Un grupo de críticos de IU, entre ellos Javier Jimeno, muy preocupados por el "rumbo y futuro del partido.
Un grupo de críticos de IU, entre ellos Javier Jimeno, que optó a encabezar la lista al Parlamento de Navarra frente al coordinador general de la coalición José Miguel Nuin, sostiene que la actual dirección condena a IU al papel de "subalterno" de Geroa Bai.
Preocupados "por el rumbo y el futuro" de IU, afirman en un comunicado que el cambio político en Navarra "no está siendo protagonizado por la izquierda alternativa e interidentitaria" y apuntan como una razón de ello el hecho de que tanto en IU como en Batzarre, socios en I-E, "se ha evitado el necesario debate sobre las causas del peor resultado histórico" en unas elecciones forales.
Al respecto precisan que este debate habría permitido definir de forma colectiva el papel de I-E en esta legislatura pero, en su lugar, las direcciones de IU y Batzarre han optado por una "huida hacia adelante" consistente en "participar en el Gobierno de Navarra negándole carácter de gobierno de coalición".
Una "narración difícilmente defendible" pero que "ha permitido a quienes dirigen la coalición ligar el futuro de la organización al futuro del Gobierno de Navarra sin someter esta decisión a un plebiscito de las bases".
Ahora, añaden, hay un Gobierno foral liderado por Geroa Bai con un responsable de política económica del PNV y una vicepresidencia de asuntos sociales identificada con I-E, por lo que se preguntan si "es posible un gobierno de centro derecha con políticas sociales de izquierda" cuando además, dicen, "desde los primeros compases se están apreciando las dudas que surgen ante el cumplimiento del acuerdo programático".
A esto suman que ahora, la dirección de IU ha decidido "sin consultar" sobre la candidatura de las próximas elecciones generales, asunto en el que recuerdan que la participación en una candidatura ciudadana "ha sido absolutamente errática, pues pasó de ser la principal impulsora del proyecto a abandonarlo repentinamente".
Y advierten que este abandono "sin abrir una puerta al diálogo con quienes en ella participaban ha creado una gran desconfianza fuera de la organización", y la presentación posterior de Ahora en Común, "que no es otra cosa que un cambio de nombre de I-E y una apropiación de la idea de unidad popular, no ha hecho sino incrementar el malestar".
Un daño, concluyen, que "afecta a la organización y deja una hipoteca para quienes en el futuro la lideren, pues tendrán que esforzarse en restañar las heridas que esta actuación haya provocado".
