La secretaria general y candidata del PSN a la presidencia del Gobierno de Navarra, María Chivite, ha destacado que su objetivo en las próximas elecciones de mayo es "volver a ser presidenta" del Gobierno foral, revalidando el ejecutivo con "más fuerza" para "no tener que depender de otros apoyos". Por ello, ha pedido "más votos" para "avanzar en una Navarra más próspera".
Y le ha lanzado un enigmático mensaje al presidente de UPN, Javier Esparza, a quien le ha dicho que "si no se ve capaz de ganar las elecciones y llegar a acuerdos parlamentarios que le den la mayoría de la Cámara y piensa en otros métodos para sus aspiraciones, dándose por perdedor o incapaz de llegar a acuerdos, igual debería plantearse si se presenta a las elecciones". Eso sí, no ha explicado cuáles son esos métodos que ella piensa que Esparza estaría dispuesto a utilizar.
Según ha dicho Chivite, "es poco entendible que algunos quieran ser presidente, no desde el respeto a la voluntad popular sino desde pactos en despachos. Que el señor Esparza no sueñe con algo así porque la apuesta del PSN es progreso e izquierda desde la centralidad política", ha subrayado. Tampoco ha dicho qué pactos piensa ella que puede alcanzar UPN, ni con quién, ni en qué despachos.
Todo esto lo ha dicho en una rueda de prensa celebrada este sábado en la sede de su partido, y en la que ha destacado los resultados de una encuesta interna del PSN en la que conceden la victoria a UPN, pero cuyos resultados están muy lejos de los sondeos demoscópicos independientes publicados hasta la fecha. Según la encuesta socialista, todos los partidos del pentapartito del Gobierno de Navarra crecen, menos Geroa Bai.
Y todo ello lo ha dicho en una rueda de prensa en la que la autocomplacencia ha vuelto a ser la tónica general; sin atisbo de autocrítica y en la que los problemas de las personas para llegar a fin de mes, pagar facturas o la cuenta del supermercado no existen.
Así, ha insistido en que el objetivo es "afianzar y hacer crecer el proyecto del PSN" para "continuar liderando un gobierno progresista con más apoyo ciudadano" y "con propuestas de calado social".
Chivite ha criticado que la política "no está siendo bien valorada porque hay quien se empeña en desprestigiarla y poner el foco en la bronca y no en las propuestas que solucionan los problemas que tiene la ciudadanía" y ha esperado que "algunos aprendan que por ese camino todos perdemos" y que la próxima legislatura "sea la del consenso y la serenidad, con otro tono y otras maneras de hacer política".
También se ha referido a la reciente reforma del delito de malversación. Después de dar la callada por respuesta en el pleno del Parlamento, ha utilizado el atril de la sede socialista para decir que "la reforma no despenaliza ningún tipo de malversación sino, más bien, se contemplan todos los delitos posibles de malversación y lo único que supone es un regreso a ese modelo que ya estaba anteriormente de la reforma del año 2015". Lo que no dijo la presidenta es que gracias al pacto de su partido con los nacionalistas catalanes, los condenados del llamado "Procés" saldrán de la cárcel y se podrán volver a presentar a las elecciones gracias a esa reforma.
