Responsables de la formación abertzale han formado parte de las conversaciones con los delincuentes para pactar su salida de Rozalejo a cambio de un edificio público y sin coste para ellos.
El alcalde de Pamplona, Joseba Asirón (Bildu), tiene ya cerrado un acuerdo con los okupas del palacio Marqués de Rozalejo para cederles gratis otro edificio municipal.
En concreto, según ha podido confirmar este medio, el pasado lunes se llevó a cabo una reunión en la que participaron miembros de Bildu y varios representantes de los okupas en la que se acordó abandonar Rozalejo a cambio de la cesión gratuita del Oscus, el antiguo centro Cívico de Navarrería.
En las conversaciones con los okupas desde hace unas semanas han participado Garbiñe Bueno, coordinadora de Bildu en Pamplona, así como Javier Zabalo Betelu, uno de los responsables de Sortu en Navarra.
Ellos han sido la correa de transmisión entre el consistorio y los delincuentes que tienen tomado desde hace más de un año un edificio público, propiedad del Gobierno de Navarra, como es el palacio de Rozalejo.
La okupación ha generado importantes tensiones en el seno del cuatripartito, con el apoyo total a los okupas por parte de Bildu, mientras que Geroa Bai-PNV, desde el Gobierno, tuvo que solicitar el desalojo judicial, que posteriormente abortó.
De hecho, toda esa operación puede terminar con la consejera María Solana investigada por el Tribunal Supremo después de una querella interpuesta por UPN y en la que se le achacan varios delitos, como prevaricación.
Bildu, por su parte, en su máximo interés por proteger a los jóvenes vinculados a la izquierda abertzale, que exhiben y programan actos en favor de terroristas de ETA, ha trabajado para buscar un lugar de propiedad municipal para terminar con el conflicto con el Gobierno de Navarra, controlado más por Geroa Bai.
La decisión ha sido entregar otro edificio de todos los ciudadanos, en este caso el Oscus, para uso y disfrute particular de un grupo reducido de violentos que volverán a tener a su disposición el patrimonio de todos los ciudadanos para sus intereses.
No es la primera vez que Asirón regala edificios municipales a grupos cercanos a la izquierda abertzale, algo que ya hizo con el chalet de Caparroso o con la gestión del edificio de Mendillorri.
Hace sólo unos meses UPN puso sobre la mesa un proyecto para crear una gran plaza público en el espacio del Oscus después de su derribo. El centro cívico se trasladó a Condestable y este edificio ha acogido hasta hace unas semanas el comedor social.
Enrique Maya propuso se retomara la idea de crear un gran espacio público interior que quedaría delimitado por la antigua fábrica de chocolates Mayo, el convento de las Carmelitas Descalzas y las calles Navarrería, Carmen y Redin. Ya avisó en ese momento UPN que no querían que el Oscus se convirtiera en otro gaztetxe, algo que va a ocurrir.
Hace sólo unas semanas, la portavoz del PSN en el consistorio, Maite Esporrín, presentó una declaración a la comisión de Urbanismo en la que se instó al alcalde "a no hacer dejación de sus funciones y a que no ceda ningún otro inmueble a los okupas abertzales del Palacio Marqués de Rozalejo".
Sólo unos días antes, cuando el desalojo de horas de los delincuentes, Asirón ya se mostró contrario a lo ocurrido y aseguró que el Casco Viejo "debe tener un gaztetxe ahí o en otro lugar, con un proyecto fuerte y bien elaborado".
Quedan por conocer ahora los detalles del acuerdo de Asirón a los okupas y cómo viste esta nueva concesión a los violentos.
