La plataforma vecinal Txantrea Auzo Ekimea y la asociación de comerciantes de la Txan exigen al Ayuntamiento de Pamplona "la paralización inmediata" de la ORA y la realización de un proceso participativo o una consulta para conocer la opinión del barrio de la Chantrea antes una decisión para la que no ven argumentos que la justifiquen.
Tras una reunión con el jefe de la Policía Municipal y el director del área de Seguridad, ambos colectivos anuncian que pedirán una reunión con la portavoz municipal del PSN para exponerle sus argumentos y conocer su postura.
Según indican en un comunicado, el Ayuntamiento defiende que esta medida "es integral para toda Pamplona aunque no tiene planificado los plazos en los que sucederá dicha imposición".
Además "desoye" su propuesta de consultar al barrio y "se justifica comparando a todos los barrios por igual incluido su comercio y minusvalorando cualquier cuestión que pueda dar pie a la opinión vecinal".
En este sentido critican que el Ayuntamiento considere que ya ha informado a la Chantrea tras "una asamblea vecinal en la que acudieron 70 personas (aforo máximo) en un barrio de cerca de 20.000" y "la falta total de transparencia" al no tener acceso a los estudios realizados que justificarían la implantación de la ORA.
Denuncian asimismo la decisión cuando el concejal de Seguridad ha "reconocido que actualmente la Chantrea no está en las cifras criticas por falta de aparcamiento" y que se minimicen las 5.000 firmas recogidas en contra de la misma.
Rechazan también el argumento del Ayuntamiento sobre un posible efecto frontera cuando la Chantrea "no tiene ningún contacto con el resto de barrios" y que "obvie" que en octubre el final de las obras del plan sur dejará al descubierto más de 400 plazas de aparcamiento nuevo para el barrio.
Subrayan además que el concejal Javier Labairu "se comprometió a estudiar el parking disuasorio" y aseguran que, "lejos de ello, impone la zona azul sin dar ninguna explicación, ni alternativa", al tiempo que le hacen "directamente responsable" de posibles cierres comerciales ya que "garantiza que el comercio local no va a sufrir ninguna consecuencia".
