El PSN ha hecho oficial este lunes el primer paso para comenzar el pago político a EH Bildu por la abstención que permitió la investidura de María Chivite como presidenta del Gobierno de Navarra. Y lo ha hecho en Huarte, donde la alcaldesa socialista, Amparo López, ya anunció la pasada semana que presentaba su dimisión.
Ha dimitido para asumir previsiblemente la dirección general de Interior del Ejecutivo foral, pero, sobre todo, para cumplir con una de las exigencias que le habría puesto a los socialistas la izquierda abertzale tras el apoyo en forma de abstención, que le reclamarían las alcaldías de Huarte y Sartaguda.
En el primero de estos municipios, la situación vivida el pasado 15 de junio en la formación de los ayuntamientos resultó extravagante. El Grupo Independiente Huarte (GIH), que logró cuatro concejales, había recibido el visto bueno del PSN para apartar del poder a EH Bildu, la lista más votada, con cinco ediles. Para conseguirlo, a su candidato, Iñaki Crespo, le votarían los dos representantes de Navarra Suma y la única del PSN, Amparo López.
Sin embargo, minutos antes de que diera comienzo el pleno, López les comunicó que había cambiado de opinión y que se iba a votar a ella misma. Ante esta situación, y para evitar que los abertzales continuaran imponiendo en la localidad su agenda sectaria y nacionalista vasca, los integrantes de GIH y de Navarra Suma votaron a favor de López. El PSN, de esta manera, se hizo con la alcaldía pese a haber obtenido una sola concejala en las elecciones locales.
"Me voy con mi conciencia muy tranquila y con el sentimiento de que he cumplido más que sobradamente con mi deber como alcaldesa", ha dicho este lunes López, tras no llevar ni siquiera dos meses de verano en el cargo. "Tengo que decir que ha sido una corta pero muy intensa experiencia. Desde un primer momento, mi principal objetivo ha sido trabajar y que la Administración siguiera su curso. Y el Ayuntamiento ha seguido funcionando con total normalidad y eficacia", ha apuntado.
Después de presentar oficialmente su dimisión, ha entregado la alcaldía al teniente de alcalde, Crespo, que ya fue regidor de Huarte entre los años 2011 y 2015, y que ha indicado que asume la alcaldía en funciones "por responsabilidad, ante la evidencia de que hay que asegurar que todo siga funcionando con normalidad".
VOTACIÓN DEL NUEVO ALCALDE
Su primera labor como alcalde será programar para antes de dos semanas un pleno en el que se votará a la persona que habrá de llevar las riendas del consistorio durante esta legislatura. Un cargo que, si se sigue el guion previsto, acabará en las manos de EH Bildu, como pago por su apoyo al PSN en forma de abstención en la investidura de Chivite.
Su portavoz en Huarte, Alfredo Arruiz, se lo ha trasladado alto y claro a los socialistas en el pleno de este lunes: "No pedimos que pacte con nosotros, ya que hoy por hoy no es necesario; simplemente, pedimos que si ninguno de sus candidatos conoce y vive en Huarte, sea capaz de dejar que actúe la voluntad de la ciudadanía de Huarte en las urnas".
Bildu, con cinco ediles y que sumaría el apoyo del único concejal de la marca blanca del PNV en Navarra (Josean Beloki, de Geroa Bai), no llegaría a la mayoría absoluta, pero si el sustituto de López en el consistorio, Manuel López, se abstiene, Arruiz recuperaría la alcaldía, al ser la lista más votada. Y el PSN comenzaría así a saldar su deuda con los herederos de la etarra Batasuna.
