El consejero afirma que se basa en informes jurídicos y económicos que aún no ha entregado a la oposición.
Nuevos datos perfectamente preparados para justificar el fin del convenio con la Clínica Universidad de Navarra. A pesar de que Geroa Bai y Bildu han mantenido siempre que se trata de una decisión política y no lo han escondido (Bildu lo prometía en campaña sin datos), el consejero de Salud, Fernando Domínguez, ha tenido que pasar por la papeleta de escenificar que el convenio es un desastre económico para Navarra para justificar la decisión ideológica del Gobierno de Barkos apoyado en Bildu.
“El convenio con la CUN es improrrogable desde el punto de vista jurídico, injustificable desde el punto de vista económico e injusto desde el punto de vista de la equidad de la salud”. Con esta frase, el consejero de Salud, Fernando Domínguez ha sentenciado la bondad de no continuar el convenio que tenía firmado el Gobierno de Navarra para que los trabajadores de la Universidad de Navarra fueran atendidos en la Clínica Universitaria.
Según el consejero, la atención en el Servicio Navarro de Salud de las 7.128 personas acogidas a este convenio supondría en torno a los 3,2 millones de euros al año, cuando el convenio supone un pago a la CUN de 5,12 millones de euros. Para hacer estos cálculos, el consejero se ha basado en la juventud de los trabajadores de la Universidad de Navarra y en que casi todos viven en Pamplona y la comarca.
Además, asegura que hay un informe de los servicios jurídicos del departamento de Salud que asegura que el convenio no se puede prorrogar. Respecto a la razón expuesta de que el SNS no puede acoger a más de 7000 personas de una vez, Domínguez ha asegurado que en el último año 5.600 personas han obtenido la tarjeta sanitaria en Navarra y han podido ser asumidas sin ningún problema. Y que para atender a esas personas sólo harían falta 3,5 médicos de atención primaria, 4 enfermeras y 1,5 pediatras más.
