La Hermandad de la Paz y Caridad celebró en la tarde de este pasado jueves una eucaristía en la Parroquia de San Lorenzo, sede canónica de la Hermandad donde se encuentra la Virgen Dolorosa y posteriormente la tradicional cena de Semana Santa que quedó retrasada de la noche de Viernes Santo por culpa de la pandemia.
La cena se celebró en el Nuevo Casino Principal y contó con el tradicional menú típico de Viernes Santo; sopa de ajo, revuelto, ajoarriero y torrija. A la cena asistieron Enrique Maya, alcalde de Pamplona, acompañado por las concejalas María García-Barberena y María Echavarri, así como Jorge Urdánoz director del Área de Cultura del Ayuntamiento.
El paso de la Dolorosa es el más antiguo de los pasos procesionales de Pamplona, es propiedad del Ayuntamiento de Pamplona y es portado desde 1883 por los hombros de la Hermandad de la Paz y Caridad.
Tras la cena la Hermandad homenajeó a los ocho portadores que, por haber cumplido los años que marcan los estatutos, portaron esta Semana Santa por última vez el Paso de la Dolorosa por las calles de Pamplona. Estos fueron Iñigo Antón, José Manuel Ayensa, Félix Tabar, Alfonso Arbeloa, Francisco Javier Íñigo, José Antonio Rubio, Carlos Ciriza e Iñaki Itoiz.
Eradio Ezpeleta, prior de la Hermandad, agradeció a estos hermanos “su compromiso durante tantos años y su cariño por la Virgen” y les invitó a seguir “portando a la Dolorosa en su corazón y a procesionar junto a ella”.
Enrique Maya destacó “la importante labor que la Hermandad de la Paz y la Caridad realiza para mantener viva la tradición de la Dolorosa” y agradeció “el cariño con el que se trabaja durante todo el año para sacar adelante las procesiones del Traslado y Viernes Santo”. No en vano, hace solo unas semanas llevó a cabo una iniciativa solidaria para ayudar a los afectados por la guerra en Ucrania.
