Sólo 108 de las 701 plazas han sido dadas por concurso de mérito, a pesar de las promesas de Barkos y tiene firmado el cuatripartito
El Gobierno de Navarra cuenta con 857 jefes de sección. De ellos, 701 están dentro de la Administración núcleo. El 67,05%, 470, están asignados a dedo, es decir, sin concurrir a un concurso de méritos o capacidad según reconoció la consejera de Función Pública, María José Beaumont, durante el pleno de control del Parlamento de Navarra.
De los 231 restantes, sólo 108 han sido asignadas por concurso de méritos, 53 están en proceso de concurso y 70 se mantienen vacantes. Eso quiere decir que cuando termine el proceso de concurso de los puestos que están pendientes, el 23% de los puestos directivos estarán ocupados por personas que han demostrado su capacidad y su valía, sus méritos.
Eso sí, al menos la consejera se disculpó afirmando que esos puestos dados sin concurso de méritos son interinos, es decir, que son provisionales. A pesar de que precisamente hoy se cumplen ya 6 meses del nuevo Gobierno de Navarra, la consejera aseguró ayer que “no han terminado de conformarse las estructuras del departamento” y garantizó que su departamento está trabajando para que los jefes de sección y negociado sean elegidos únicamente por méritos.
PROMESA ELECTORAL
Durante la pasada campaña electoral, la ahora presidenta Uxue Barkos, prometió “un nuevo modelo de Gobierno” que “acabe con la vieja política clientelar” y convierta la función pública en “un elemento fundamental en la gestión del Ejecutivo”.
La pregunta a la consejera de Función Pública, registrada por el portavoz de EH Bildu, Adolfo Aráiz, vino a cuenta del acuerdo firmado por el cuatripartito el pasado 15 de octubre para que los jefes de sección y de negociado fueran elegidos por méritos y capacidad. Aquel acuerdo fue fruto de la primera crisis del actual Gobierno que se produjo después de que el 9 de octubre el departamento de Educación revocase el nombramiento de Imanol Haranburu Karrera como jefe de Negociado de Escuelas de Idiomas y Acreditación, una vez conocida su relación en el pasado con ETA. Esta revocación provocó el rechazo de EH Bildu ya que consideraba que el nombramiento del ex etarra se había producido justamente por mérito y capacidad.
