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PAMPLONA

Con sogas y pancartas: una manifestación de los trabajadores de Cabelte se cuela en la procesión de San Saturnino

Los trabajadores de la compañía de cable han elegido la procesión como lugar para manifestarse por el ERE en el que han sufrido 24 despidos. 

Manifestación. MIGUEL OSÉS
Imagen de la manifestación de Cabelte Incasa durante la procesión. MIGUEL OSÉS

Entre los asistentes a la procesión de San Saturnino se encontraban multitud de corporaciones y asociaciones culturales, además de cientos de pamploneses que no han querido perderse el acto en homenaje al patrón de la ciudad. Pero detrás de la banda La Pamplonesa, se encontraban decenas de personas manifestándose. 

Los trabajadores de la empresa Cabelte Incasa han elegido la procesión de San Saturnino para manifestarse por los 24 despidos que han sufrido en la plantilla a causa de un ERE producido en la empresa. 

Detrás de la banda, los trabajadores de la empresa se unían a la procesión con multitud de pancartas y cada uno de ellos llevaba una soga atada al cuello. En los carteles se podía leer: "24 familias a la calle, Cabelte Incasa culpable", "80 familias en peligro", "SOS, Cabelte cierra, no a la deslocalizaciñon", "Somos personas, no dinero", "Cabelte culpable" o "Reforma laboral, consecuencia: 24 despidos" unas frases que pretendían describir la situación que están viviendo. 

La manifestación estaba encabezada por el presidente del comité de la empresa, Eduardo Etxezarreta, que ha declarado a este medio que la empresa, dedicada a la fabricación de cable y ubicada en el polígono industrial del Valle de Egüés, está sufriendo "numerosos despidos".

Su objetivo es evidenciar las consecuencias de la reforma laboral y denunciar "lo fácil y lo poco que cuesta hoy en día despedir a personas con familias y con hijos", así como "mover conciencias por parte de la dirección".

"A pesar de que en los últimos años la empresa ha funcionado bien, ahora están negociando un expediente de extinción de 24 trabajadores que termina el día 5 de diciembre" por lo que "se trata de hacer esta presencia con estos carteles en la procesión para visibilizar los que supone el despido de 24 personas, ya dentro de la reforma laboral prácticamente no tenemos ninguna posibilidad de discutir la justicia o no justicia de lo que es el expediente de extinción". 

"Hemos elegido este momento porque la reforma te marca unas pautas de intentar negociar en un mes pero no disponemos de ese tiempo por lo que aprovechamos cualquier situación en la que hay una concentración de personas para poder visibilizar nuestra situación. No nos queda otra por lo que debemos aprovechar las circunstancias que se nos dan en cada momento", ha denunciado Etxezarreta.

Al ser preguntado por las sogas, expresa que con eso "pretenden visibilizar lo que es la muerte de 24 empleos". 

LA SITUACIÓN DE LA EMPRESA

La dirección de Industria Navarra de Cables Eléctricos (Incasa), empresa ubicada en Egüés que pertenece al grupo portugués Cabelte, presentó el pasado 5 de noviembre un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para despedir a 24 de sus 81 trabajadores, decisión que el comité (5 ELA) considera un “un claro proceso de deslocalización”.

Según un comunicado remitido el pasado viernes por la parte social, Cabelte pretendía así trasladar la carga de trabajo a otras fábricas del grupo, por lo que se convocaron nueve jornadas de paro.

El comité añadía en la nota que el pasado 20 de noviembre se celebró una reunión con Izaskun Goñi, directora general de Política Económica, para pedir su interpelación directa a Incasa y buscar “una solución a la planta de Egüés”.

Por el momento, no ha trascendido si las gestiones del Gobierno de Navarra han logrado algún resultado positivo, aunque ELA consideraba “indispensable” su implicación para garantizar “un proyecto viable y para defender el mantenimiento de los puestos de trabajo”.

PLANTA HIPOTECADA

Los problemas de Incasa, según fuentes sindicales, tienen su origen en las dificultades económicas en las fábricas lusas del grupo Cabelte que obligaron a afrontar una reestructuración.

Fruto de esta, la planta de Egüés tuvo que ser hipotecada “como garantía de las inversiones realizadas en Portugal para reflotar el grupo”. Todo ello, según la representación social, ha condicionado el futuro de la fábrica navarra, que se encuentra en una situación de “absoluta dependencia con Portugal”, a donde “se desvían trabajos que hasta ahora se hacían en Egüés”.

Además, la empresa navarra viene sufriendo una paulatina “pérdida de autonomía” que se ha concretado en la deslocalización del área comercial y la de compras y ventas, por lo que, a juicio del comité, “corre el riesgo de quedarse sin ningún plan de viabilidad real a medio plazo”.

Incasa fue fundada en 1995 como resultado de la venta del negocio de producción de cables que Inasa tenía en Irurtzun, que por entonces acumulaba varios ejercicios de pérdidas y precisaba liquidez para afrontar nuevas inversiones.

La nueva empresa, que se ubicó en Egüés, nació por iniciativa de un grupo de exdirectivos de Inasa y varios inversores vizcaínos vinculados a la fabricación de cables. En 1999 fue adquirida por Cabelte Holding y, desde entonces, ha estado integrada en del grupo portugués Cabelte.


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