Lejos de admitir el error, la presidenta del Parlamento insistió en su desprecio y abandonó una reunión en la que fue recriminada.
La presidenta del Parlamento de Navarra, Ainhoa Aznárez, consideró incluso que no tenía que haber dejado entrar al Parlamento a la persona que en verano, según ella, le había increpado durante el homenaje al subteniente Casanova en Berriozar. Así respondió el pasado martes durante la Mesa y Junta de la cámara foral cuando UPN, PSN y PP le pidieron que se retractase de su comentario respecto a esta persona durante el pleno monográfico sobre el derecho a decidir.
Hay que recordar que en un descuido a micrófono abierto, la presidenta del Parlamento dijo “lo voy a hacer todo en euskera y se va a joder” al reconocer entre el público asistente a una persona que le había increpado durante el homenaje a Francisco Casanova el pasado mes de agosto.
Después de pregonar a los cuatro vientos que en su presidencia iba a abrir el Parlamento a todos los ciudadanos, ante la petición de que se retractara durante la Mesa y Junta, lejos de arrepentirse de sus palabras, Ainhoa Aznárez aseguró que lo que tenía que haber hecho era no dejar entrar a esa persona en el Parlamento de Navarra.
Nuevamente, Aznárez volvió a recibir reproches de distintos partidos políticos. Y la portavoz del Partido Popular, Ana Beltrán, el recordó que, incluso, cómo iba a hacer eso “cuando a este Parlamento han entrado incluso asesinos de ETA”.
La presidenta del Parlamento de Navarra se levantó de la mesa y se fue.
