UPN y PSN han tratado de sacar adelante una moción para que Gora Iruñea no se instale en la Plaza de Recoletas, pero la moción no ha prosperado.
Bildu ha vuelto a desoír las críticas de la oposición en el Ayuntamiento de Pamplona por las molestias que generan las barracas políticas del colectivo afín a la izquierda abertzale, Gora Iruñea, en la Plaza de Recoletas durante los Sanfermines.
El curso político ha arrancado en el Consistorio pamplonés con una comisión de Asuntos Ciudadanos marcada por la petición de UPN al equipo de gobierno de Joseba Asirón para descartar la conocida como 'Plaza de los Ajos' como una ubicación para las barras y escenarios de Gora Iruñea.
Además de las quejas vecinales, que ya iniciaron una recogida de firmas, el partido regionalista ha expuesto las numerosas perturbaciones que padece la congregación religiosa de las hermanas Agustinas Recoletas.
Desde la instalación de vallas y escenarios, las monjas ven dificultado el acceso al convento, ubicado en la misma plaza, tal y como ha explicado la concejala de UPN, María Caballero.
"El convento queda totalmente acosado por las infraestructuras que ahí se colocan", ha asegurado para referirse a los paneles en red y cadenas que dejan la entrada bloqueada.
De hecho, según ha expuesto Caballero, quien quiera entrar en el edificio de la congregación debe pedir permiso al colectivo Gora Iruñea para que les abran la zona y puedan llegar a la puerta.
Esta situación ha generado graves problemas, como que durante las fiestas de San Fermín la enfermera que acude al centro suspenda sus servicios por la dificultad de acceder al convento. "No llega el correo, ni siquiera el propio capellán puede acceder", ha sentenciado la edil regionalista.
Como ejemplo, María Caballero ha lamentado que una de las monjas que debía acudir a urgencias durante las fiestas no pudo ser recogida por ningún vehículo en la puerta: "Tuvo que salir por sus propios medios, con toda la gente fuera, porque el coche no llegaba".
Se ha iniciado una recogida de firmas ante el aumento de las molestias causadas al vecindario, después de que Bildu negase que hubiera problemas.
"Sus derechos quedan burlados. Son vecinos de Pamplona y el Ayuntamiento también tiene la obligación de hacerles caso", ha reclamado María Caballero, que ha expuesto que un informe técnico del Consistorio desaconseja usar la plaza de Recoletas como escenario para ubicar barracas políticas.
Desde UPN han lamentado que EH Bildu se plegara a los intereses del colectivo abertzale y volviese a ceder esta ubicación. "Atendieron los deseos de Gora Iruñea por ser una rama mas de su partido, una rama festiva".
Por su parte, el PSN ha mostrado una opinión similar. Así, el concejal Eduardo Vall ha lamentado que la instalación de Gora Iruñea en Recoletas tenga "un cierto tinte de favoritismo".
Además, Vall ha subrayado la "impresentable politización de este colectivo" y ha criticado las molestias que puedan ocasionar en un colectivo como el de las hermanas Agustinas Recoletas. "Al tener un carácter religioso problablemente sufran incluso unas molestias extra...". ha advertido.
En la votación para reclamar que se acabe con esta cesión, UPN ha sido el único partido que ha votado a favor, a falta de la concejala socialista con voz y voto en esta comisión. Por ello, Bildu, Geroa Bai, Aranzadi e Izquierda-Ezkerra han impuesto su voto en contra para que la moción no prosperase.
Desde Bildu, la concejala de Cultura Madier Beloki ha asegurado que su partido seguirá insistiendo en otorgar los espacios públicos a los colectivos a través de la Mesa General de los Sanfermines y ha criticado que UPN no comparta esta gestión.
"Esta moción huele a sectarismo", ha valorado Beloki, "dejar de manifiesto una obsesión, que a UPN no le gusta Gora Iruñea y que lo que no le gusta a UPN, se quita".
