
En la campaña desarrollada a principios de julio del 2018 llegó a participar la Fundación Francisco Franco, que trataba de este modo de impedir al Gobierno de Pedro Sánchez que se trasladaran los restos mortales de Franco fuera del reciento monumental de la basílica católica ubicada en el valle de Cuelgamuros.
No solo se pudo ver este lema en numerosas calles madrileñas empapeladas por los partidarios del dictador, sino que pegatinas con este eslogan fueron colocadas, entre otros lugares, en la sede del PSOE de Alcalá de Henares, tal y como denunció el partido a través de Twitter.
ATAQUES A LA IDENTIDAD FORAL
En Navarra, los delegados del PNV bajo la marca de Geroa Bai han creído idóneo rescatar la estructura del eslogan de estos grupos falangistas para encabezar con él su propaganda, con el objetivo de resistir en el Palacio de Navarra y proseguir de ese modo durante otros cuatro años su agenda nacionalista bajo las directivas de un partido radicado en la Comunidad Autónoma Vasca.
Más aun, acusan a varias de las formaciones de la oposición de atacar la identidad de la Comunidad foral, omitiendo deliberadamente sus ansias de que Navarra pierda su esencia y quede diluida como una provincia más del País Vasco. Un deseo muchas veces confesado por la propia Barkos cuando se le ha preguntado por la disposición transitoria cuarta de la Constitución, pero que en campaña se esconde para no restar votos.
Algo similar ocurre con sus imposiciones acerca del euskera, llevadas a cabo durante toda la legislatura y que, ahora, ante la cercanía de las urnas, se minimizan, y el idioma queda relegado a un segundo plano. El cartel con el que se presentó el pasado fin de semana el eslogan de Geroa Bai no deja lugar a dudas, al aparecer el castellano en primer plano y en mayúsculas, mientras que el euskera aparece por debajo, en un cuerpo mucho menor y en minúsculas.
