• jueves, 28 de marzo de 2024
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PAMPLONA

Pamplona llama a sus murciélagos: éstas son las zonas donde han colocado nuevos refugios

La capital navarra busca mantener viva una colonia de la especie Nyctalus noctula, que se considera ‘vulnerable’ según la clasificación de especies amenazadas.

Colocación en árboles de troncos tallados simulando refugios naturales para murciélagos. MIGUEL OSÉS_1
Colocación en Pamplona en árboles de troncos tallados de algunos refugios naturales para murciélagos. MIGUEL OSÉS

Pamplona ha comenzado a colocar en zonas verdes de la ciudad hasta 12 cajas refugio talladas en troncos de árboles retirados por el Servicio de Jardines, para que, camufladas entre las ramas de ejemplares vivos, puedan albergar murciélagos y que mantienen hábitos beneficiosos para el medioambiente urbano.

El murciélago Nyctalus noctula, es una especie calificada como protegida y amenazada, que se considera ‘vulnerable’ según el catálogo nacional de especies amenazadas. Es España solo hay cinco colonias de nóctulos medianos, la mayor habita en Pamplona.

Sus refugios suelen ser oquedades en los llamados árboles viejos, un tipo de ejemplares que van desapareciendo de la ciudad porque mueren o son eliminados para evitar riesgo de caídas. De los 56 árboles de este tipo que existían en 1999, 46 han desaparecido en las últimas décadas entre otros motivos por la grafiosis de los olmos de los años 80.

Aunque en años pasados se han colocado cajas para sustituir a los refugios en árboles, los expertos han detectado que estas no son ocupadas en aquellas zonas donde no existen refugios naturales para los murciélagos que las permitan hibernar.

El alumnado de las Escuela Taller de Jardinería de Aranzadi, emulando a los pájaros carpinteros, ha recibido de los viveros municipales troncos de chopos, falsas acacias, arces o abedules y, a lo largo de dos semanas, se han encargado de cortarlos y tallarlos simulando los huecos de los árboles centenarios. Su trabajo se camuflará ahora en las ramas de árboles del campus de la Universidad de Navarra, Berichitos y Molino de Caparroso. El objetivo: que ser habitados por nóctulos este mismo otoño o el próximo año.

Este jueves, con la ayuda de un camión grúa, operarios municipales han colocado algunos de ellos en presencia del concejal de Ecología Urbana y Movilidad, Joxe Abaurrea; el responsable de Parques Jardines y Zonas verdes del Consistorio, Mikel Baztán; el director de los Programas de Formación para el Empleo Aranzadi, Iñaki Amigot; el especialista en estos mamíferos, Juan Tomás Alcalde Díaz e Inaki Martínez, técnico forestal.

LOS MURCIÉLAGOS QUE HABITAN PAMPLONA

Los Nyctalus noctula son unos mamíferos con un tamaño de cabeza y cuerpo de 3,7 a 4,8 cms., una envergadura de 32 a 40 cms. y un peso de entre 18-40 gramos. Son frágiles y beneficiosos para el hombre, ya que los nóctulos son importantes insecticidas naturales que se alimentan de polillas, escarabajos, efímeras y hormigas aladas, y controlan las poblaciones de numerosos artrópodos.

Se ha comprobado que Pamplona alberga durante todo el año un pequeño grupo de machos sedentarios al que se le suman en septiembre nuevos machos y también hembras migrantes. Pero lejos de los grupos de hasta 80 ejemplares que había a finales de la década de 2000, ahora las comunidades tienen un máximo de cinco miembros.

Algunos ejemplares hibernan en árboles y en cajas-refugio de la ciudad hasta mediados de marzo, cuando retornan a sus zonas de reproducción. Otros, por el contrario, utilizan Pamplona únicamente como zona de paso o de descanso en su viaje hacia el interior de la Península.

En las últimas dos décadas se ha comprobado la reducción de la colonia en la ciudad. De los nueve lugares de presencia (Campus de la Universidad de Navarra, Miluze, Trinitarios, Molino de Caparroso, Club Amaia, Soto de Lezkairu, Vuelta del Castillo cuesta de Larraina y San Jorge), ya sólo aparecen en tres. Parece que el ciclo de reproducción e hibernación de estos animales pasa por ofrecerles nuevos refugios naturales en troncos de árboles, ampliando las zonas en las que están y tratando se que vuelvan a las que abandonaron. Dado que este proceso se produce muy lentamente en el medio natural los expertos se han decantado por iniciar esta experiencia piloto que, si resulta positiva, tendrá continuidad en el tiempo.

Una vez terminada la instalación de los nuevos elementos este mismo mes, el Consistorio realizará un seguimiento de ocupación de las ‘cajas’ para valorar si extender la iniciativa a próximas temporadas.

Si los resultados son positivos, se plantearía la realización de alguna revisión primaveral en 2019, o, dado que la ocupación de nuevos refugios puede ser lenta, incluso extender la revisión a los meses de septiembre y octubre de 2019.


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