El colectivo responde al alcalde que no entiende "que a ningún historiador medianamente serio se le ocurra derribar un monumento de semejante valor".
Se suceden las reacciones a la decisión del alcalde de Pamplona de cerrar la cripta del Monumento a los Caídos y exhumar los ocho cadáveres, incluídos los de los generales Mola y Sanjurjo, que se encuentran en el enterramiento. Ahora quienes exigen que se paralice este proceso es un colectivo de ciudadanos de Pamplona denominado "Poyecto 'In Memoriam' para la defensa del Monumento a los Muertos".
Este grupo, que se fundó en octubre de 2015 con el objetivo de mantener el monumento con sus condiciones arquitectónicas, históricas, artísticas y religiosas, aboga en una nota enviada a los medios de comunicación "por la cordura para conservar y proteger" el conjunto monumental.
El colectivo considera necesario mantener la edificación "dado el valor histórico, arquitectónico y artístico que tiene, siendo patrimonio catalogado de la ciudad de Pamplona, de Navarra y un edificio de interés histórico monumental en España e internacionalmente". Señalan también que las circunstancias específicas de la construcción del Monumento a los Caídos "no pueden ser cambiadas, pero su mantenimiento no está reñido con las ansias de reconciliación entre los españoles".
El proyecto que presenta este grupo ciudadano aboga por recuperar la parte superior del monumento, la actual sala de exposiciones, "de la manera más fiel posible a su aspecto originario para que pueda ser visitado y estudiado como un conjunto histórico de una época concreta pasada". En ese mismo sentido apuestan por conservar la cripta "tal y como está, con sus enterramientos, de modo que se rija estrictamente por las normas aplicables con carácter general a los lugares de culto y a los cementerios".
Desde el "Proyecto 'In memoriam' para la Defensa del Monumento" insisten en su idea de respeto a todos los fallecidos de cualquiera de los bandos de la Guerra Civil y de todas las víctimas de la represión previa y posterior. Y envían un mensaje al alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, aludiendo a su formación como historiador: "No entendemos que a ningún historiador medianamente serio se le ocurra derribar un monumento de semejante valor porque está levantado en honor a un bando que no le gusta de una guerra de hace 80 años; esperamos que prevalezca el rigor sobre un 'guerracivilismo' que huele a rancia naftalina".
