La consejera de Interior, cuestionada por un supuesto expediente sancionador contra un agente de la Policía Foral, asegura que no dio indicaciones "de ninguna clase".
La consejera de Presidencia, Justicia e Interior del Gobierno de Navarra, María José Beaumont, ha manifestado este martes que "continúa, porque no es nueva, la maniobra de acoso y derribo hacia mi persona". "Es obvio que el acoso existe, lo que no es tan claro es el derribo", ha señalado.
Así lo ha expuesto Beaumont a los medios antes de comparecer en el Parlamento de Navarra y ha afirmado que ella no instruyó "ningún expediente" sancionador contra un agente de la Policía Foral "ni di indicación de ninguna clase".
La consejera se ha remitido a la nota de prensa remitida este lunes por el Ejecutivo foral, en la que se decía que María José Beaumont no ha iniciado ningún expediente sancionador contra un agente de la Policía Foral.
El Departamento se refiere a un expediente que se inicia tras un correo remitido el pasado 27 de septiembre por un representante de un sindicato en el que se traslada una queja por un incidente ocurrido esa misma mañana entre varios miembros de dicho sindicato (LAB) y agentes de la Policía Foral frente al Palacio de Navarra.
El Departamento ha precisado que tras recibir dicha queja, es el director General de Interior, y no la consejera, quien da traslado de la misma al jefe de la Policía Foral, actuando de acuerdo con lo dispuesto en la Ley Foral de Policías de Navarra, en materia de quejas y denuncias, y tal y como se recoge en la Carta de Servicios del Cuerpo de Policía Foral.
Según detalla el Departamento, el jefe de Policía, siguiendo lo dispuesto en la citada normativa, ordena la apertura de una investigación interna para conocer los hechos y comprobar si son o no constitutivos de falta disciplinaria.
Posteriormente, la Brigada de Régimen Interno, unidad encargada de investigar lo sucedido y "que trabaja con absoluta independencia en sus indagaciones", señala el Departamento, realizó un informe de 38 páginas, con fecha de 25 de octubre de 2017, analizando toda la información relativa al caso, incluyendo el visionado de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad y concluyendo que "la conducta denunciada se había producido (un manotazo)".
El Departamento indica que en este caso se ha actuado, como en otras ocasiones, conforme al ordenamiento jurídico, "esto es, se produce una denuncia en forma, una investigación interna y, tras ella y su resultado, se incoa un expediente disciplinario sin resolver a día de hoy".
A juicio del Departamento, "la única confusión procede de un error de redacción en el expediente que da a entender que el mismo se inicia por iniciativa de la consejera, cuando no es así". "La consejera recibió la queja pero no inició el expediente. El análisis de la documentación obrante en el expediente demuestra el error", expone.
"Pero incluso aunque hubiera sido la consejera quien hubiera remitido el correo al director general de Interior para iniciar el expediente -que no lo hizo, reitera el Departamento- hubiese obrado correctamente al cumplir con las obligaciones legalmente establecidas".
