El nuevo proyecto construirá casi 50 viviendas y locales comerciales en la manzana ubicada entre la avenida San Ignacio y Cortés de Navarra.
Casi tres años han pasado desde que la empresa que regentaba los multicines Carlos III, en el centro de Pamplona, anunciara que el 3 de marzo de 2016 proyectaría su última película. Saide decidió así que el centro de la capital navarra quedara 'huérfana' de estas salas de recreo.
Ahora, en enero de 2019, han comenzado las labores para derribar y construir el bloque de viviendas que los propietarios del edificio pactaron y cuya licencia de obra obtuvieron el pasado mes de diciembre después de que el Ayuntamiento de Pamplona se la concediera, previa modificación del Plan Especial de Reforma Interior (PERI) del Ensanche de la ciudad.
Esta modificación, aprobada por el Ayuntamiento de la capital, busca lograr que el nuevo edificio tenga una altura similar al inmueble de al lado, el edificio de la Vasco - Navarra, y en cuyo interior está proyectada la apertura de una gran tienda, propiedad de Amancio Ortega.
En total, el proyecto establece un espacio para un edificio de unas 46 viviendas distribuidas en cinco plantas más ático y locales comerciales en los bajos del edificio.
No obstante, para evitar que los propietarios tengan una mayor superficie construida con el aumento de las alturas, la modificación del PERI trajo consigo la reducción del fondo edificable, para pasar de los 15 a los 14 metros, y mantener así los 5.238 metros cuadrados admitidos en el Plan vigente.
El derribo del emblemático inmueble, ubicado en la confluencia de la avenida San Ignacio con Cortes de Navarra y parte de Paulino Caballero, ha sido adjudicado a la empresa Erri Berri (Olite) mientras que de la construcción de las viviendas proyectadas se encargará Construcciones San Martín.
Las labores de cercado para iniciar el derribo han comenzado esta semana pasada y las vallas ya están dispuestas en las calles, por lo que la desaparición del edificio podría ser inminente. De hecho, la 'destrucción' del edificio se llevará a cabo en varias fases marcadas por las calles con las que colinda el inmueble que albergó las salas de cine.
PUDO ALBERGAR UN LOCAL PÚBLICO DE 375 METROS CUADRADOS
En 2017 tuvo lugar el debate entre las formaciones políticas con representación en Pamplona en una de las comisiones de Urbanismo de la ciudad.
En ella, los regionalistas apostaron por no reducir la profundidad del fondo para que en los metros obtenidos de más pudiese albergar un local de uso público para Pamplona de aproximadamente 375 metros que estuviera relacionado con "el emprendimiento, la creatividad artística o proyectos de innovación para la población juvenil".
Un anhelo que pudo haber sido realidad si se hubiera realizado un convenio con la propiedad del edificio y el cuatripartito de Pamplona, dirigido por Joseba Asirón (EH Bildu), no hubiera dado 'portazo' inmediato a la idea sin casi entrar a debate el 9 de mayo de ese mismo año.
"Se ha perdido una buena oportunidad para la ciudad que podría haber contribuido a paliar la pérdida que supone para la ciudad el cierre y posterior derribo de los cines Carlos III", se lamentaba UPN mientras Asirón y su Gobierno municipal entregaban la totalidad del inmueble a la iniciativa privada para construir viviendas y locales comerciales en pleno centro de la ciudad.
