Son llaves que abren los portales de la Taconera y San Nicolás que fueron rescatadas por los Traperos de Emaús cuando iban a ser desechadas.
El salón de plenos del Ayuntamiento de Pamplona acoge en sus paredes una vitrina 'mueble guardallaves' en la que se exhiben dos de las llaves que abrían los antiguos portales de la muralla y que recuperó la ciudad el año pasado gracias a Traperos de Emaús Navarra. Son llaves 'de uso' de los portales de Taconera y San Nicolás, halladas fortuitamente en una recogida domiciliaria y se detectó su presencia en el momento de la separación de residuos.
El guardallaves, realizado en madera de caoba en 1945, tras su cristal protector y prendida sobre una tela similar a la de los asientos del salón, alberga una tercera llave: la de la Casa de Toriles municipal de factura barroca y realizada en el siglo XVIII. Además, en ese expositor se pueden ver dos medallas concejiles confeccionadas en oro y esmalte, originarias del s. XVII, y dos de los cordones de oro que se usaban antaño para portarlas en los actos institucionales.
Con la elección de ese lugar de la planta noble de la Casa Consistorial, un espacio en el que se reúne formalmente la Corporación y que admite público en sus sesiones plenarias, el Ayuntamiento de Pamplona ha querido dar relevancia a las llaves cedidas, piezas únicas, originales y de gran valor para la ciudad según los análisis realizados por el Archivo Real y General de Navarra y del Museo Etnográfico de Navarra y aprovechar una oportunidad para mostrar otros elementos patrimoniales de uso ceremonial provenientes los fondos del Archivo Municipal de Pamplona.
El expositor, que anteriormente estuvo en el despacho de Alcaldía, está situado en la pared de la puerta de acceso al salón de plenos al lado del escudo barroco con las armas de la monarquía hispánica, similar al escudo del siglo XVIII que se puede ver en el zaguán de entrada del edificio, procedente de la antigua Audiencia situada en la actual plaza del Consejo.
En ese espacio de entrada abierto a la ciudadanía se exponen reproducciones de las llaves de las seis puertas que regulaban el paso a través del perímetro amurallado de Pamplona: Rochapea, Francia, Tejería, Taconera, San Nicolás y Portal Nuevo. Fabricadas por el cerrajero Marcos Vergara en 1828 para la visita a la ciudad de Fernando VII y María Josefa Amalia de Sajonia, esas llaves recreaban las de 1560 que en 1812 habían confiscado los franceses a los portaleros y que estaban bajo custodia del virrey de Navarra.
