Las decisiones del consejero de Educación, Carlos Gimeno, han provoco malestar entre los firmantes del acuerdo programático que permitió la investidura de María Chivite como presidenta del Gobierno de Navarra.
Para abordar las diferencias está semana está previsto que se reúna la comisión de seguimiento del acuerdo que tratará, entre otras cuestiones, la decisión de no permitir al colegio de Castejón que abandone el programa PAI y la de no atender la petición de modelo D en el de Mendigorría.
A diferencia del resto de portavoces parlamentarios, el de Navarra Suma, Javier Esparza, ha dicho en conferencia de prensa tras la Mesa y Junta de Portavoces que "hay mucho de teatrillo" en estas diferencias, porque "más allá de matices" no aprecia "grandes debates", pero sí que "quien está marcando la pauta y mandando es el nacionalismo vasco", con un PSN "en sus manos".
Los socialistas por su parte consideran que "si hay discrepancia en torno a una determinada materia" los grupos deberán plantearlas en la comisión de seguimiento, donde el Gobierno trasladará "el por qué de las decisiones", si bien Ainhoa Unzu ya ha avanzado que a ella no le cabe duda de que el consejero "está cumpliendo escrupulosamente la normativa y el acuerdo".
Se trata de un punto de vista que no comparte Geroa Bai, ya que, según ha explicado Uxue Barkos, "estamos viendo cierta distancia entre las posiciones políticas de quienes apoyamos al Gobierno" y también "con el propio acuerdo programático", aunque, ha precisado, "no hablaría de diferencias insalvables sino de la necesidad de dialogar".
El portavoz de Podemos, Mikel Buil, ha señalado que entre los firmantes del acuerdo tienen "un conflicto, es evidente", "es una discrepancia y refleja una línea " de actuación, por lo que "preocupa el cariz" que pude tomar a lo largo de toda la legislatura.
Y en este sentido ha subrayado que la demanda de Castejón para salir del PAI "es legítima y debía haber sido atendida", como también se debió "prestar atención a las peticiones de Mendigorria" con 6 solicitudes de padres para escolarizar a sus hijos en el modelo D, que apoya la dirección del centro, ya que además atender la demanda puede ser "una manera de fijar la población".
Por su parte Marisa de Simón, de I-E, ha reclamado el "cumplimiento del acuerdo, que es muy claro en el desarrollo del sistema publico de enseñanza con instalaciones de calidad y con el derecho de todas las familias a recibir para sus hijos formación en la lengua que consideren oportuno", por lo que ha estimado que "el consejero tiene varias oportunidades esta semana para rectificar" en favor de una escuela publica "plural, inclusiva y de calidad".
De hecho ha adelantado que en el pleno del jueves I-E preguntará por el "maltrato a la comunidad educativa de Castejón", una "auténtica barbaridad y un despropósito" y defenderá una interpelación sobre la planificación educativa al entender que se sigue una "desafortunada" política de escolarización cuando se convierte Pamplona y su comarca "en una sola zona" y "de Zizur a Sarriguren se da la misma puntuación se viva donde se viva" porque se emplean criterios distintos al del domicilio familiar.
Por último Bakartxo Ruiz ha apuntado, aunque EH Bildu no firmó el acurdo programático, que en su coalición están "preocupados por la rigidez del departamento de Educación" y comentado que "el Gobierno tiene la oportunidad de rectificar algunas decisiones" como la de Mendigorria, porque "es muy grave la política de contención del euskera que esta llevando adelante, al estilo de UPN".
