UPN trasladará en la próxima Junta de Portavoces del Ayuntamiento el nombramiento de una calle o plaza en honor del pamplonés fallecido esta semana.
El portavoz de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona, Enrique Maya, ha propuesto este sábado el nombramiento de una calle en la capital navarra en honor y memoria del arquitecto Fernando Redón, fallecido esta semana.
"Fernando merece de su ciudad un homenaje en forma de una calle, una plaza o un parque que recuerde para siempre todo lo que aportó a Navarra y en especial a su capital", ha afirmado en un comunicado el regionalista.
Maya ha adelantado que en la próxima Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Pamplona propondrá esta idea y ha explicado que "el lugar adecuado podría ser la plaza central de Buztintxuri, junto al centro de salud, o el parque que transcurre paralelo a la calle Santa Lucía, ambos rodeados de calles en honor a arquitectos navarros".
Además, ha propuesto que "Redón cuente en algún lugar de la Plaza de Toros de Pamplona con el recuerdo que se merece, por su labor en la Junta de la Casa de Misericordia y sobre todo por el esfuerzo que dedicó a su sueño de hacer visitable de forma permanente como museo el coso pamplonés".
"UN VERDADERO LUJO SER SU ALUMNO"
En este sentido, ha recordado su trabajo como miembro de la Comisión de Obras de la Meca, trabajando por ejemplo en la ampliación de la propia residencia, en la reforma de los corrales y de la zona del apartado o en el nuevo ascensor de la plaza. "Fue un verdadero lujo ser su alumno en la escuela de arquitectura, primero y poder trabajar mucho después en la Casa de Misericordia junto a él", ha explicado Maya en cuanto a su relación personal con Redón.
Según Maya, "todos los que compartimos Junta con él disfrutamos y aprendimos cuando nos contaba sus ideas y nos mostraba con orgullo sus planos, muchas veces hechos a mano pero con una tremenda precisión".
El regionalista ha reconocido "verdadera admiración" por el también Premio Príncipe de Viana de la cultura a quien ha calificado de "maestro y humanista, un hombre de otro tiempo, siempre dispuesto a aprender y a enseñar todo lo que sabía y que a sus 87 años seguía siendo más moderno y vital que la mayoría".
