Afirma que se ha mostrado “sorprendido” por la noticia puesto que mantiene que no se le investiga por nada.
El portavoz parlamentario de Bildu, Adolfo Araiz, ha negado que esté siendo objeto de ninguna investigación por parte de la Policía Foral en relación con los incidentes producidos el pasado 10 de febrero a la salida del Parlamento del director de la empresa TRW. Además, ha afirmado sentirse “sorprendido” por la aparición de la noticia.
“Lo único que tengo claro es que a mí nadie me está investigando por nada”, ha afirmado Aráiz en una rueda de prensa en la que ha hecho balance de los primeros 7 meses de “Gobierno del cambio”.
La realidad es que la Policía Foral investiga el comportamiento de Adolfo Araiz durante los incidentes acaecidos, ya que valora si incito a los trabajadores de TRW para que persiguieran al directivo de TRW y pudo cometer un delito de desórdenes públicos.
En dicho balance se ha mostrado satisfecho. “Este Gobierno no ha estado en parálisis”, ha afirmado, y ha destacado la reforma fiscal como su mayor logro hasta ahora porque “pone las bases de una mejor redistribución de la riqueza”.
No obstante, no han faltado las autocríticas. Adolfo Araiz considera que “tenemos que gestionar mejor las diferencias” en el cuatripartito. Y en este sentido considera que el Gobierno tiene que mejorar en algunos aspectos la comunicación, tanto de cara a los ciudadanos como a nivel interno, entre las fuerzas que lo sustentan.
También ha pedido “más conexión” entre el Gobierno y el Parlamento. “Es cierto que no somos parte del Gobierno, pero lo sostenemos con nuestros votos”, ha afirmado.
De cara al futuro, Adolfo Araiz ha considerado 2016 como “el año del desarrollo del cambio”. Y para los próximos meses ha remarcado el próximo proyecto de ley de Renta Garantizada, la profundización de la transparencia, la creación de la Oficina de Buenas Prácticas y Anticorrupción, los planes estratégicos en materia económica, la reforma de la Función Pública (aunque quizá no se concrete este año), la reforma del mapa local y la regularización del euskera en la Administración Pública.
“Lo importante es que tengamos una brújula clara, un norte claro”, ha concluido Adolfo Araiz.
