Así lo ha dicho la presidenta del Gobierno en una entrevista publicada por Navarra Capital.
La presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, ha criticado a los empresarios por hacerse eco del "ruido mediático partidario" cuando se muestran preocupados por su próxima reforma fiscal. "Si la oposición mueve determinadas banderas, el empresariado tiene dos opciones: una poner en cuarentena hasta no tener noticia cierta o dos asustarse", ha declarado la presidenta en una entrevista publicada por Navarra Capital.
Barkos ha asegurado que todo cambio genera incertidumbre. "Yo lo comprendo. El cambio político es una suerte de oportunidad y donde pueda haber incertidumbre este gobierno va a trabajar con comunicación, pero sobre todo, con la acción ejecutiva para ir despejando los miedos", recalca la presidenta en la misma entrevista.
Sobre la reforma fiscal que elabora el Gobierno, Barkos indica que supondrá que el tipo fiscal medio para las sociedades sea en Navarra del 23,3 por ciento, por debajo de LA UE, el Estado y Euskadi.
"El tipo medio del impuesto de sociedades en Navarra quedaría en el 23,3%, dos puntos y seis décimas por debajo del área Euro, 1,7 por debajo del español y 2,7 por debajo del País Vasco".
La presidenta pide por ello a los empresarios que intenten "evitar caer en tira y aflojas partidarios" porque, aunque los cambios puede generar incertidumbre, "la acción ejecutiva irá despejando los miedos".
Preguntada por el Canal de Navarra, indica que su Gobierno "quiere asegurar que los regantes van a tener agua a precio marcado por Navarra y a un valor razonable para sus cultivos y negocios", pero el actual sistema de financiación de esta obra "es un auténtica locura".
Y con respecto al TAV subraya que el objetivo del Ejecutivo foral son "las altas prestaciones, si no hay tren de mercancías no interesa", y agrega que el Ejecutivo foral pretende "asegurar el transporte de mercancías en salida europea con ancho europeo".
Por ello Uxue Barkos añade que en este momento "es un sinsentido empeñarse en construir un tren de ningún sitio a ninguna parte, lo que es el Castejón-Pamplona desde el momento que el Gobierno Central aparca sine die el ramal Castejón-Zaragoza".
